HAYDEN BLAKEOdiar a Lanna se iba a convertir en mi pasatiempo favorito.
Había puesto un despertador para estar lista a las diez de la mañana para poder ir a la biblioteca de la universidad, un sábado, sí.
Ah, pero no fue posible llegar a las diez porque cuando mi despertador sonó no me desperté, pero Lanna sí. Lo mejor que hubiera podido hacer era despertarme, pero no, lo único que hizo fue apagar mi despertador y volver a dormir.Y no me hubiera despertado de no ser por mi padre llamando como todas las mañanas.
Pero mi pregunta es; ¿Por qué no me desperté con mi alarma y sí con la llamada de mi papá?
No lo sé, pero odio a Alanna más que todos los días.¿Tuve tiempo para desayunar?
No¿Tuve tiempo para ordenar mi habitación?
No¿Y todo esto gracias a quien?
A la chica que vive conmigo; Alanna.Llegué a la biblioteca con sudor y mi cabello despeinado -mas que siempre- aunque no haya tardado mucho tiempo gracias a que nuestra casa queda unas calles del instituto. Y el problema no era que llegará tarde a la biblioteca, el problema era que antes de la una de la tarde tenía que pagar la renta, y para mi mala suerte hoy era mi ultimo día para hacerlo.
La vida es una mierda.
En la biblioteca habían muchas personas gracias a que era sábado, había una chica haciendo su tarea probablemente, en otra mesa había un grupo de chicos estudiando y en la mesa del fondo había un rubio leyendo.
Su cabello era mas lindo que el mio, eso era bastante notable.Me acerqué a la mesa del rubio con pasos lentos, escaneando cada repisa para ver si encontraba algún libro que hablara sobre fantasmas, demonios o lo que sea... pero como siempre, fracasé.
No vi ningún libro relacionado con espíritus; solo ciencia, historia, matemática, geografía o algunas obras clásicas de romance.
—Hola— El chico levanto su cabeza, mirándome... sin respuesta —¿Como te lla... no, en realidad no me importa como te llames, quiero saber si puedo sentarme a tu lado, el lugar esta lleno— El chico nunca desvió sus ojos para otro lugar que no fuese mi rostro.
—Claro— Volvió su vista al libro que estaba leyendo, como si nunca hubiese intercambiado palabras conmigo.
Me senté a su lado izquierdo y comencé a sacar mi libreta y un bolígrafo, hasta que me di cuenta que faltaba una cosa, la única razón por la que había ido a la biblioteca, lo único que faltaba era el maldito libro.
—Oh— Fue lo único que dije para luego levantarme y dirigirme hacia la bibliotecaria, quien por su apariencia podía decirse que tenia 19 años.
—¿Necesitas que te ayude en algo?— Dijo la chica de baja estatura levantándose de su silla
¿Como le llamaría a eso? "Oh necesito libros que me hablen de personas muertas que se aparecen en vida a humanos en forma de fantasmas"
—Claro, necesito algún libro... ¿Paranormal?— Traté de que mi petición sonara lo mas firma posible, pero pareció mas una pregunta que orden.
—Oh sí, sí, ¿Quieres alguna historia trágica de sirenas? ¿O tal vez una historia miedosa de demonios?
Estúpida.
—No, creo que no me hice entender, quiero un libro informativo sobre fantasmas, seres que mueren y vuelven en otro aspecto físico, ¿Ya me entiendes o te lo explico mejor?— Dije recalcando la ultima oración, nunca he sido una persona tolerante y no pretendía serlo con la chica tonta que se encontraba en frente mío.
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Oasis | lrh
Teen Fiction"Se enamoró de las espinas de la rosa más que de sus mismos pétalos. Aún así amaba cada parte de su rosa." ROMANCE JUVENIL 2019