Enamorandome De La Persona Equivocada |Editando|

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Hyuk

— por favor Bin —me inque a su altura— no llores más —pase mis dedos por sus mejillas para limpiar sus lágrimas—

— ¿Y cómo quieres que este? ¿Brincado de felicidad por saber que no puedo tener hijos? —sus lágrimas volvían a salir—

— si es necesario —todo sea por el— yo seré el que tendrá al bebé, pero de que tendremos un hijo lo tendremos

— No necesito tus lastimas —sorbio su nariz— yo encontraré la manera de tener a mi bebé —dicho esto se levantó del sofa—

— Hong Bin —comencé a llamarle— espera por favor —al terminar de decir esto el ya estaba camino a la planta alta. Frustrado paso una mano por mi rostro—

El silencio reino en el apartamento, tengo miedo por Hong Bin, el puede llegar a ser muy obsesivo con algo y no se rinde hasta conseguirlo.

Meto las manos en mis bolsillos y me dirijo hacía la planta alta, tengo que hablar de este tema con el, no será nada fácil pero tengo que hacer la lucha. Camino hasta esa puerta marrón que se encuentra cerrada, estiró mi mano para tocar pero unos sollozos me detienen.

— perdón Hyuk —apego mi oreja a la puerta y sostengo mis manos en ella— se cuanto querias un bebé, y yo no puedo cumplir tu sueño, papá tenía razón, no sirvo para nada.

Bajo mi mano hasta la perilla y con cuidado giro de ella, lo encuentro tirado en la cama con una almohada entre sus brazos, sus ojos están más que rojos, esto ah sido un golpe fuerte para ambos.

— Hong Bin —musito casi en un susurro, cierro la puerta y me dirijo hasta el—

— Hyuk por favor vete —sorbe su nariz— quiero estar sólo

— No me iré —me siento a su lado— no te dejaré sólo en esto —comienzo a acariciar su cabello, dándole pequeños masajes— podemos buscar otras formas de obtener un bebé.

Su mirada se conecta con la mía en busca de una respuesta, sonrió levemente. Sus lindos ojos ahora están hinchados y con un leve color rojo, me siento tan impotente por no saber que hacer.

— Podemos adoptar —sus palabras me toman por sorpresa, asiento y se coloca sobre sus rodillas— ¿Podemos hacerlo ahora?

— descansa un poco —paso una mano por su mejilla— lo haremos mañana

Asiente y esos lindos hoyuelos se marcan sobre sus mejillas, sonrió y doy un beso en su frente para después abandonar la habitación.

Hong Bin

No puedo mas, necesito a mi bebé, necesito tenerlo entre mis brazos, poder comprarle ropa y pasar todo el tiempo con el.

Espero unos minutos después de que Hyuk salió, me acerco hasta la puerta y asomo mi cabeza por esta —No hay rastro de el— tomo unos lentes de sol y salgo de la habitación sin hacer ruido alguno.

—El centro comercial sería un buen lugar para hacerlo—, me colocó los lentes una vez que estoy cerca, mi bolsillo comienza a vibrar, tomo el celular y lo apago, no quiero perder más tiempo.

A lo lejos puedo divisar una pequeña niña sentada en el borde de una banca, sonrió al ver lo hermosa que es, sin pensarlo me acerco a prisa hasta ella —Eres perfecta— musite para mi mismo, extiendo mis brazos y abro y cierro mis manos como un niño pequeño, por impulso la pequeña alza sus bracitos y la tomo entre los míos —vamos a casa—

Salí de ahí sin prisa alguna, no quería levantar sospechas, mi vista se centra en ella, no puedo creer que tenga a mi pequeña princesa, una sonrisa se forma en mi rostro.

— pa..pa —la miró y su manita se abre y cierra como si quisiera tomar algo o más bien como si quisiera algo—

— No —niego repetidamente— papá está en casa

Sigo mi camino hasta llegar a casa, no puedo ocultar mi felicidad, quiero gritar a los cuatro vientos lo feliz que me siento por tener a mi hija.
Meto la llave en la cerradura y doy vuelta, quiero ver la cara de Hyuk al ver a nuestra pequeña.

— Hyuk —comienzo a llamarle— ¿Dónde estás babo?

— Hong Bin —musita mi nombre mientras baja las escaleras con gran rapidez— ¿En donde... —para en seco y observa a la niña— ¿Porque hay una niña en tus brazos? —examina a la pequeña y se va acercando—

— Ella es nuestra hija —sonrió y el imita el gesto, sus ojos se iluminan al escuchar las palabras, extiende sus brazos y se la doy con cuidado—

— ¿De dónde la has sacado? —Su vista sigue enfocada en ella—

— Eso es lo de menos —Me acerco hasta donde Hyuk— tenemos una hija