Miedo

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Esto se estaba saliendo de control, sus besos habían subido de tono, una de sus manos sujetaba las mías sobre mi cabeza mientras que la otra se metía descaradamente entre mi camisa, tenia una de sus piernas entre las mías haciendo frotar su muslo contra mi entrepierna sacándome gemidos vergonzosos, nos separamos por un poco de aire.
-Ya no más, ya es suficiente- le dije cuando intento quitarme la camisa.
-Mmm pero mira que te estas divirtiendo- agarro mi pene - es que acaso no quieres que te ayude con esto- empezó a masajearlo de arriba a abajo, fuertes gemidos empezaron a salir de mi boca.
-Ahhhh para para por favor- alejo su cuerpo del mio, cuando voltee a verlo estaba encima de la cama mirándome con una sonrisa.
-Cuanto extrañaba tu cara exitada, ven acuéstate conmigo debes estar cansado- dio unas cuantas palmaditas al colchón, me acerqué despacio, mi erección dolía apenas y podía moverme.
-Y yo que quería ayudarte con eso, si quieres aun lo puedo hacer- detuve mis pasos no pensaba acostarme en esa cama con el teniendo intenciones de seguir.
-Venga no te hará nada a menos que lo pidas, confía en mi- me apresuré a acostarme tapándose con el cubre lecho para ocultar mi erección.
-Debo irme Daniel, tengo un apartamento, la universidad, cosas que necesito hacer no puedo quedarme aquí, no por ahora- le dije volteandolo mirar
-Por el apartamento no debes preocuparte ya pague el resto del contrato por desaloja miento, hice la transferencia para la universidad online y tus cosas están en el armario y en el baño, no hay nada que debas hacer que involucre alejarte de mi, todo esta solucionado- sonrió y me dio un beso en la frente, no lo podía creer, el nunca iba a cambiar siempre haciendo las cosas a su manera sin importarle nada.
-Pero que mierda hiciste, no puedes venir a joderme con que has modificado mi vida, es mi puta vida Daniel y no tienes ningún derecho a hacer lo que te viene en gana- grite sentándose en la cama esto no podía seguir así.
-Calmate amor no quiero enojarme, lo hecho hecho esta mas vale disfrutarlo y ya- o no esto no iba a quedarse así.
-¿Enojarte? Es que no tienes ningún derecho a enojarte, estoy harto de que hagas siempre lo que te viene en gana, me largo voy a arreglar este maldito desastre- me iba a parar de la cama sino fuera por un brazo que hizo que me acostara y quedará boca arriba en ella, se subió en cima mio, tenia la mandíbula apretada, sus ojos estaban hechos fuego.
-No te vas a ir de aquí Gabriel, me perteneces, te he secuestrado, y si quieres que las cosas vayan por buen camino te conformarás sabiendo que lo tienes todo, una casa, comida, estudios y a mi, sino vas a conocer que es estar secuestrado de verdad- mi cuerpo temblaba tenia miedo no sabia en que momento mi amigo se había convertido en esto.
-Esta bien, lo entiendo, ahora sueltame- Solo quería alejarlo de mi.
-Mmm yo creo que aún no has entendido bien- sonrió sádica mente- yo creo que aún te falta un castigo.

Amor solo mio -Yaoi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora