Oasis- Tercera parte

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Siento la brisa acariciar suavemente mi cabello, siento el susurro del viento, diciéndome que todo estará bien, siento la calma adentrarse en mi pecho de a poco mientras escucho atentamente cada mínimo sonido del extenso bosque.
Percibo con mis sentidos, animales acercándose, insectos volando y manifestándose con sus distintivos sonidos, hojas cayendo desde los árboles más altos que he visto, tan altos y extravagantes que no sabré nunca si las hojas que siento caer, cayeron por días desde las extensas copas.
Con mis pies y brazos descubiertos puedo sentir la humedad de la neblina cayendo suavemente en el pasto, el cual me ayudará a reconocer cualquier presencia que se me acerque.
A lo lejos puedo escuchar aves de la noche cazar y otras alimañas con garras escalando las ramas, las cuales no veo, en realidad no puedo ver nada, absolutamente nada, sólo tengo mi propia compañía y una promesa de sangre latente en mi cabeza. Como sea pasaré esta prueba por ti, Gea…

18 años atrás…



Gea:- No corras pequeño Din!- sonriente e iluminada por los rayos del sol.

Hlodin: - Mamá no soy Din, llámame Hlodin!- gritando a lo lejos, mientras seguía corriendo por el pastizal- si no te llamaré Gea!.

Gea: - Está bien mi hombresito, te llamaré Hlodin pero no corras tan rápido - mientras paraba y posaba sus manos en las rodillas para descansar de la agitación.

Hlodin: - ¡No! ¡Atrapame! - mientras acelera más su corrida, recorriendo las flores y espantando a cuál mariposa se le cruce.

 De Repente, Hlodin se topó con alguien, chocando su cabeza en las piernas de aquél adulto.

Hlodin: - Lo siento señor… - mientras miraba arriba, buscando el rostro que no se admiraba por los rayos del sol.

 Éste elfo adulto, procede a agacharse y decirle: - ¡Ey! ¿Que ya no reconoces a tu padre? Ven aquí, otra vez escapando de tu madre?

Hlodin:- ¡¡Papá!! - Abrazándolo con fuerza - ¿Dónde te habías ido? No te ví en la mañana.

Draco: - Fui a vigilar la zona Hlodin, es necesario hacerlo diariamente, cuando seas grande entenderás.

Hlodin: - ¡Pero papá, ya soy grande! Quiero ir contigo, porfavor.

Draco: - No insistas Din, tu mamá nos mataría - revolviendo su dorada cabellera - ¡Shh! ¡Ahí viene!

Gea: - ¡Ya estoy vieja para andar corriendo! - dijo quejumbrosa mientras se estiraba con manos en la cintura hacia atrás, haciendo sonar su columna vertebral.

Draco: - Querida, apenas tienes 305 años, estás espléndida como siempre. - mientras se acercaba y tomaba su mano, mirándola - Jamás me cansaré de decírtelo.

 Seguido de sus palabras, le dió un beso en la suave piel de la mano de Gea, tersa y blanca, la cual aparentaba tanto de rostro y cuerpo como una joven de 25 años o menos aún.  

Hlodin: - ¿Ya terminaron? - Tapándose los ojos con sus pequeñas manitos de 7 años de edad.

Draco: ¡No! ¡Para ti también hay besitos! - aferrando  con fuerza y llenándolo de besos por toda la cara mientras lo tumbaba al acolchonado pasto.

 Gea también se le unió haciéndole cosquillas al pequeño.

Hlodin: - ¡Jajaja¡ ¡Ya paren mamá, papá! - riéndose tirado en el pastizal- ¡No me maten!- recuperando el aire de la risa, ya que estos se habían detenido.

Gea: - ¡Bien! - levantándose y sacudiendo el pasto de sus prendas - ¿Vamos a cocinar?

Hlodin: - ¡¡Sii!! ¡Vamos! - levantándose rápido y agarrando la mano a su madre.

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