Es el simplón de su generación, el chico huérfano que trata desesperadamente de atraer la atención; pero tambien es meticuloso, organizado y se esfuerza en secreto al doble de sus compañeros. Encontrarse con el Ambu es cosa del fortuito destino, quedarse a su lado es una cosa más elaborada de la vida.
Es con el con quien pierde la castidad de sus labios y aprende sobre lo sensible que puede ser su cuerpo, es con él con quien pierde la vergüenza mientras abre sus piernas para que el de pelo plateado entierre sus dedos y sus labios preparándolo antes de enterrar su miembro en una sola estocada hasta machacar su entrada y clavarse en su próstata llevándolo hasta la gloria.
Iruka es apenas un adolescente, cuando entierra las uñas en la espalda de Kakashi y sus gemidos se ahogan en la boca del otro hasta que pierde el sentido abrumado por todas las sensaciones. Entonces cuando despierta el encanto se pierde, manchado de sus fluidos y los de su compañero ausente se vuelve a sentir vacío, abandonado a su suerte y eso duele.
En el campo de batalla pocas veces se encuentran, al igual que hay pocas oportunidades de verle en las oficinas del Hokage cuando hay que entregar el reporte de la misión terminada, aun entonces cuando se encuentran pasan uno al lado del otro como dos desconocidos, la máscara del jounin tapando no solo su cara si no todo de su persona e Iruka muerde por dentro su cachete porque no hay nada mas que sexo para olvidar las pesadillas y llenar por ratos el vacío de la soledad que ha dejado la muerte.
Kakashi entra por su ventana y se acomoda ahí en guardia, es su lugar por un tiempo quien cuenta los días para saber si es por mucho o poco tiempo; sólo se sabe que su rincón al lado de esta se intercambia por la calidez de las piernas de Iruka mientras termina sus reportes. No hablan de ello, pero las noches de sexo se alargan y las despedidas en la mañana son un beso perezoso difícil de cortar.
Ellos no hablan de eso, porque si lo hacen sienten la magia se romperá, porque ser amigos es difícil y ser amantes es aterrador pues la guerra fría sigue, los peligros asechan mientras ellos se besan, las lapidas se apilan mientras sus cuerpos se reconocen y la juventud se termina con más cicatrices en la psique que en el cuerpo.
Ambos llegan al acuerdo mudo de no ser nada hasta que les toca otra de tantas veces luchar.
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Sentidos
FanfictionNo son amantes, pero se besan cuando sus labios queman; no son amigos sin embargo, son el refugio del otro.