Parálisis vital.

3 0 0
                                    


Emoción inmóvil que nadie percibe, dualidad interna, hipocresía premeditada... Nos hemos sentenciado de por vida, ambos descuidándonos continuamente, esperándonos en tu manifestación más rebelde a la puerta de mi casa. Qué ingenuos timadores de sueños, siempre creyendo en un tiempo inmortal, posponiendo la alarma con un día más, continuamente desacertados desde que yo me instale en el mundo. Entonces te obligaron a mudarte y cuando me avisaste, como siempre, mi contestador no te quiso registrar. Y aquí sigo yo por inercia con el botón de repetir bien apretado, derrochando de nuevo lo único que aprendimos que no podemos recuperar. 

Para mí, para mañana.Where stories live. Discover now