Tal vez no había sido el momento correcto, tal vez habían tomado una mala decisión, pero cuando eres joven y quieres ir contra el mundo, ninguna decisión es demasiado mala.
Todo comenzó por la noche, cuando luego de una agotadora caminata, Iwaizumi y él al fin habían llegado a la ciudad. Las calles ya estaban vacías a esas horas debido al frío infernal, así que se apresuraron a encontrar un motel donde poder dormir un par de horas, al menos lo suficiente como para seguir con su camino en la mañana. El lugar que encontraron no era el mejor del mundo, eso era seguro, pero podían permitirse pagar 40 piezas de carbón por ese cuartucho si era solo por esa noche.
-El cartel de no molestar esta a un costado de la puerta, procuren no hacer demasiado ruido.
Ambos fingieron no haber escuchado al atrevido recepcionista mientras tomaban las llaves y se encaminaban a la habitación lado a lado en un incómodo silencio, no era la primera ni sería la última vez que los confundían con una pareja, ya estaban habituados a eso, pero cada vez que sucedía los dejaba con una sensación que no sabían interpretar del todo bien, algo que los hacia extremadamente conscientes de la persona que dormiría a su lado. La habitación era pequeña, y solo había una única cama, donde a las justas entraban dos personas, y sospechaban levemente que no estaba hecha para una noche completa de sueño. Pudo notar a su Iwa-chan más nervioso que de costumbre, probablemente por los mismos pensamientos que él tenía sobre dormir juntos.
-Entonces... ¿Deberíamos poner el cartel de no molestar? Solo por si acaso, ya sabes.
-Vuelve a sugerirlo y te ganarás un golpe por pervertido.
-Iwa-chan, no tienes porque estar nervioso~ -Se dejó caer en la cama, al menos era cómoda. -Te prometo que seré gentil.
-Sigue soñando.
-Soñaré contigo entonces~.
Su amigo no contesto esta vez, y pareció quedarse pensativo por un momento. Conocía a Iwa-chan desde hacía años, prácticamente habían crecido juntos, y si estaba así de callado era porque alguna idea particularmente problemática daba vueltas en su cabeza. Lo contemplo en silencio unos minutos, dudando sobre si debería preguntarle que le estaba pasando, pero entonces volteo a mirarlo y solo suspiro antes de hablar.
-Oikawa, luego de entrar a la ciudadela de Ushijima... Y de salir seguros de allí... Hay algo que voy a decirte, algo que ya no puedo callar, y espero que estés dispuesto a escucharlo.
Decidió no contestarle, sentía que no hacía falta hacerlo, se conocían, se entendían sin palabras, y ambos estaban conscientes de que sin importar lo que el otro tuviera para decir siempre seguirían lado a lado. Se miraron a los ojos en silencio, con la creciente expectativa de lo que el futuro les traería, de todo lo que cambiará para ellos una vez todo estuviera dicho y hecho. Echados en la cama, uno junto al otro, sus pensamientos no los dejaban dormir, y el cuerpo caliente junto al suyo se sentía demasiado presente. Sintió una mano tomando la suya bajo las sábanas, y entonces, bajo el amparo de la completa penumbra de la habitación, no hicieron falta palabras para que sus labios expresarán lo que ambos estaban sintiendo.
~
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-Por favor dime que te queda una habitaron para un adulto y dos niños.
-Hey, soy un adulto también.
-Como decía, para un adulto y dos niños, es solo por está noche.
-Pues si, me queda una, es la del fondo -El de pelo castaño casi rosáceo, de ojos rasgados, y sonrisa burlona, les lanzó una llave que Hinata rápidamente tomó. -Espero que sea de su agrado.

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Nieve escarlata
FanfictionEl mundo ya no es como solía serlo, los tiempos han cambiado, el frío y la nieve cubren la tierra, y los corazones de la gente se han congelado también. En este mundo hostil donde sobreviven los más fuertes ¿Aun habrá lugar para el amor?