I Want Him...

I love you and that will not change

- Mi amor- dijo Eleanor entrando a la habitación de ellos dos
- Oh... hola princesa- dijo el mientras esbozaba media sonrisa
- ¿Interrumpo algo?- cuestionó ella
- No, no al contrario, te agradezco que hayas venido, extraño tus besos dulzura- soltó el mientras le hacía una seña a su novia de que se acercara
- pues no se diga más mi amor, yo también extraño tus besos-
Se abalanzó contra él y lo empezó a besar apasionadamente como si sus vidas dependieran de ello, él le empezaba a quitar su blusa con desesperación y ella se dejó llevar y le ayudó, ella también se deshizo de algunas prendas de él y en un abrir y cerrar de ojos quedaron en solo ropa interior, el cuerpo de Eleanor era para morirse, curvas perfectas, piel blanca y suave, Roger se sentía en el cielo, a pesar de que ella fuese virgen él quería ser el primero y el último en haber estado con ella. Le besaba el cuello mientras ella hacía caras de placer, bajo hasta sus senos y los beso delicadamente, después se aventuró hacia su abdomen para poderlo besar con delicadeza. Dios, la trataba tan bien, volvió a subir a su boca y la beso ahora con un tono salvaje. Se deshizo de lo poco que la cubría y quedó impactado al verla llena de timidez y totalmente desnuda.
- Mi amor, no hay que temer, seré cuidadoso- le susurro a ella en la oreja haciendo que la excitación en aquella habitación creciera
- Confió en ti Roger- susurró de igual manera
Se preparó lo suficiente y ella también ya estaba lista, la penetro poco a poco y ella soltó un pequeño grito de dolor pero ese dolor ahora se convertía en placer y gemía rasguñando la espalda de Roger pidiéndole más de él, el solo se limitaba a obedecerla y penetrarla más fuerte para que el cuerpo de ella se contrajera y se viniera, Roger la miraba envuelto en completa lujuria, había sudor por todas partes, solo amor y placer reinaban en el entorno. Su primera vez fue mágica, Roger terminó en su abdomen para así concluir el acto que acababa de consumar con su novia ahora que ya no era virgen hacía que él se sintiera feliz y afortunado de haber sido el primero en hacer que su novia sintiera placer por primera vez.
- Deberías tomar una ducha princesa- dijo el agitado y ella asintió para pararse e ir a tomarse la ducha
Pasaron quince minutos y ella salió para que fuera el turno de Roger. Pasado un rato el también salió y ella había cambiado las sábanas y se había acostado, y el también se acostó.
- ¿Te gusto princesa?-
- Me encanto mi amor- afirmó ella plantándole un beso a su novio
- Me alegro mi amor, eres inexperta pero aprenderás, o mejor dicho aprenderemos juntos acerca del placer- decía él acariciando el pelo húmedo de su novia.
- Te amo Roger- agregó ella con una enorme sonrisa
- También te amo mi Ameli, te amo y eso nunca cambiara- fue lo último que dijo para así quedarse dormido...