Eran las 6 de la mañana y la familia Preston estaba en total movencion. A decir verdad solo la señora y el señor Preston estaban despiertos. La joven Charlene seguía en su octavo sueño pese a que ya tocara la alarma y su madre fuera a despertarla para que comenzara a prepararse.
En el calendario marcaba el día 1 de septiembre, por lo que Charlene regresaría a Hogwarts para cursar su sexto año académico. A las once partiría el tren.
Ella y su familia aún tenían aproximadamente una hora de viaje puesto que vivían en las afueras de Londres.
- ¡Charlene! ¡Levántate ahora mismo o perderás el tren! Entró gritando en la habitación Teresa.
Charlene solo levantó más las sábanas para taparse hasta la cabeza haciendo ruiditos de dormirda.
- ¡Charlene Preston! Gritó con precisión Teresa haciendo que su hija se levantará de golpe.
- Ve a preparar todo, salimos en una hora o este año no irás a Hogwarts. Dijo saliendo del cuarto afirmando la consecuencia de la causa.
Unos minutos después bajaba Charlene cargada con su baúl y la jaula donde se encontraba su lechuza Hollow. Mientras tanto su padre Walter estaba en el comedor leyendo el periódico y disfrutando de una estupenda taza de café.
- Padres ya estoy lista. Podemos partir a la estación.
- ¡Oh gracias a Dios Lene! Llegaremos tarde, son casi las 8. Dijo la señora Preston con una cara de preocupación mientras iba de aquí para allá.
A Charlene le causó gracia ver a su madre siendo tan exagerada.
Walter se levantó cuidadosamente para agarrar a su esposa de los hombros y tranquilizarla, todos los años pasaba lo mismo.- Tranquilízate cariño llegaremos a tiempo e incluso nos sobrará.
Dicho esto los Preston salieron hacia el jardín para tomar el coche y por fin partir a Kings Cross. Justo en la casa de enfrente otra familia los imitaba, los Granger. Charlene al ver a la única hija de la familia sonrió. Pese a que ella era 2 años menor e iniciaría su cuarto año, era una gran amiga, la de su infancia, ya que antes de saber que eran brujas e ingresarán a Hogwarts las jóvenes iban al colegio muggle juntas, incluso sus familias eran amigas e iba muchas veces a la casa de la una o de la otra otra.
- ¡Hermione! Gritó mientras levantaba la mano con emoción para saludarla.- ¡Nos vemos en la estación! la joven de cabellos esponjosos le devolvió el saludo con una amplia sonrisa.
Durante el viaje, Charlene se quedó dormida de nuevo. Prefería hacerlo en el coche que en el tren. Al llegar le sobraba tiempo como siempre ya que su madre era más que puntual.
La familia Preston decidió juntarse con los Granger fuera de la estación muggle para hacer algo de tiempo. Mientras tanto las dos jóvenes se quedaron en la estación dando vueltas charlando.
Hablaron de diversos temas hasta que Hermione decidió contarle lo que había pasado tan sólo unos días atrás en el Mundial de Quidditch.
- Fue horrible Charlie, todos estábamos en la tienda tras finalizar el partido cuando de repente se empezaron a escuchar explosiones. Contó con cara de preocupación.
- ¿Lograsteis salir ilesos todos? preguntó con cierto tono miedoso.
- Gracias a Merlin que si. Solo hubo un momento en el que nos separamos de Harry pero lo encontramos en poco tiempo.
Charlene comenzaba a pensar sobre aquello pero lo descarto de inmediato puesto que era una idea absurda.
- Lo peor de esto es que no saben quién causó aquel desastre, pero sospechan de una marca que iluminó el cielo durante el ataque... la marca tenebrosa... Hermione tragó saliva para decir aquello - Podrían ser los mortifagos.
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Charlie Lestrange
أدب الهواةUna niña fruto de una poción, que encerrará un gran secreto en su interior. Será de gran valor junto a Harry Potter para el señor tenebroso. Un simple cambio color de ojos esconde una gran realidad por venir. El conjuro obliviate, que hará más amena...