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—Jugaremos al escondite para cambiar todo esto, todo lo que quiero es el sabor que tus labios permiten, Mi Dios, oh dame tu amor—

A la mañana siguiente Hoseok salio del cuarto de huéspedes, se encontró a un Jimin a medio vestir con su viejo pijama y a su esposo abrazando a este. Ambos se quedaron petrificados al ver a el pelirrojo. Este solo siguio de largo a la cocina para empezar a preparar su desayuno y el de su marido.

—Yoongi... Me gustaría salir contigo hoy, si es posible.

Dijo el menor tratando de sonar normal, esa tarde quería llevarlo al edificio abandonado en donde se habían dado su primer beso. Quería tratar de recuperar algo de su amor...

—No, que asco salir con alguien que no tiene ni un poco de dignidad.—Yoongi se estrangulo internamente por decir aquella mierda, el no quería lastimar a su esposo, por eso mismo necesitaba que lo odiace.


Necesitaba matarlo con sus palabras.




Hoseok empezó a llorar en silencio, término los hotcakes y los sirvió manteniendo su mirada en el suelo. Su vista se elevó luego de limpiar sus lágrimas, le sonrió a el de mirada gatuna.

—Entiendo, por favor, desayunen tranquilos... Debo ir a la agencia a evaluar una cosas.

El se marchó de la cocina entrando a el cuarto que ambos compartían. Segundos después empezaron a escucharse sus hipidos, Él lloraba.

Salió con nuevas ropas, una linda camisa de mangas largas y unos pantalones levemente ajustados.

—Tengan una linda mañana...

Dicho eso se fue, y Park empezó asentirse mal.



—Fuiste muy cruel con el y conmigo... Me trajiste aún sabiendo que el estaba, Yoon, eso fue poco humano...

Y Park se fue dejando a un Yoongi arrepentido y muy solo.   

-Give me love- YoonSeok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora