Capítulo Uno.

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Eran alrededor de las seis, Tom me envió un mensaje de texto avisando que ya estaba abajo.

Tomé mi cabello en una especie de coleta, dejando caer a los costados de mi cara algunos mechones sueltos. Tomé mi bolso de equipaje y bajé.

- Nada de exceder los límites - ordenó papá mientras besaba mi frente.

- Cuidate, no hagas nada malo - avisó mamá detrás de mi.

- ¡Hey! Tranquilos, sólo es una noche ¿Vale?

Abrieron la puerta de la entrada y ví a Tom ahí parado.

- Tranquilos señores, yo cuidaré hasta el último momento de Ella - interrumpió.

- Eso espero. Bueno jóvenes, no hagan cosas malas, y supongo, pasensela bien.

Nos despedimos de mis padres, Papá me encargó con Tom por enésima vez y entramos al auto.

Tom Morgan, ha sido mi mejor amigo desde que tengo uso de memoria; de algún modo él ha sido como un primo, o tal vez como un hermano para mí. Nos conocimos en la guardería, donde mamá iba a dejarme todas las mañanas antes de ir trabajar. En ese entonces tendríamos unos cuatro años de edad, eramos apenas unos molestos mocosos, que correteaban de un lado a otro, que peleaban por los juguetes y por los caramelos.

Actualmente Tom es mi mejor confidente, mi mejor compañía, mi mejor amigo. Es un tío atractivo, con ojos azules, un alborotado cabello color café, un adecuado cuerpo tonificado para la edad de sus 19 años y una estatura de metro setenta. Un completo ocurrente, pero también un tío maduro.

- Dime, ¿Dormiremos en habitaciones separadas?

- Roncas demasiado, no sería mala idea - reí.

- Podría compartir cuarto con James.

- Y yo con Nathalia - terminé la oración.

- Vale, nos ponemos de acuerdo después.

- Vale, ¿Cuánto es de camino? - desvié el tema.

- Tardará un poco, duerme mientras cariño.

Tomé mi Iphone, conecté los audiculares y prendí la música. Tom volteó la cabeza y sonrió al verme. Cerré mis ojos y supongo, me dormí.

A lo lejos del sueño sentí que el auto se detuvo. Abrí mis ojos y me encontré con Tom, quien tomaba mi brazo levemente.

- Vaya, ¡Si que eres una holgazana!

- ¿Y tú no lo eres? - pregunté.

- Tal vez. - rió - Hemos llegado princesa, Buenos Días - bromeó.

- Buenos días - sonreí - ayudame con mi equipaje - exclamé tirando mi bolso.

- Ayuda con la comida, está atrás - me entregó las llaves.

La parte trasera del auto de Tom era un completo desastre; Papeles, envaces vacíos y algo de ropa se encontraban esparcidos en el espacio. Tomé la canasta de comida y fuí hacia Tom.

- Tienes que limpiar ese desastre o te juro que no subiré más a ese auto.

- Lo haré princesa - rió.

- Hablo en serio.

- También yo - rió aún más.

Del bolso de su pantalón tomó otra llave y la sacó. Entramos al juvenil pero lujoso hotel. Por unos minutos caminamos por pasillos, pero no encontramos la habitación.

- Pueden dejar sus cosas en mi cuarto, y si quieren luego van al suyo - interrumpió Nathalia tras de mi. ¡Gracias al Cielo!

- Hola amiga, Te lo agradecería, ya me harté de buscar la habitación.

Reímos

- Vale, te llevaré al mio. Podría decirle a James que duerma con Tom, así tenemos el cuarto para nosotras.

- En serio, Gracias.

Nathalia era la mejor, estudiamos juntas desde el quinto grado, en realidad desde los parvulos, pero nos comenzamos a llevar mejor en esos años. Una guapa chica castaña casi rubia, con un rizado cabello largo y ojos café claro.

Me condujo hasta su cuarto, en cuanto entré tiré mi bolsa y me dirijí al cuarto de baño.

Tomé un baño de media hora, opté por usar una falda al largo de medio muslo, un top azul que llegaba abajo del ombligo, una chaqueteta color negro y unos altos tacones del mismo color. Mientras que mi amiga optó por un vestido de dos piezas, falda negra y blusa naranja.

Iríamos al club del hotel, acompañadas de Yisell, Stacey, Tom, James y Sebastian.

- Vaya, ¡Luces inceíble! - auncié al ver a Nathalia.

- Gracias ¡Igual tú!

- Vamos a buscar a los tarados de Tom y James.

Rió - Vale.

Nos encontramos finalmente con Tom y James, Yisell llegaría con Sebastían, y Stacey demoraría un poco.

- ¿Champán, Mojito o Margarita? - gritó Tom en medio de la música.

- Empecemos con el Champán

- Buena elección, vendré luego.

Busqué a Nathalia y la observé.Coqueteba con James y él no parecía molestarse, al  contrario, también le seguía el juego. En aquel preciso momento en el que los observaba, entró Yisell con Sebastían.  Trás de ella entró Stacey, la llamé para que se sentara a mi lado.

Tom demoró demasiado con el Champán ¿Acaso fué a comprar el Champán?

Platicamos mientras con Stacey, a quien para nada le costó encontrar pareja; minutos después ya estaba bailando con un apuesto chico.

- Siento mucho la demora - Tom pusó dos copas y una botella de Champán en la mesa.

- Vaya ¿Te quedaste atorado cagando en el baño o algo?

Soltó una carcajada.

- No, el bar estaba repleto.

- Vale. ¡Abre la botella de una vez!

- Claro Chica.

Abrió la botella, sirvió una copa y luego la otra.

- Por más noches como la que viviremos hoy.

- ¡Amén! - choqué mi copa con la suya.

Last NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora