¿Cómo enamorar a Shawn? [PPEAS]

↝ Paso seis

↝ p a s o  s e i s.
día de las cartas.

El día de las cartas era una tradición que el colegio organizaba como parte del día de san Valentín. Consistía en escribir una carta anónimamente declarando lo que sentían por el destinatario. Normalmente las chicas eran quienes escribían las cartas. El buzón que decoraba la entrada estaba repleto de cartas anónimas.

Por supuesto que Audrey había escrito su extensa carta para Shawn y con eso también cumplió con el paso número ocho de su lista:

La noche anterior al evento, había escrito todo su amor hacia el chico demostrándole que no sólo era un capricho o una obsesión como el lo llamaba. Tom también se había unido al evento de las cartas, no sólo escribió para Audrey, lo hizo también para Tori y otros amigos cercanos.

—¿Dónde está tu carta Matt?–inquirió Audrey metiendo su dichosa carta al buzón improvisado.

—Tonterías. –entornó los ojos. —No pienso perder mi tiempo escribiendo una tonta carta.

—Lo que pasa, es que no estas enamorado. –Tori se burló. —Yo hice mi carta para el señor Kim. —suspiró.

Matt y Audrey la miraron como si hubiese perdido la cabeza. El señor Kim estaba entrando a los 40, bien podría ser el padre de su amiga.

—¿De verdad? –Matt estaba más que sorprendido un poco curioso. —¿Qué le escribiste, que te gusta? –Tori asintió. —No puedo ser que te guste un hombre que te dobla la edad. –abrió los ojos.

—Es tan guapo. –suspiró. —Perfecto para su edad...además, no es que me guste solo por su físico, me gusta su forma...–pausó un momento para suspirar. —su forma de pensar y es tan inteligente y divertido.

—Y casado. –La voz de Shawn se hizo presente. Audrey lo saludó efusivamente, el sólo asintió hacia ella. —No deberías prestarle tu atención a un hombre como él.

En ese momento el profesor de Filosofía iba pasando. Tori soltó un suspiro enamorado.

—¿Por qué no? Soy libre de decidir.

—Por que es mayor y probablemente iría a prisión si se mete contigo. –Matt hizo un mohín. —No eres la única que anda detrás del profesor.

—Lo sé. –frunció el ceño apretando los puños. —Pero seré su segunda esposa, eso te lo aseguro. –besó su carta antes de depositarla al buzón. —Además, no escribí mi nombre ni nada comprometedor, solo mi admiración.

—Eso es un poco raro, Tori. –Shawn frunció el ceño mirándola con desaprobación.

—No más raro y enfermo que Audrey con Shawn. –Matt habló por lo bajo.

—¡No estoy enferma! –protestó. —Shawn me gusta y mucho. –sonrió hacia el alto que la miraba incómodo.

—Vamos a clase.