LUKE HEMMINGS
—¿Hacia donde estamos yendo? — La chica que sostenía mi mano me miro unos segundos y rodó los ojos.
—Callate, Luke. Ya te dije que es un lindo lugar... No te estoy secuestrando o algo así.
Hace unas semanas Hayden me habló sobre el tema de su madre. Me comentó que cuando ella tenía 17 su madre enfermó, dijo que fue horrible para ella. "En el día visitaba a mi madre el tiempo en que no estaba estudiando, en la noche si no estaba buscando curas para ella, estaba llorando. No tienes idea de lo angustiante que era. Cada que sonaba el teléfono tenía el temor de que fuera del hospital para decirnos que mamá había muerto. O cada que mamá dejaba de responder nuestros mensajes teníamos un gran debate en si seguía viva, era completamente un infierno. Hasta que finalmente ella se fue" me dijo tratando de tragarse todas lágrimas, hasta que al final se quebrantó y lloró mientras yo no sabía qué hacer. Nunca he sido bueno con el llanto.
Al día siguiente me amenazó con que si llegaba a decirle a alguien, "podía olvidarme de crear una familia", no planeaba hablar con nadie de eso pero igualmente aparenté sorpresa y le dije que no iba a contarle nada a nadie.
—Dimelo ya, por favor—contesté creando un falso puchero, mientras que ella me miraba burlona y luego de unos segundos, reímos al mismo tiempo.
Y la verdad era que en el poco tiempo que llevaba conociendo a Hayden, me agradaba, realmente me agradaba. Pero nuestras personalidades eran muy similares, por lo cual chocabamos en muchas cosas, una de ellas era que los dos solíamos ser muy agresivos para contestar, entonces cada que alguno preguntaba algo, el otro armaba un pequeño caos entre los dos gracias a una respuesta agresiva, por alrededor de cinco minutos, para saber que esa pelea terminaría en un insulto y risas.
Al pasar de las semanas veía a Hayden más delgada, sus mejillas estaban desapareciendo, al igual que su pequeño busto y sus costillas se marcaban más. Sus dedos se ponían morados y era muy sensible al frío. Solo comía al menos unas 8 veces a la semana, y en cuatro de esas comidas, vomitaba todo luego. La apreciaba, realmente lo hacía.
—Ya llegaremos, solo te dire que es un lugar bonito con mucho amarillo— dijo, para luego tomar una liga y recoger su cabello anaranjado en una coleta.
Caminamos por mucho tiempo por un monte con muchos árboles y pájaros, que volaban de rama en rama y cantaban mientras que mi corazón también lo hacía, gracias a lo feliz que me estaba sintiendo en ese momento. El suelo era en tierra; claro, no había mucho pasto entre tanto árbol, unas cuantas veces me resbalé; y Hayden pudo disfrutarlo todas esas veces, mientras que cuando ella se resbalaba, yo me asustaba gracias a que mi mente me gritaba lo frágiles que podrían ser sus huesos. Pero mi tranquilidad retomaba su forma cuando escuchaba a Hayden carcajear gracias a sus propias caídas.
—¿Sabes lo que es un Oasis?— preguntó cuando llegamos a la parte de la montaña donde ya no habían árboles, ni tierra, todo estaba despejado y había césped, junto con varios girasoles, lirios y flores color lavanda, según Hayden, estas flores se llaman "Azafrán", eran casi tan hermosas como estaba el cielo esa mañana.
—Era ese el lugar donde estaban Adán y Eva, ¿no?
—Ese es el edén, rubio idiota— Negó con la cabeza mientras sonreía.
Reímos al unísono.
Y entonces, pude percatarme de que nuestras carcajadas construían la más hermosa melodía cuando sonaban juntas.
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Oasis | lrh
Teen Fiction"Se enamoró de las espinas de la rosa más que de sus mismos pétalos. Aún así amaba cada parte de su rosa." ROMANCE JUVENIL 2019