all the boys •multiship•

harlequin girls

●Couple●

Lindsey Way & Jamia Iero

(N/A: ya sé que el título es "all the BOYS" pero tenia que poner esto. No me rompan los huevos ahre)

《Summary》

'I want to die in a motel next to you'

Enjoy!

Eres tan hermosa, recuerdo cuando te vi por primera vez, usabas ropa más grande que tu y eras muy timida. Siempre jugabas con tus manos cada vez que estaba a tu lado.
Siempre estabas sola en el receso y la primera vez que hablé contigo me dijiste que era muy rara, pero no me molesto en lo absoluto.

Te pregunté como cualquier niña de 6 si querías ser mi amiga y tu aceptaste aunque un poco desconfiada pero luego me mostraste tu sonrisa, una sonrisa que hizo mis mejillas teñirse de rojo por lo tan linda que era.

[♡]

Fuimos a la misma secundaria, no nos habíamos visto en todas las vacaciones y cuando te vi por primera vez luego de mis vacaciones te veías mas hermosa que antes. Llevabas una falda hasta tus rodillas, yo tenía una falda también pero tu te veías mas hermosa con ella que yo. Te di un abrazo fuerte mientras trataba de contener mis ganas de llorar de felicidad, tu me sonreíste y yo me sonrojé nuevamente como hace 6 años atras.

Cada año que pasaba creciamos al igual que mi amor por ti, era amor de mejor amiga o eso creía yo pero. Me seguí engañando hasta que te vi con él, con tus hermosos 17 años tuviste tu primer novio, se llamaba Frank. Era un chico muy genial y simpático, me dolía tanto el verte con él pero te hacia tan feliz y yo cerré mi boca porque no quería verte triste.

Me dolió cuando lo pusiste en nuestro círculo de amistad, ahora no podía estar a solas contigo ni tampoco tomar tu mano cada vez que te asustabas en cada noche de película. Ahora él había tomado mi lugar, te tomaba la mano en cada noche de películas y te decía que solo era una película, nada era real como yo lo hacía. El lo hacía mejor porque acompañaba esa frase con un beso en tus labios.

Siempre me hablabas de eso como si yo me lo hubiera perdido, me decías que sus labios eran tan dulces y te encantaba la manera en que te hablaba. Tu eres dulce, como un caramelo pero nunca lo dije porque tenia miedo de arruinar todo. Él era el encargado de decírtelo lamentablemente.

Frank nos invitó a una fiesta en la casa de Gerard, su mejor amigo. Me rogaste que vaya pero sabía que estaría sola, no me equivoqué, te veías hermosa esa noche pero no te vestiste asi para mi, fue para él.

Hablé con Gerard toda la noche, era un buen chico como Frank hasta que casi a las 4:00am te sentaste conmigo, supuestamente fuiste a hablar con Frank afuera y a seguir bailando un poco pero te conocía y sabía que ni sabias maquillarte, yo te maquillé para él. No pudiste ocultar bien las marcas en tu cuello que te dejó, como dije antes, no eras buena con el maquillaje.

Me enojé tanto pero lo escondì bebiendo y fingiendo que la estaba pasando de maravilla, tú me seguiste y tomamos hasta perder el conocimiento y porque no, la ropa.

Fue tan rápido, habíamos tomado casi todas las bebidas que había en esa fiesta y yo combiné unas pastillas que me dio Gerard con eso. Lo único que podía ver eran las marcas de tu cuello, estaba tan enojada que me fui de la fiesta hasta que Frank me llamó para que volviera, no quería armar escándalo así que me quedé. No sabia que estaba haciendo ahí pero tampoco me importaba, solo te miraba.

Jugamos al juego de la botella, parecíamos niños. Me tocó contigo y vi a Frank un poco preocupado, que se joda, no dude en besarte y tu tampoco, el beso había durado 2 minutos y como la cereza en la cima del pastel me mordiste el labio tan fuerte que me sangró, eso me había excitado tanto.

Estuvimos dos horas jugando a eso y cuando te tocó con Frank solo fue un roce y él lo notó, se puso algo triste. Miré a Gerard y él apuntó con sus ojos verdes las habitaciones de arriba y luego te miró. Ese maldito lo sabia y de verdad agradezco tanto que lo haya entendido, luego de esa señal con sus ojos soltó una risita y a escondidas me dio la llave de la habitación.

Cuando terminamos de jugar siguió la fiesta, tu estuviste a mi lado todo lo que quedaba en la fiesta bebiendo conmigo porque me contaste que te peleaste con Frank por nuestro beso. Me sentía tan mal por sonreír victoriosa cuando él se había alejado en la fiesta.

Sentí la llave que me dio Gerard en mi bolsillo y te llevé allá para alejarnos del ruido, quería estar tranquila luego de tanto ruido en esa fiesta pero esos no eran tus planes y me gustó como pensabas.

Nos quedamos charlando, bueno en realidad, tú lloriqueabas por Frank y yo trataba de calmarte acariciando tu cabello. Sé que lo hiciste por despecho pero yo no me resistí, poco a poco te ibas acercando a mi en la conversación, tanto que quedaste encima de mis piernas.

Me dijiste que me querías y te correspondí el cumplido.
Me abrazaste y yo te correspondí.
Me besaste y yo te correspondí.

Me acostaste en la cama mientras el beso se intensificaba y no dejabas de acariciarme y viceversa. Dios, no podría saber decirlo el como me hacias sentir cada vez que me tocabas y me mirabas.

El hacerte mía fue una de las mejores experiencias de mi vida, tus mejillas rojas eran como una obra de arte y el que dijeras mi nombre era música para mis oidos, fue la mejor noche de mi vida y no me arrepiento de nada.

Aunque tu si lo hiciste.

[♡]

Al día siguiente no estabas conmigo y me sentí bastante mal. En la escuela me ignorabas y me hiciste sentir peor, solo tenías ojos para él pero eso no dijiste esa noche.

Me utilizabas de todas las maneras que querias, sabias que yo necesitaba tu atención porque te amaba y me usabas de forma material y sexual. Era tu juguete.

Nos divertiamos tanto en tu cama o en la mía, incluso ibamos a un motel y esas fueron la mejor experiencia del mundo. Desde esos días siempre quise morir en un motel al lado tuyo.

Y morí pero no al lado tuyo, estaba muerta por dentro cuando te fuiste. Hasta ahora no quise creerlo, cada vez que pensaba en ti solo lloraba.
Tenía tanto miedo de ir al hospital por verte, tu misma me habias dicho que solo querías que tuviera tu imagen hermosa, para mi siempre lo fuiste. Aún totalmente pálida, sin cabello y con tubos a tu alrededor eras hermosa para mí.

Ahora soy adulta, tengo una hija y estoy casada con Gerard. Es muy divertido pero nadie puede comparar tu sentido del humor, aún pienso en las cosas que hicimos y recuerdo como me usabas pero me encantaba la forma en la que me tratabas y nunca podría enojarme contigo.

Dejé la carta que te escribí en esa piedra fría donde te encontrabas descansado, no te podía ver pero seguro estabas tan hermosa como todos los días. Antes de irme te miré por última vez y luego me fuí a vivir mi vida otra vez aunque no te tengo y eso es lo único malo de mi vida.

No estas a mi lado y tampoco pude ir contigo porque soy una cobarde.

Esta es la ultima carta que te escribo.
Siempre te voy a amar, mi amor.

Lindsey-