Daniela Calle es una chica de 18 años que la mayor parte de su vida vivió en Bogota-Colombia, cuando tenía 16, por cuestiones de trabajo, sus padres la llevaron a vivir a la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos. En diciembre había cumplido los 18 años, lo que significaba que en Colombia ya era mayor de edad y podía "valerse" por si misma.
Después de tener una larga conversación con sus padres, Daniela había tomado la decisión de que en Junio se iría a vivir sola en Bogotá y estudiaría en la escuela de artes con lo cual sus padres estuvieron de acuerdo, al fin al cabo Daniela no estaría tan sola, pues su hermano Julian, hijo únicamente de Germán, el papá de Calle también vivía allá, aunque no iban a vivir juntos Julian podría estar al pendiente de Daniela ya que él es mayor que ella.
Por otro lado, María José Garzón de 19 años, más conocida como Poché, es una chica antisocial que estudia es la escuela de artes de la ciudad de Bogotá.
Majo no consideraba que tuviese una vida interesante, era una chica normal que devoraba libros y la mayor de su vida la dedicaba a ver series en Netflix, solo vivía con su hermana y su padre, ya que algunos años atrás su mami se había ido al cielo y ahora era su ángel favorito.
A veces, a causa del fallecimiento de su mami, Poché sufría periodos de ansiedad y su sueño más grande era encontrar el amor de su vida y ser feliz.
Calle
Me desperté al escuchar unos ladridos que casi hacen que mis tímpanos reventaran.
-Mamaaaaa, ven a sacar a tu perrita de mi habitación, no me deja dormir en paz- Grité a mi madre mientras sin darme cuenta, Bruck ya estaba encima de mí pasando su babosa lengua por toda mi cara.
-Basta Bruck, basta, aléjate de mi- Decía entre risas mientras intentaba bajarla de mi cama.
Por fin había logrado que aquel animal que amaba abandonara mi cuarto así que, cerré la puerta y me dispuse a terminar las horas de sueño que aún me faltaban por dormir, Dios ¡Amaba dormir!
No sé cuantas horas más habían pasado desde la última vez que me quedé dormida pero lo que si sabía es que mi mamá estaba gritando mi nombre mientras golpeaba la puerta haciendo que yo despertara de golpe y un poco asustada.
-Daniela Calle Soto ¡DESPIERTA!- Escuché gritar a mi madre y corrí abrir la puerta, en verdad sonaba bastante furiosa.
- Buenos días mami- Dije con un tono de voz dulce intentado que la fiera que tenía en frente se calmara.
-¿Buenos Días? ¿Buenos Días Daniela?- Preguntó sarcástica mi mamá- Son las dos de la tarde, deberías decir buenas noches mejor- Dijo en un tono de voz un poco alto y yo no entendía por que estaba tan enojada conmigo, si normalmente yo siempre me levantaba tarde.
-Mamá, intenta calmarte, no se por qué estas tan enojada solo porque me levante tarde, si es algo usual en mi- Dije y mi mamá me miro con cara de pocos amigos.
-¿Daniela acaso estás jugando?- Hizo aquella pregunta muy seria, mirándome directamente a los ojos.
-No mamá, no estoy jugando, y sinceramente no entiendo tu furia- bufé hacía mi mamá ya un poco fastidiada.
-Daniela, tu viaje es en menos de 24 horas, no haz empacado nada y tu ni siquiera te acuerdas- Soltó por fin mi mamá haciendo que un pequeño frío recorriera mi cuerpo, ahora si entendía totalmente su enojo.
-¡MIERDA, MIERDA MIERDAAAA!- Grite recordando que a las 5 de la mañana era mi vuelo de vuelta a Colombia y, como ya había dicho mi mamá, no tenía absolutamente nada listo.
-Lo siento mamá, en serio, ahora mismo me convierto en flash y en menos de lo que pienses estará todo listo, lo prometo- Dije besando a mi mami en el cachete, ella esbozó una leve sonrisa y salió de mi habitación.
De verdad había olvidado por completo mi viaje y además, es que dormir es tan rico que hace que te olvides de cualquier cosa, pero como le dije a mamá minutos antes era hora de ponerme mi disfraz de flash y hacer todo más rápido que la velocidad de la luz.
Tenía que estar en el aeropuerto a las 5 a.m, por ser un viaje internacional, debía estar 3 horas antes para hacer todo el papeleo y pasar por migración, por lo cual tenía pocas horas para empacar todo y lograr descansar un poco antes del viaje.
Empecé por buscar mis maletas, luego de encontrarlas saque casi toda la ropa que había en mi armario y la guarde, continué con mis cosas personales y una que otra que creí necesaria, pues el resto me encargaría de conseguirlo en Bogota, estaba tan emocionada, por fin iba a vivir sola.
No era que mis padres me prohibieran hacer cosas, por el contrario mis papás eran muy liberales cuando se trataba de mi, pero creo que nada se compararía con la liberta que iba a tener estando prácticamente sola en otro país, sabes, creo que aunque tus papás te den confianza y libertad nunca vas a abrirte totalmente con ellos por el simple hecho de que son tus padres y muchas veces, a pesar de que te apoyen en prácticamente todo, no significa que van a estar satisfechos con todo lo que hagas. En fin, me emociona mucho eso, creo que me hará una mujer mucho más madura.
Al cabo de 3 horas ya todo estaba listo, eran las 5 p.m, con mis padres habíamos planeado ir a cenar como celebración de despedida, la comida era a las 6 de la tarde, tenía una hora para bañarme y arreglarme.
Pasada una hora ya estaba lista y me dirigí hacía la sala principal de la casa, allí estaban ya mis padres esperándome y nos dirigimos al auto de papá.
Fuimos a uno de los restaurantes más caros de L.A, pues mis padres tenían demasiado dinero. Papá era dueño de la empresa más grande de bolas de golf del país, además de que era uno de los mejores jugadores de golf a nivel mundial. Por otro lado mamá era dueña de una famosisíma marca de maquillaje, así que pagar una cena en el restaurante más caro de la ciudad no era nada del otro mundo para ellos, era como si alguien con un estatus normal cenara un perro caliente.
Aunque para mi el dinero siempre fue algo de poca relevancia, me refiero a que, a pesar de pertenecer a una familia muy adinerada no me interesaba que la gente supiera quién era o cuánto iba a heredar de mis padres, o cuanto dinero llenaban mis tarjetas de crédito. Mis papás se habían encargado de que fuera una persona con humildad en el corazón, por eso los amaba, de verdad eran los mejores padres del mundo.
La cena no fue muy larga pero fue agradable, en todo momento mis padres me daban consejos, hasta me hablaron de educación sexual, de métodos de planificación y de como usar un condón- Si supieran lo poco que iba a necesitar planificar, o usar un condón, pensé- Me recordaban lo mucho que me amaban y lo mucho que me extrañarían, de igual manera yo lo hacía con ellos.
Volvimos a casa y cuando ya estaba a punto de dormir, mis padres me pidieron que fuera a su cuarto lo cual hice. Al entrar mi papá me entregó una pequeña caja, en realidad no sabía de que se podía tratar, cuando quite la tapa de aquella cajita vi dentro de ella una llave con una nota que decía "Disfruta de tu nueva casa"
-¿Qué es esto?- Pregunté confundida.
-¡Sorpresa!- Gritó mi papá haciendo que mis ojos se llenaran de lagrimas.
-Es la llave de tu nueva casa- Dijo mi madre dirigiéndose a darme un abrazo.
- No lo puedo creer, son los mejores padres del mundo mundial- Dije ya echa un mar de lagrimas.
- Tu eres la mejor hija del mundo, te lo mereces- Dijo mi papi uniéndose al abrazo que me estaba dando mamá.
Mientras nos abrazábamos pensé en que de verdad Dios no me pudo haber dado unos mejores padres.
-LOS AMOOOOO- Grité haciendo que ellos rieran.
Me dirigí a mi cuarto para disponerme a dormir, por un buen rato pensé en como sería mi nuevo apartamento, como seria mi nueva vida, que seria lo que me esperaba y sin darme cuenta me quede dormida.
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Nota:
Espero estén disfrutando de la historia, tanto como yo disfruto escribiéndola.
Twitter:@milacarmonam3

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LA EX || CACHÉ
FanficDespués de vivir dos años en Los Ángeles, Daniela Calle, una chica de 18 años decide regresar a su Natal Colombia, para estudiar y hacer una vida independiente lejos de su familia. Lo que Daniela no sabe es que volver a Colombia va a cambiar su vida...