capitulo 19

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-Azul... Azul- Paolo la despertó, cuando abrió los ojos su sorpresa fue enorme pues no esperaba volver a ver a Bakri en toda su vida

-eh...¿que pasa?, ¿que haces aquí?

-hay algo muy importante que debo decirles 

-te escuchamos- Azul se sentó junto a su marido quien la abrazo muy posesivamente

-bien pues aviso que pueda que no me crean pero es cierto. Esta mañana se presentó en mi casa Mariana, ella llego decidida a que yo aceptara su sucio plan de aliarnos para separarlos y bla, bla, bla; como ya se podrán imaginar si estoy aquí es porque no acepte 

-pues lo lamento pero yo no te creo- Paolo no creyó ni una sola palabra de su negativa ante la propuesta mientras que Azul no daba crédito a lo que oía, solo podía sentirse aun peor 

- me esperaba eso, pero no creo ser tan idiota como de haber aceptado y venir a contarles todo esto, tiene sentido, solo arruinaría todo

- y si tan cierto es lo que dices, dime, ¿por que no aceptaste?, no dejas en paz a mi esposa, esa propuesta hubiera sido muy conveniente para ti 

-no acepte por la simple y sencilla razón que de hacerlo solo conseguiría que mi cielo me odiara- de inmediato Paolo lo fusiló con la mirada- yo pretendo quitártela con mis propios medios, no acepte porque eso solo le causaría as daño a Azul y yo lo que menos quiero es verla sufrir mas

-gracias...- Paolo no dio crédito a lo que su esposa dijo, ¿en serio le agradecía?, le estaba restregando que no la dejaría en paz, no podía agradecerle, claro que esos solo eran los pensamientos de un sosos celoso, muy, muy celoso 

-¿gracias?- habló molesto 

-no tienes que agradecerme cielo mío, no quiero que sufras mas, solo puedo decirles que Mariana ha terminado de enloquecer, vine de inmediato porque no se que piense hacer pero se que tranquila no se quedará, ella quiere alcanzar a toda costa su objetivo, esta desquiciada y en su estado puede ser capaz de cualquier cosa, deben ambos cuidarse y cuidar a su familia porque esa mujer esta cada vez mas loca 

-bueno yo... debo reconocer que me dejas sin palabras, no hubiera esperado nunca esto de ti, claro que aun te odio pero las cosas como son, debo agradecerte por prevenirnos de todo esto, ya me estaba preparando para algo similar, pero nunca se sabe que estrategia pueda tener en mente - Paolo se puso en pie

-solo quise ayudar, aunque no nos podamos ver ni en pintura hay algo que ambos queremos cuidar y sabes bien quien es- ambos voltearon hacia Azul-  sabes bien que lo que ambos menos deseamos es verla sufrir, por eso pues y solo para esto- aclaró Bakri- considero que seria mejor que estuviéramos unidos, digo, seria por alguien a quien proteger y alguien a quien acabar, les dejo la propuesta, piénsalo bien, por esta vez creo que seria conveniente ya que como te repito la mujer que ambos queremos puede  correr grave peligro-  Bakri salió de la habitación y se fue de la residencia

-¿como te sientes?- Paolo volvió al lado de Azul 

-no lo se... no se como se supone que debería de sentirme, no me siento bien pero creo que ya ni siquiera soy capaz de sentirme mal, esto me lo temía, aunque confieso que esperaba que si sucedía se aliaran 

-el tipo no es malo después de todo, le faltan unos cuantos tornillos pero malo no es, al menos no por ahora- sin nada que decir Azul simplemente buscó refugio en los brazos de su marido quien sin resistencia la recibió, la recostó en la cama para luego colocarse a su lado a la vez que ella se acomodaba en su pecho  y de esta forma intentar calmar el inminente llanto que comenzó a brotar de aquellos bellos ojos café que tanto le gustaban, estaba destrozada, su hermana se había convertido en un monstruo sin corazón, no podía imaginar que estaba pasando por la mente de Mariana pero de una cosa si podía estar segura, no era nada bueno, ahora temía por sus hijos, por su esposo y por su propia vida, como deseaba entonces que su hermana hubiera o encontrara a alguien que fuera realmente para ella y desistiera de todo, por desgracia no era tan sencillo, no en cada esquina se iba a encontrar un buen partido, y menos con la actitud que ella se cargaba, estaba encaprichada con tener algo de lo mucho que Azul tenia y que sin saberlo, sin quererlo le causaba recelo a su hermana pequeña

-tranquila mi amor, todo estará bien, todo esto terminara, todo se resolverá pronto y de la mejor manera posible, ya lo veras

-es... es lo que mas deseo... ya quiero que toda esta... esta pesadilla se termine- hablaba sollozante, no conseguía calmarse por mas que lo intentara no era sencillo 

-y así será, pero debes tener claro que muy probablemente el único lugar en el que tu hermana no pueda hacer daño, si no reacciona, es un... un manicomio 

-lo se y me duele... aun intento ver en ella a la linda niña que fue siempre, claro que nunca tuvo el carácter mas agradable del mundo pero así la queríamos, era una niña buena, amable, un poco enojona pero siempre sabia sonreír, era tan linda y eramos... eramos las mejores  amigas... siempre lo fuimos, siempre fuimos muy unidas y me duele ver como esta todo ahora por mi culpa 

- amor mío no es tu culpa, deja de cargar con esa responsabilidad, fue ella quien tomó esas decisiones, no debes culparte por eso

- pero no lo puedo evitar 

-pero debes hacerlo, no es justo que tu te quieras echar a los hombros toda esta carga...si quieres buscar un culpable después de ella pues... quizá seria yo...

-¿y tu por que?, eso es aun mas injusto, tu no tienes la culpa de nada

-ni tu tampoco, pero quizá fui demasiado bueno con ella y puede que haya confundido mis actos, no lo se...





Aunque Parezca Imposible (TEYP Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora