Capítulo Nueve.

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Toqué la puerta número trece, anuncié quien era y de inmediato me dejaron entrar. La primera imagen al entrar, fue Nathalia y James tomados de la mano, pero al verme entrar se soltaron. Reí.

- ¿Creen que soy estúpida?

- ¿Por qué dices eso? - contestó ágilmente James.

- ¿Acaso ustedes creen que yo creo que lo único que han hecho es tomarse de la mano?

- Bueno, si te refi..

- Me refiero a que ustedes dos - los señalé acusando - hicieron más que tomarse de la mano anoche.

Nathalia rió por lo bajo, James me veía como un asesino y yo me mordía el labio aguantandome la risa. Pero en fin, no había llegado hasta ahí para acusarlos.

- Bueno, chicos con mucha pena debo pedirles algo.

Lamentaba arruinarles sus planes, pero necesitaba ayuda, necesitaba consejos, necesitaba hablar con alguien, que, increíblemente, no quería que fuera Tom.

Tom.. vaya, la conversación con el había sido algo difícil, y el final, ni hablar. Me dijo que era una inmadura, que sólo había sido una noche de tragos y que debía olvidarlo todo; yo.. yo le dije que se fuera al diablo y que era un despreocupado. Me sorprendía el hecho de que había sido fuerte al retener mis lágrimas y reclamos, pero bueno, no duraría mucho que digamos.

- ¿Me quieren llevar de vuelta a casa? Porfavor - supliqué.

- Claro que sí, ¿verdad amor? - vió de.reojo a James.

- Un honor..

- Hey chicos ¿Y sus planes?

- Serán para otro día - James tomó su toalla - iré a tomar un baño.

- Nathalia, en serio no quiero arruinar tus planes con James.

- No lo harás, porque tú estas en nuestros planes también.

- Te he dicho cuánto te quiero.

- Y yo a ti - se acercó más - ahora, dime que pasó.

- ¿Tú crees que soy inmadura?

- Ninguna persona es del todo "madura".

- Madurar es para frutas ¿no? - emití un pff de burla hacia mi misma.

- Lo es - rió conmigo - nah, ya en serio.

- ¿Sabes? Tom me dijo que era una inmadura y creo que tiene razón; pudo haber sido una apuesta, pudo haber sido un juego tonto, ¡hasta un baile ridículo! Y yo.. lo tomo como la peor tragedia - solté una pequeña lágrima.

- Se gritaron, ¿no es así?

- Sabes, siento como haberle gritado a mi padre o a mi madre - reí - me siento fatal.

- Ustedes dos tienen una bella relación, las relaciones no son únicamente de novios, y ustedes tienen una distinta a eso.

- ¿Una distinta a novios?

- Exacto, es un colapso entre relación de amigos, hermanos y hasta cierto punto de padres.

- Cuidamos uno del otro.

- Vas entendiendo.

- Ajá..

- A donde voy es, todas las relaciones tienen momentos de confución, pero cuando realmente son "relaciones" todas la confusiones se aclaran.

- ¿Que aclare todo con Tom me estas diciendo?

- Tom Nunca buscó conflicto contigo, a él tal vez también le aterraba la idea de que lo habían hecho, pero el no siguió el juego, porque no quería pelear contigo.

- No quería arruinar nuestra "relación".

- Nunca deseó hacerlo.

- Iré a buscarlo - abrí la puerta - te salvaste de llevarme de vuelta a casa.

Reímos

- Uf, gracias al cielo - bromeó.

- Gracias Nathalia.

Cerré la puerta, y comencé a caminar hacia la habitación donde estaría Tom, pero vaya sorpresa, no fué así. La habitación estaba en orden, mis bolsos estaban encima de la cama y todas la demás cosas, de Tom, ya no estaban. Tom Morgan se había ido. Respiré, tomé mis bolsos, y entregué las llaves en la recepción. No me molesté en buscar a Yisell, pues aseguraba que ya no estaba en el hotel; y de Stacey, ni hablar luego de la fiesta ella debía irse al exterior a trabajar por un tiempo. Tomé un taxi y me subí en el, le indiqué que me llevara a Te&té, un restaurante de deliciosa comida. Tenía 8 llamadas perdidas y 3 mensajes de Nathalia, pero decidí no arruinarle sus planes con James, así que le envié un mensaje diciendo:
¡Todo funcionó! Gracias, y suerte hoy con tu chico.

Que bien me sentía por Nathalia al decirle "tu chico", James era el chico de sus sueños, ¿cómo no sentirme bien por ella?

Al entrar al restaurante, pedí una granita sabor kiwi, pero antes de irme eché un vistazo por el área de juegos infantiles.

Alguien se acerco a mi lado izquierdo y dijo por lo bajo:

- Tienes 4 razones por las que frecuentemente sonríes.

Uno. Cuando ves dulces.

Dos. Cuando lees un libro.

Tres. Cuando estas con alguien que amas.

Cuatro. Presisamente en este momento, cuando ves niños reír.

Me dí la vuelta, le dí un abrazo y me recosté en Tom.

- Adoro ver a los niños reír, porque me identifico en ellos, tal vez por eso sea algo "inmadura" - reí.

- Nadie es del todo "Maduro" - besó mi cabeza.

Last NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora