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- Erick, ¿porque precalculo es difícil?

- ¿Difícil, dices? - dejo de escribir para ver a su amigo -. Es muy fácil, otra cosa es que te duermas en clases y no entiendas las tareas - recalcó levantándose de su sitio acercándose a él -. ¿En donde ocupas ayuda?

- En la cuatro - señaló, Erick empezó a leer el problema -. Y lo de quedarme dormido, me pasa por trabajar, ya lo sabes.

- Yo solo sé que tu jornada del trabajo termina a las diez, llegas a casa a la media, y que te duermes hasta la una por andar jugando en ese jueguito que te compraste - dijo tomando el lápiz de Christopher y señalando los errores -. Aparte este problema ni siquiera trata sobre sacar el coseno.

- ¡Ni siquiera sé que es eso! - se quejo, recostó su cabeza en la mesa -. Soy un fracaso.

- Si, si lo eres. Pero aquí estoy para ayudarte en lo que necesites, así que pon atención que no repito...



Estaban en el departamento de Christopher, como todas las tardes, antes de que él se fuera a trabajar, haciendo la tarea para apoyarse en lo que ocupen...o mejor dicho para que Erick ayude a Christopher a no reprobar.

- ¿Te he dicho que te quiero? - preguntó Chris, mirando con cariño al chico parado al lado suyo.

- Ni se te ocurra...- no pudo terminar cuando ya estaba entre los brazos del castaño siendo apapachado por él. Erick se removió tratando de tomar distancia pero Chris no se lo permitía, le gustaba ver como su amigo le era renuente a su amor.

Fue el sonido del teléfono de Erick que detuvo aquel revuelo...

- ¿Y si es mi mamá? - preguntó Erick aún en el abrazo.

- ¿Crees? - lo soltó. Erick corrió hasta su teléfono y atendió la llamada, que no era de su mamá.

- ¿Que paso?

- ¡TE NECESITO! - gritaron del otro lado.

- Sabes que estoy contigo en las buenas y en las malas, pero hoy no puedo, ¡adiós!

- ¡NI SE TE OCURRA COLGARME! Y SI LO HACES VOY A TU DEPARTAMENTO.

- Agh, ¿que quieres?

- ¿Que parte de te necesito no entiendes?

- ¿Que tarea te falta?

- ¡A mi la de precalculo!

- La del maestro que habla muy bajito.

- Ahora voy y te explicó.

Christopher frunció el ceño y camino hasta estar atrás de Erick, no le gustaba cuando lo dejaban de lado. Se acerco lo suficiente pasando sus brazos por la cintura de este y poniendo su cabeza en el hombro, sin obtener una reacción paso a su plan B. Morder el hombro del ojiverde.

- ¡AYYY! ¡PENDEJO NO MUERDAS!

- ¿Morder? ¡Ah! ¿Ya tienes un perro?

Christopher hizo caso omiso a lo dicho por Erick, y este rodó los ojos.

- Joel, ¿sigues ahí?

- Si, al parecer andas muy entretenido con tu nueva masco...

- ¡YA! ¡VETE A TU LUGAR!... ¿Que decías?

- Nos vemos al rato - rió y colgó la llamada -. Me va a escuchar ese niño.


- ¿Desde cuando muerdes?

- Desde que no me hacen caso.

- No estabas hablando.

- No, pero te solté solo porque "era tu mamá" la que llamaba.

- Pues no fue ella.

- No me digas - Erick rodó los ojos.

- Ahora tendré que ir a que me inyecten para que no me pase nada, sueltame - Christopher abrió la boca ofendido. Apretó su agarre.

- Ahora te aguantas, hasta que te disculpes te suelto y no te vuelvo a invitar a mi departamento.

- No podrías vivir sin mi.

- ¿Apuestas? - Erick giro un poco su cabeza con el ceño fruncido al escuchar la confianza en la voz de su amigo.

- No podrías vivir sin mi - repitió viendo los ojos del contrario.

- ¿Apuestas? - reto. El ojiverde desvío su mirada al frente imaginando como serían sus días sin Christopher y temió por que algo así ocurriera.
Sería dejar todo lo que hacia tanto en el edificio, como en la escuela.

- Pero que bonita escena estoy viendo - una voz lo sacó de su ensoñación, Christopher lo soltó y él se movió por sus cosas, y así de desubicado camino a la puerta de la casa -. ¿No te quedarás a comer? - preguntó Yenny, la mamá de Chris. Erick atinó a negar, y sin siquiera despedirse salió del departamento -. ¿Que hiciste? - cuestiono Yenny posando sus manos en su cintura y alzando una ceja.

- Estoy igual de sorprendido que tu - contesto guardando sus cuadernos -. Ahora vengo - salió corriendo.

- Estos niños de ahora - negó.

Christopher corrió tras él, bajo las escaleras que lo separaban de su amigo...para encontrarse a él y a Joel abrazados.

No quería interrumpir aquel momento, así que retrocedió, alejándose lentamente.

- Ya esta la comida.

- Ya voy, ma - llegó a su cuarto, agarro la almohada mas cercana, se cubrió la cara y gritó, se desahogo -. Soy un idiota...tanto que no sé que hice mal.

Después del momento camino al comedor para acompañar a su madre como si nada hubiese pasado. Y Yenny sospechando algo, no quiso preguntar nada, no por ahora.

















Soulmates ||CHRISERICK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora