Una chica de largos cabellos dorados contemplaba por su ventana la brillante luna, pensando en lo aburrida y miserable que era su vida.
-¡Fue tú culpa parir a esa niña..!
-¿Mi culpa? ¡Tú no te cuidaste..! -otra vez los padres de Rachel peleaban sin parar, maldiciendo que ella hubiera nacido, sabiendo que estaba escuchando absolutamente todo no les importaba, era parte de su rutina.
-¿Por qué nací? -preguntó a la luna como si alguna respuesta fuera a hacerse presente.- mis padres me odian, no tengo a nadie, nadie me sonríe, nadie me ama, nadie quiere salvarme.
De repente Rachel notó un destello y la luna se tornó completamente de un azul marino. No lo podía creer, había quedado totalmente hipnotizada por tal fenómeno frente a ella.
Pero luego de unos minutos, unos fuertes ruidos de la planta baja la habían sacado de su trance y una pizca de miedo recorrió su interior, quizás sus padres se habían pasado de la raya pero más que asustarle, una parte de ella se alegraba de ese acontecimiento.
-¿Mamá? ¿Papá? ¿Qué ocurrió? -preguntó mientras miraba escaleras abajo pero ninguna respuesta se hizo presente.- ¿Mamá?
A cada paso que daba, un escalofrió recorría su cuerpo, su mente en esa situación le estaba jugando muy malas jugadas y tenia miedo de que alguna de ellas fuera cierta. Poco a poco se aproximó a la cocina en busca de señales que aclararan sus dudas y exactamente eso ocurrió.
-¡Rachel! ¡Sálvame! -imploró la madre cubierta de sangre mientras luchaba por huir de ese lugar.
-¿Ahora le pides ayuda? -se alzó una voz masculina llena de burla en la habitacion mientras observaba juguetón la escena. -¿Qué no te escuché decir que maldecias que ella hubiera nacido?
-¿Quién eres tú? -preguntó la pequeña con desconcierto, sin importarle la situación en la que se encontraban.
-Zack, Zack Foster, tu salvador.
Una chispa iluminó cada centímetro de sus ojos, ¿de verdad él era su salvador? ¿la luna la había escuchado? ¿Sería libre después de tanto tiempo bajo los mandados y abusos de sus padres?
-¿Eres tú..? -inquirió con un hilo en su voz y comenzó a acercarse con las lagrimas amenazando por salir.
-Odio las mentiras. -una leve sonrisa se hizo presente en su rostro, lo cual tranquilizó a la pequeña.
-¡Déjenme ir! ¡¡Ustedes dos están dementes!! -ambos individuos fijaron su mirada en la mujer, Zack con cinismo y Rachel con odio.
-Rachel, ¿verdad? -preguntó el mayor a lo cual ella asintió.- ¿me harías los honores querida?
Ella ladeó la cabeza sin comprender a lo que se refería el azabache, asi que en forma de ayuda le ofreció el cuchillo para terminar con la vida de aquella desagradable persona pero comenzó a temblar inconscientemente.
-No puedo, Zack.
-Pero tu ya haz matado, incluyendo animales, ¿por qué ella es diferente?
Ella negó deliberadamente.- no quiero que ella se convierta en algo mío.
El mayor soltó una carcajada a lo cual Ray se sintió ofendida y bajó la mirada.
-No me río de ti, querida. Escúchame atentamente, nunca será tuya, una basura como ella es despreciada por todos y amada por nadie.- le brindó una sonrisa sincera y le entregó el cuchillo.- descuida, será más fácil de lo que te imaginas.
-¡Pequeña zorra! ¡Ni se te ocurra acercarte a mi! -Ray, con paso firme, sostuvo el cuchillo con confianza, acercandose cada vez más a la mencionada.- ¡¡Dije que te alejaras!! ¿Qué piensas hacer sin mi? ¡¡NADIE TE SOPORTARÁ COMO YO!!
-Te equivocas. -justificó Zack a sus espaldas soltando leves risitas.- yo la haré sentir querida, le daré lo que ustedes nunca le brindaron, yo soy lo que tanto esperaba.
Ray lo miró con asombro y sin darse cuenta lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, nunca pensó que escucharía esas palabras, y menos de un desconocido que decía ser su salvador, pero era verdad, él la estaba salvando de su miseria.
Ya al estar frente a la mujer que se hacia llamar su madre, Zack la inmovilizó de tal forma que no pudiera patalear ni intentar nada que esté en contra de sus planes. La rubia de ojos marinos alzó el cuchillo y como ultimas palabras escuchadas por aquella persona, exclamó con odio un "Te pudrirás en el infierno." y clavó el cuchillo en su cabeza para luego llevarlo a sus ojos, garganta, boca y, por ultimo, su corazón.
En ese momento Zack era un mar de emociones que lo estaban llevando al borde de la locura, el ver a esa chica asesinar a su propia madre le hizo recordar a su infancia y como se liberó de la mierda que se encontraba a su alrededor, todos los que lo hicieron cambiar de pies a cabeza, los causantes de su locura y vendas, todos ellos pagaron por lo que hicieron, absolutamente todos.
-Ray, tranquila, ya está muerta. -anunció el mayor viendo como ella seguía apuñalando el hueco que se encontraba en su pecho una y otra vez.
-No pensé que esto se sentiría tan bien, Zack. -dijo la mencionada con una leve sonrisa.
-Es hora de escapar. -mencionó con tranquilidad y grandeza.- Vayámonos a una vida mejor, Ray.
Y con las sirenas a unos escasos metros del edificio, Zack le ofreció la mano a la pequeña para irse lejos y nunca volver. Desde ese día sólo serían ellos dos, ellos y nadie más, juntos por una vida llena de felicidad.
¡Hola a todos!
Primera vez que escribo un argumento por aquí, ¿me extrañaron?
Quería pedir disculpas por toda esta ausencia de mi parte, no encontraba la inspiración ni los ánimos para continuar la historia pero aquí traigo otro One-shot que espero que les guste.También tenía otra pregunta que me gustaría que respondieran, ¿Desean que haya lemon? Yo no tendría problema alguno pero hay personas sensibles y no quiero incomodar a nadie.
De todas formas, ¡muchas gracias por el apoyo! Me hace muy feliz ver las estrellitas y los comentarios, de a poco la historia va tomando popularidad, it's amazing.Keith fuera.
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《Angels Of Death》
Short StoryOne shots inspirados del juego, manga y anime de Angels of death/Satsuriku no tenshi