Adiós - VegeBul.

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-Vegeta ¿Por qué haces esto?-preguntó Bulma observando a Vegeta, a su esposo corrompido.
-No te atrevas a hacerlo Vegeta-advirtió Goku observando fijamente a su amigo ahora adversario.
Vegeta sonrió de manera sombría mientras extendía el brazo a un lado.
-No eres capaz de hacerlo-habló nuevamente Goku.
El desafiado abrió la mano y dejó ver una bola de energia.
-Estás muy equivocado Kakaroto-dicho esto el príncipe disparó la bola de ki hacia una multitud de persona que dieron un grito de muerte y desaparecieron de allí.
-V-Vegeta-nombró Bulma por lo bajo, cayó de rodillas y sentió las lagrimas que abrumaban en sus ojos.
El corazón le crujía y se le apretaba contra el pecho dolorosamente.

¿Acaso jamás me amaste? ¿Jamás aceptaste a tu familia?

Pensó la Bief, en la arena de batalla estaba aquel guerrero de clase alta rodeado de un aura dorada electrica, el cual desvió sus sombreados y oscuros ojos hacia aquella mujer que lo amó desde el primer momento y lo aceptó tal cual era. La vió llorar por su culpa y sintió una presión en su pecho que comenzaba a molestarlo.
Su mirada volvió a su enemigo de toda la vida, no quería perder el tiempo o eso quería meterse en la cabeza.
-Si quieres pelear vayámonos lejos de aquí-dijo Goku alzando el vuelo.
Mientras la peliceleste veía como desaparecía por los cielos su amado esposo, se dejó caer al suelo sin fuerzas.
-¡Bulma!-llamó un preocupado Yamcha.
-No... me siento bien-habló la nombrada debilitada.
El príncipe se había alejado de la ciudad junto con Goku, ambos ahora estaban en un lugar desholado en donde nadie estaría en peligro.
-¿Por qué haces esto?-preguntó Goku viendo aquellos ojos frios y sin expresión.
-Muy simple. Me gusta esto-respondió Vegeta sonriendo mientras inspeccionaba su fuerza.
-¿A cambio de qué?
-Acabar con todos-respondió Vegeta volviendo la mirada en él.
-No me dejas opciones-habló Goku desilucionado. Un aura dorada lo rodeó y el cabello se le puso dorado y los ojos de un tono celeste claro.
-Hmp-exclamó Vegeta posicionándose para la batalla.
Ambos guerreros de un salto desaparecieron y comenzaron aquella batalla de vida o muerte.
Mientras en el templo de Kamisama una mujer de cabellos celestes veía la nada con la mirada perdida.

Vegeta ¿Esto es lo que ocultabas por tanto tiempo? Entonces... ¿Nunca me amaste? ¿Nunca amaste a nuestro Trunks? ¿Todo fue una mentira?

Pensó Bulma ensombrando su rostro, se abrazó a si misma y frunció los labios.
A lo lejos Goku y Vegeta peleaban sin fin.
-¡Reacciona Vegeta!-soltó Goku en cuanto chocó puños con puños con Vegeta, quién lo veía de aquella manera tán típica del príncipe-¿Acaso no te das cuenta que todos morirán por culpa de esos malditos?
Vegeta solo lo observaba sin reacción alguna, más que odio y deseos de acabar con la vida de su enemigo de toda la vida.
-Acabarán con la vida de todos. Trunks y Bulma también.
Y el pecho de Vegeta se apretó, otra vez aquella sensación molesta.
-Kij-se quejó el príncipe recordando a su familia.
-¡Reacciona!-gritó Goku.
-¡Cállaté!-gritó de repente Vegeta mientras apartaba las manos y de un rápido rodillazo le dió en el estómago a Goku quién se inclinó del dolor.
-¡Calla
Y un codazo en el rostro lo hizo volar por los aires.
-te!.
Respiraba con dificultad y la imágen de Bulma llorando por verlo de aquella manera le invadía la cabeza, el ver a Trunks sonreírle y querer como si fuera el mejor padre del mundo aunque él sabia que no lo era. Él pensaba que era un guerrero de clase alta, que no debía estar allí, había olvidado sus principios como saiyajin. Su objetivo desde un comienzo era acabar con la tierra, acabar con todos los que se interponían en su camino pero... había cambiado, lo notaba. Ya no era ese guerrero de corazón frío, incluso había formado una familia con una terricola.

¿Qué demonios me sucede?

Pensó apretando los puños con fuerza.
-Vegeta, se supone que eres un guerrero frío y calculador ¿Y dejaste que Babidi te controlase?
El príncipe se tensó hacia aquellas palabras.
-Yo solo... ¡Quería regresar como era antes!-gritó Vegeta y aquella aura dorada que lo rodeaba explotó-¡Quería ser el saiyajin cruel al que no le importa nada y quería tener una batalla perfecta!
En aquel momento se podía ver como el orgullo de Vegeta se rompía en miles de pedazos.
-Me sentía repugnante, sin darme cuenta fui formando poco a poco parte de ustedes y fui teniendo una ordinaria y aburrida vida ¿Cómo es posible que yo, un guerrero frío y calculador, formara una familia?-alzó el rostro al cielo quizás buscando alguna respuesta que no llegaría-pensé que esto no tenía nada de malo, mi corazón comenzó a volverse tranquilo, hasta la tierra pareció bella para vivir. Por eso le pedi a Babidi que me hiciera volver a ser el mismo. Y ahora... ahora me siento muy bien.
-¿Estas seguro Vegeta?
No, no sabía si lo estaba pero su orgullo se negaba a demostrar lo que realmente sentía.
Y simplemente volvieron a la batalla.
Aquel guerrero saiyajin aún amaba a su familia, deseaba protegerla y se arrepentía de que se volviera de esta manera ¿A cambio de qué? Volver a ser ese guerrero frío y calculador, estar solo y no tener el apoyo de nadie.
¿Qué debía hacer? ¿Bajar los brazos, seguir la batalla o ir en busca de aquel monstruo?
-Vegeta-nombró un asombrado Goku al ver que el príncipe bajaba los brazos.
-No llegaremos a nada de esta manera-dijo Vegeta.
-Tienes razón-dijo Goku bajando los puños-si unimos fuerzas podremos vencer a Majin Bu-agregó Goku acercándose a un lado del otro.
-Si, tienes razón Kakaroto-asintió Vegeta dando un paso detrás de él-por única vez te la daré, no te acostumbres-gruñó el orgulloso guerrero mientras Goku sonreía inocentemente. El momento perfecto, de un gran golpe en la nuca su compañero caía al suelo perdiendo el aura dorada y el cabello se le mostraba de un tono negro, se habia desmayado.
-Esto es entre Majin bu y yo-dijo Vegeta acercándose al cuerpo de Goku, tomó la última semilla del ermitaño y se fue de allí.
¿Qué iba a hacer?
Habrán pasado segundos, minútos no lo sabía pero aquel guerrero había encontrado a mitad de camino a su hijo el cuál lo recibió con un abrazo.
-Trunks-llamó Vegeta, el nombrado alzó sus ojos brillantes y llenos de alegria-cuida de tu madre-agregó por último y de un golpe en la nuca hizo que quedara inconsiente.
-¡¿Por qué lo hizo?!-inquirió confundido el pequeño idéntico a Goku. El príncipe no respondió de un golpe seco en el estómago hizo que Goten cayera al suelo junto a Trunks y se fue de allí.

Es lo único que puedo hacer para remediar todo.

Pensó el príncipe mientras se alejaba y buscaba el ki del demonio rosado.
Una batalla final en la cuál sacrificaria su vida.
-Tú vendrás conmigo-señaló Vegeta sonriendo de lado. Un aura dorado lo rodeó, se extendió aún más-eres un estúpido, voy a hacerte pedazos. ¡No quedará ni un rastro de ti!
El demonio rosado Majin Bu temía por su vida ante aquel poder.

Trunks, Bulma...

Goku se encontraba en el templo observando hacia Bulma.
-Vegeta ha muerto-dijo friamente y vio aquellos ojos llenos de dolor y lágrimas.
-N-No puede ser-negó Bulma.

Esto es por ustedes. Esto también es por ti Kakaroto.

Un grito desgarrador y con fuerza nació del príncipe saiyajin,  dejó expandir su ki.
-¡No! ¡No!-gritó Bulma desesperadamente dejando caer aquellas lágrimas de manera violenta y cayó de rodillas al suelo-¡Vegeta!
Su amado, su principe había entregado su vida con el fin de salvar a las personas que más amaba.
-B-Bulma, adiós...-fueron las últimas palabras del guerrero antes de cerrar los ojos con fuerza y dejarse llevar por la oscuridad.

ཧᜰ꙰ꦿ•𝑽𝒆𝒈𝒆𝑩𝒖𝒍 - 𝑶𝒏𝒆-𝒔𝒉𝒐𝒕'𝒔.•ཧᜰ꙰ꦿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora