~ Rose ~

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Estoy despierta... Gracias por ser un dolor de cabeza despertador.

No sería la primera y tampoco será la última.

Deciendo por las escaleras buscando con la mirada a mi papá, quién yacía dormido en el sofa...
Él, sabiendo que tiene una habitación propia, se viene a dormir en el sofa.

Ya qué... Seguí mi camino hasta la cocina, abrí el refrigerador y saqué una manzana y la caja de leche.
Seré hermosa y todo, pero lo de señorita no.
Tomé de la mismísima caja su contenido para luego tragarlo con pesadez, mi garganta la tenía seca y la leche estaba muy fría.

Me estremesí por lo fría que estaba para después guardarla de donde la saqué.

Volví a la mesa en la cual dejé mi manzana y le dí un mordisco.

Miré a mi papá nuevamente para cerciorarme de que si estaba dormido sin parar de masticar la manzana.

Pasaron unos minutos y ya sólo tenía el corazón de la manzana en mis manos. Subí a mi cuarto en busca de una toalla y bajé teniendo lo que buscaba en mis manos.

Me metí al baño y esperé hasta que el agua se templara. Ya teniendo todo listo, me despojé de mi pijama y entré a la ducha.

Salía de ella cuando mi papá se encontraba en la puerta esperando que la desocupara.

-- ¿Terminaste? - Preguntó a lo que yo ascendí con cautela, buscando alguna señal de que el siguera ebrio. -- Bien, me toca a mí, por favor... - Pidió entrando por completo al baño.

Tomé mi toalla con tranqulidad actuada y salí con velocidad hacía mi cuarto.

Ya estando en el, veo la hora en el despertador... Tengo el tiempo ajustado.

Me apresuré en ponerme mi uniforme, mi mochila y salí de la casa, no sin antes despedirme de mi papá desde el marco de la puerta.

Pero antes de que pudiera dar otro pasó más, me topé con el cartero.

-- ¡Hola! ¿Tengo algún papel el cuál recibir? - Pregunté con ansias.

-- Si, toma. - Respondió con una sonrisa en su rostro.

Sacó del canasto de su bicicleta un papel rosado y uno negro.

Me llamó la atención.

-- ¡Gracias! - Dije cuando empecé a correr en dirección a mi escuela.

No tengo que llegar tarde, en el recreo leeré lo que me envío y sus respuestas.

Mis ansias se notan desde lejos.

Mensaje ArrugadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora