Aunque Parezca Imposible (TEYP Libro 3)

capitulo 12

POV AZUL...

Cuando por fin llegamos a casa de inmediato subí a las habitaciones de mis niños, deseaba tanto verlos aunque estuvieran dormidos, cuando entré a la de Andy no lo encontré así que fui hasta la de Gael pero tampoco estaba, me preocupe muchísimo y decidí buscarlos hasta encontrarlos, corría de una habitación a otra, podría jurara que parecía una loca

-oye cálmate, ¿que te sucede?- Paolo me detuvo, yo lloraba y gritaba, estaba muy preocupada

-no están, mis niños no están no los encuentro por ningún lado

-tranquila...cálmate ellos están bien, los llevé a casa de tus padres para que ellos los cuidaran, con tantas cosas no podría cuidarlos como se debe y pues tampoco quería arriesgarlos

-bien pero al menos pudiste decirlo antes, digo así no me hubieras hecho pasar el susto de mi vida

-de acuerdo, lo lamento pero es solo que se me paso, iba a decírtelo pero después de lo ocurrido no pude recordarlo, lo importante es que ellos están bien y no tienes nada de que preocuparte, ya mañana vamos por ellos, ahora ya es tarde

-si, tienes razón... - estaba mas tranquila después de saber donde estaban, noté que Paolo quería acercarse a mi

"tonta, tonta, tonta, date cuenta que este hombre que esta frente a ti es a quien tu de verdad amas, acércate a él y deja que te demuestre que te ama, te repito que no debes dejarte enredar en ese sucio juego de palabras"

Y al fin volví a obedecer a mi conciencia, tenia razón, unas palabrerías me habían confundido pero yo no podía permitirlo, ahora que lo tenia frente a mi volvía a sentir todas esas bellas cosas que siempre había experimentado a su lado

-¿vamos a dormir?

-si...- entramos a la habitación, ya ahí Paolo me examinó de pies a cabeza -¿que pasa?, ¿por que me ves así?

-¿de donde salió todo lo que traes puesto?- la molestia era evidente en sus palabras

-me lo dio Bakri...

-veo que te gusta, solo...no lo uses frente a mi...

-no te preocupes yo...yo me desharé de esto

-no tienes que hacerlo

-pero quiero hacerlo

-bueno es tu decisión - fue hasta el armario para prepararse a dormir y yo lo seguí, cuando se quito la camisa dejó a la luz  el vendaje que llevaba en el hombro, me acerqué a él

-¿te duele mucho?- con una mano toqué su hombro mientras que la otra fue directo a su pecho
-no tanto...mas me dolería perderte...te amo Azul, te amo demasiado y no te perderé

-Paolo... Yo estoy confundida, no me gusta estarlo, quisiera que las cosas no fueran así pero lo son

-si tu quisieras no lo estarías

-no es fácil...aunque sabes, lamento mucho lo que dije en el auto, quiero que sepas que no es cierto

-no te preocupes, eso lo se

-gracias... Solo quiero decirte que espero, que deseo que todo esto termine pronto, si he estado tan bien contigo en estos años, estoy segura de poder seguir, en realidad quiero seguir, es solo que con el enredo que cargo en mi cabeza me es difícil decidir o pensar con claridad, no es fácil para mi

-creer que lo entiendo, y no te preocupes que no pretendo presionarte pero eso no significa que no lucharé por ti, lo haré hasta recuperarte

-solo quiero que me respondas algo

-¿que cosa?

-¿cuanto me amas?

-mas que a mi propia vida para mi tu lo eres todo, se que aveces no lo demuestro y que me comporto de lo peor contigo pero si hay algo de lo que estoy absolutamente seguro es de mi amor  por ti - terminó con la poca distancia que quedaba entre nosotros

¨admítelo Azul, a pesar de las estupideces que te metieron en la cabeza nadie, absolutamente nadie te hará estremecer como lo hace este hombre¨

Y lo admití, era cierto, ¿por que hacerlo tan difícil?, lo amaba, claro que lo amaba, luego de abrazarme y mirarme fijamente...me beso...me beso y ese beso si que lo disfrute, en cuestión de segundos estábamos ya en la cama, posiblemente yo era muy fácil de convencer, indecisa, no podía sostener mi posición por mucho tiempo porque unos cuantos actos me hacían cambiar pero ¿que me importaba?, quería estar con él, con mi esposo, con el hombre a quien había escogido y de quien esperaba, unas cuantas palabras, no me alejaran 

Y así fue, amanecí en sus brazos, estaba mas que feliz, habíamos tenido una verdadera noche de amor, no podía negarlo, no pensaba permitir que me envenenaran en su contra, nunca mas. En la mañana todo fue normal desayunamos y luego fuimos a casa de mis padres quienes al verme se alegraron muchísimo, no deseaba que ellos supieran lo que había pasado pero como era de esperarse ya estaban enterados de prácticamente todo, no pude evitar abrazar y besar a mi hermano, bendito él que había estado conmigo cuando descubrí todo lo de mi hermana ya que gracias a él Paolo y mis padres ya sabían toda la verdad, cuando al fin pude ver a mis pequeños no quise separarme de ellos ni un instante, definitivamente eran lo que mas adoraba en este mundo, luego de un rato se regresaron a jugar pues tenia mucho que  hablar con mis padres 

-¿hija que es lo que harán?

-no lo se aun mamá, no hemos pensado en nada 

-lo primero que quiero hacer es deshacerme de los Assad para siempre, ya no puedo permitir que sigan viéndome la cara de imbécil

-bien pero eso no les será fácil

-pues no, no lo será papá, perro algo se nos ocurrirá 

-cierto- como Paolo y yo estábamos sentados juntos y me tenia brazada por el hombro se inclino un poco hasta besarme, hasta ahora estábamos bien, estábamos muy bien, no quería que eso cambiara y no pensaba permitirlo, no mas, estaba decidida a no dejarme traicionar por cualquier sentimiento absurdo que se cruzara por mi ser, a no dejarme llevar por la fascinación de unas cuantas palabras o buenos gestos, eso no pasaría, sabia a quien amaba y sabia que no me dejaría enredar por ningún idiota...