¿Cómo enamorar a Shawn? [PPEAS]

↝ Paso veintiséis.

↝ p a s o v e i n t i s é i s.

El viernes por la noche como había prometido, Shawn estaba de regreso en la ciudad. Aunque había llegado a buena hora para poder visitar a su novia prefirió llegar a casa y sorprender a su mamá. Incluso Trent se emocionó por la llegada de Shawn, estaba dando brincos alrededor de su hermanastro e incluso tuvo el atrevimiento de colgarse a su espalda como un koala, el colegio no era lo mismo sin ellos. Era extraño para él caminar por los pasillos y no ver a alguno de ellos caminado o comiendo por aquí y por allá. Hasta extrañaba que Shawn lo sacara de las pequeñas peleas en las que se metía. Porque muy en el fondo Trent sabía que Shawn le tenía un tipo de aprecio por él...a su manera y lo confirmó cuando el mayor le dejó colgarse a su espalda un buen rato.

El sábado por la mañana después de un rápido desayuno salió camino a casa de la chica. Pasaron parte del día tirados sobre el sofá mirando un programa aburrido sobre los cuidados de un hogar. Un programa para viejos. Después del desayuno con los padres de Audrey -quienes adoraban a Shawn-, recibió un par de elogios por parte del padre y muchos abrazos afectivos de parte de la madre y un besito a escondidas que le dio su novia sin que sus padres lo viera. Aún estaba trabajando para vencer la vergüenza que la causa que sus padres le vieran besar a su novio.

—¿Addy? –llamó usando el sobrenombre. A Audrey le encantaba, amaba y adoraba cuando le llamaba de esa manera y Shawn lo sabía.

La chica miró hacia arriba divisando la línea de la mandíbula de Shawn, la chica estaba recostada sobre su pecho intentando no dormir con la voz del narrador. Podía cambiar el canal, podía pero no quería. El control remoto estaba a cuatro pasos frente a ella pero eso implicaba levantarse y ya estaba cómoda en el sofá.

—¿Mmh?

—Quiero llevarte a un lugar.

—¿Qué lugar?

—Uno...un lugar donde hay alguien importante. –pasó los dedos entre los cabellos de la chica.

Sin pensarlo asintió, la curiosidad le ganó por descubrir de que se trataba. Dejó un beso en la mejilla de Shawn antes de subir a su habitación a cambiarse. Bajó vistiendo skinny jeans que le llegaba arriba del tobillo, una camiseta cuello redondo mostaza y las viejas converse que usaba y combinaba con todo su armario. Se colgó una mochila pequeña que usaba normalmente para sus salidas con Shawn, la mochila de los recuerdos.

En tanto Shawn, las últimas semanas había recordado más a su padre que nunca. Probablemente se sentía nostálgico porque había regresado a su pequeña ciudad y tendría que volver al día siguiente a Toronto. Aunque no visitaba muy seguido el cementerio porque terminaba llorando siempre trataba de mantener el recuerdo de su padre presente y solía hablar con él mentalmente. Cuando se sentía solo y abrumado. En ocasiones le hablaba de Audrey, cuando la chica no dejaba de molestarlo. Por las noches antes de que el sueño lo venciera le gustaba hablarle sobre su día y le gustaba pensar que su padre estaba en alguna parte escuchando. Sin embargo, las lágrimas salían cuando necesitaba una respuesta y no la obtenía.

Había pensando de que manera llevar a Audrey al cementerio y decirle que su padre estaba muerto. Addy ya era importante para Shawn, tan importante en su vida que sentía que ella debía saber sobre su padre.

—¿A dónde iremos? –inquirió.

—Sorpresa.

—¿Es otra cita con animales?

—No es una cita. Te dije que te llevaría con alguien importante.

—Oh. –miró por la ventana del autobús. Se preguntó de quién podía tratarse. —Dame una pista.