I'll be my own hero || Bakugou x ________

Capitulo O1

El gran día

—Genial, genial, genial...—

Corría lo más rápido que podía, hoy era el día del examen escrito, e iba sumamente tarde, la rectora había cumplido con su acuerdo, me gradué como sobresaliente en su escuela para "princesas", después de todo fue más difícil de lo que creí, pero lo conseguí, además de que se me permitía entrenar con maniquíes mi quirk.

El aire me faltaba, una vez en la entrada conseguí apreciar las instalaciones de mi nueva escuela, ya me daba por aceptada, me había esforzado demasiado, nada ni nadie me arrebataría esta oportunidad.

—Aquí voy...—

Suspiré adentrándome en la construcción sumergiéndome en la multitud.

[...]

—Ryoku, esto es para ti.—

En medio de uno de los pasillos del internado en Tokyo, la rectora me entregó un sobre con el sello de la U.A. inscrito ahí, la mire con nerviosismo, a pesar de tener la mitad de la entrada por recomendación los sobres pequeños siempre eran solo para enviar disculpas, y denegar la entrada.

No pude evitarlo y salí corriendo a mi habitación.

—¡Insolente! No se corre en los pasillos.—

Grito la rectora, en realidad poco me importaba ahora

Llegue a la recámara cuya estaba llena de cajas pues estaba por mudarme y aún no sabía a dónde, si no entraba a la U.A me quedaría en Tokyo y posiblemente impartiera clases en el internado.

—Pero... si entro, debería tomar el siguiente vuelo a la U.A....—

Susurre abriendo el sobre, del cual un holograma apareció, dando las noticias que tanto añoraba oír.

—Ryoku, ven a tu academia de héroes.—

El holograma termino y un grito eufórico se adueño de mi garganta, podría ser la primera heroina mujer en poder ser tan reconocida como All Might.

[...]

Mi despedida al internado, realmente fue algo dura debo admitir, la rectora fuera de ser una mujer estricta, realmente tenía un enorme corazón.

Esos pensamientos se me atravesaban mientras veía por la ventanilla del avión, tenía en mi regazo una pequeña mochila negra, todo el viaje había sido demasiado tranquilo, nada de turbulencias, gente apacible y un ambiente, demasiado simple, nada que recalcar en esos momentos.

Llegada a la ciudad, debía encontrar el apartamento que había alquilado desde casa, tome un taxi que me llevó hasta la puerta del edificio, por obvias razones mi equipaje aún tardaría unos cuantos días en llegar, por ello con migo traje una pequeña maleta con lo que podría sobrevivir una semana, sin mis cosas.

Al subir el edificio se veía con suma tranquilidad y la vista, era increíble, como me encantaría compartir esto con alguien...

—¡Hola! Tú debes ser la nueva en el edificio, ¡es un gusto!—

Una mujer bajita de cabellos oscuros en tonalidades verdosas salto desde una de las puertas por las que iba revisando el numero buscando mi nuevo hogar, pero eso no impidió que saltara a casi un metro de distancia con una mano en el corazón soltando una exclamación ahogada.

—Oh, como lo lamento, no era mi intención.—

Se acercó con el rostro lleno de preocupación.

—¡No! No se disculpe.—

Incline un poco la cabeza, a modo de aceptar su buen trato, aunque era demasiada formalidad, mi mente ya actuaba por instinto, sospecho que lavaron mi cerebro.