¿Cómo enamorar a Shawn? [PPEAS]

↝ Paso dieciocho.

↝ p a s o d i e c i o c h o.
un sentimiento ha nacido.

༺ S H A W N ༻

Tener una cita con Audrey.

Jamás lo maginé, nunca pasó por mi cabeza tener el valor de invitarla a una cita y mucho menos la idea de que me gustara estar con ella.

Cuando pensaba en Audrey lo primero que venía a mi mente era: desesperación.

Porque no es secreto que ese pequeño ser era imparable, tan imperativa y tan risueña, dulce, inocente, furiosa, ingenua en ocasiones y...tan Audrey.

Ahora puedo lidiar con ello. ¿La clave? Siempre pensar en las cosas buenas que Audrey tiene, todo este tiempo vi el lado malo de Audrey y no es que ella sea mala porque no lo es. Siempre la veía como una loca que trataba de llamar la atención y ahora sólo puedo ver lo tierna, dulce y divertida que puede ser y todo ese aura de amabilidad y amor que me dejaba cegado. Y sí, es magnífico.

Cuando la cita terminó –que a decir verdad no quería que acabara– llevé a Audrey a casa, la dejé en la puerta de su hogar y antes de entrar me dio un abrazo sorpresivo, me envolvió entre sus brazos cortos que apenas y pudo rodear mi torso. Quise abrazarla igual de fuerte que ella lo estaba haciendo pero mi cuerpo reaccionó muy tarde y fue para darle unos golpecitos en el hombro y revolverle el cabello de oro.

¿En qué estaba pensando? Tal vez ella creería que la estaba tratando como a un perro.

Ella entró a su hogar no sin antes regalarme una sonrisa sincera y después cerró la puerta detrás de su espalda, yo me di la vuelta regresando por el mismo camino.

Cuando volví a casa, lo primero que mi campo de visión divisó fue a Trent acostado sobre el sofá viendo algún programa de televisión con un tazón de frituras en su estómago, una vez más lo ignoré y entré directo a la cocina donde mi madre se encontraba preparando la cena tal vez, a juzgar por la hora en que volví. Cuando sintió mi presencia se giró, la expresión en su rostro hizo que la mía se asustara. Ella tenía la misma sonrisa que Audrey sacaba cuando descubría algo realmente comprometedor. Pensé en Trent, probablemente fue él quien le informó sobre la cita. Antes de poder huir de la cocina –y evitar una avalancha de preguntar– mi madre se apresuró en detenerme y apagar el fuego de la estufa.

—¿Cómo te fue? Quiero que me cuentes todo hijo.

—¿A qué te refieres? –pregunté intentando persuadirla.

—No te hagas que ya lo sé. La cita, ¿quién es? Dime que por fin tienes una pareja. –unió sus manos como si estuviera orando.

—No. –dije. —No quiero hablar de eso, no contigo.

Mi madre me miró dolorida. Abandoné la cocina evitando su mirada de dolor y angustia. Me encerré en mi habitación por las siguientes tres horas y ya no saldría hasta mañana por la mañana, no bajé a cenar porque las enormes hamburguesas de Marion me llenaron para no tener apetito las siguientes horas. Cuando finalicé mis estudios del día me tiré sobre la cama, solté en profundo suspiro cerrando los ojos, intenté dormir pero la vibración de mi móvil en mis pantalones me lo impidió.

Audrey.

Respondí.

—Hola Shawn. –escuché su voz detrás de la línea. —No podía dormir si antes llamarte aunque en la revista que he leído hay un apartado que dice que no debemos hostigar tanto a la otra persona pero creo que ya te he molestado lo suficiente estos años... –rió y yo no pude estar más de acuerdo. —...por eso creo que ya perdí hasta la vergüenza contigo. –totalmente de acuerdo. —Entonces dije ¿que hay de malo si le hablo? He llenado tanto el vaso y te he colmado que supongo que ya no puedes enojarte más ¿cierto?...De cualquier manera no quiero que te enojes tanto porque me asusto sólo un poco...