«- ¿Sabes que es lo único que puede calmar tu loco cabello?
- ¿Qué?-Una traviesa sonrisa cruzo su rostro, en ese momento él la había tomado en sus brazos sacándola de su improvisado refugio hacia la lluvia helada.
-La lluvia.»
Los recuerdos atorment...
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LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE MÍA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI
DESAPARECIDO
Tres semanas después Serena ayudaba a su doncella a cambiar las cortinas que habían resultado chamuscadas gracias a un "experimento" de sus dos hijos menores, ellos se habían sentido orgullosos (claro después de haber pasado el susto de su vidas) de haber descubierto que la tela pesada que colgaba de las ventanas aunque la llenaras de cera eran aún bastante inflamables.
—No cree que ha sido dura con ellos mi lady—Amy los adoraba y por consiguiente les consentía todo, incluso había llorado cuando le había jalado sus orejas hasta dejárselas rojas como un tomate maduro.
—Pudieron incendiar la casa y créeme mi jalón de orejas no será nada comparado con la reprimenda que les dará Darien—Ahora Mamoru y Alexander estaban en la biblioteca leyendo exhaustivamente un tomo completo de las leyes de Inglaterra, el cual les haría preguntas y de no contestarlas sus orejas pagarían las consecuencias. —Solo espero que...—su voz fue apagada por el golpeteo en el piso de abajo. —vuelvo enseguida.
Había escuchado la bendita puerta desde el salón de arriba mientras ayudaba a Amy a cambiar la bendita cortina, se preguntaba quién es su sano juicio aporreaba a la puerta de una casa decente de esa manera.
Al bajar las escaleras le extraño ver a su hermano Haruka extrañamente serio cosa que en el casi nunca sucedía.
— ¿Eras tu quien tocaba la puerta Haruka? — Arrugo su ceño al ver a su mejor amiga Michiru a su costado, mirándola con cara de angustia, avanzo despacio tratando de descifrar que era lo que sucedía.
—Ustedes no se ven bien—los pasó de largo avanzando hacia el salón—vengan conmigo creo que...—entonces su corazón se congelo y ese frio congelante la paralizo por completo.
Kelvin, el marinero de Darien yacía sentado con la mirada aterrada sobre ella, su rostro tenía varios cortes y moretones mientras su brazo descansaba escayolado sobre su pecho.
Ella le hizo una pregunta desesperada y silenciosa con sus ojos ya anegados de lágrimas...esperó por una repuesta recibiendo una negativa.
Fue allí cuando su corazón se rompió en miles de pedazos imposibles de recomponer.
Un grito desgarrador se escuchó en toda Dorset, el grito de una mujer que había perdido lo que más amaba en su vida...su gran amor.
...
Diciembre 24—1777 (ocho meses después)
Serena miraba por la ventana, perdida entre las miles de gotas de lluvia que resbalaban por el vidrio de su ventana.
Abrió la ventana mientras sacaba la mano para sentir el agua helada en su piel, sonrió más como una mueca.
«— ¿Sabes que es lo único que puede calmar tu loco cabello?
