Ya habían pasado dos semanas después de la pelea que tuve con el Alonso, dos semanas en que no me habla ni pa' decirme la hora.
—¿Va a venir su pololo mi amor? -me pregunto mi tía Meche, a quien yo le decía mami -.
—No se aún mami, no he hablado con el, pero la verdad no creo y ya es tarde -las cosas con el Thomas últimamente no han estado muy bien-.
—Bueno, en todo caso yo iré donde la Fabiola en un ratito más, por favor, si vendrá compórtense.
—¿El Josué ya llegó? -pregunté-.
El Josué es uno de mis primos, hijo mayor de mi tío Fabián, mayor que yo por 2 años, pero quedo repitiendo y por rebelde su mamá lo mando desde España hasta aca a vivir con nosotros.
—No mi amor, el vuelo lo tiene para mañana, tal vez el Fabi quiera que lo acompañes.
—¿Y donde está mi tío ahora? -pregunte-.
—Fue donde el Alonso, a pedirle un favor.
No les pasa que mientras menos quieren pensar en una persona, tu entorno siempre las nombra ¿qué onda? ¿qué te hice destino?
Yo sé que varios deben decir que soy la reina de las hueonas por seguir con el Thomas, y si, el me ha pegado y me dice cosas feas. Pero para mí entrar a este nuevo mundo fue complicado, y salir lo es aún más, a ratos en mis momentos de lucidez comprendo que él no me puede tratar de esta forma, y pienso en terminar la relación, pero luego recordar que tendré que contarles a todos, desilusionarlos por permitir que mi pololo barra el piso conmigo, los va a destrozar.
Y aún así a veces creo que el Thomas tiene razón, nadie va a querer estar con una mina así, he subido y bajado de peso, ahora tengo estrías y marcas en la piel, no tengo autoestima ni confianza para presentarme al resto, soy un corderito asustado y por último, llevo un pololeo de 1 año y 3 meses, y el Thomas se ha encargado de divulgar o aparentar que hemos tenido relaciones.
Y con eso, yo he escuchado a mis compañeros de curso, decir que nadie va a querer estar con una mina usa'.
—Mami, ¿te puedo preguntar algo? -no sabía cómo abordar este tema, pero desde que estoy con el tomás tuve que acostumbrarme a mentir-.
—Por supuesto mijita, dígame -para demostrarme que tenía su completa atención, dejo el género que tenía en sus manos sobre la mesita y se limpió las manos en su vestido-.
—Es que, mira, hay una amiga que tiene pololo, y él no le pega, pero si le dice cosas feas, y el otro día le vi unos moretones en su brazo, ¿que debería hacer mi amiga? -en cualquier momento sentía que se me quebraria la voz y me delataría sola-.
—Hmm, yo pienso que tu amiga debería quererse más, si no nos queremos nosotras nadie más lo hará mi amor, lo que está viviendo con ese cabrito es violencia psicológica, el no tiene derecho a decirle cosas feas, nadie tiene el derecho de hacerla sentir mal. Debería conversar con alguien, pedir ayuda, de la violencia psicológica ese niñito avanzará rapidito a la física, y talvez no ahora ya, pero en unos meses, o en unos años puede terminarla matando, porque se le pasó la mano, por rabia, por pena, por celos o ese "amor enfermizo" que ellos supuestamente sienten -se paro de la silla y se corrio al lado mío-.
—¿Tu que piensas del Thomas mami Meche? -nada mejor que las palabras de mamá para hacerte sentir mejor-.
—Bueno, tú sabes, jamás me ha gustado, tu eres una niña muy linda que merece ser mirada, que merece gente que te digan lo preciosa que eres y este niñito yo siento que trata de aislarte del mundo, de meterte en una jaulita para que sólo él pueda tenerte y eso a mi no me gusta -se paro a servirse un juguito de frambuesa y continuo- Sin embargo, yo tengo cierto vecinito que si es de mi agrado, el si te merece, buen cabro, aplicado, respetuoso, de casa, no es mujeriego, el si vale la pena, el Alonsito te mira con unos ojitos...
—¿Ojitos de que mamá? Tu Alonsito ni me mira -me reí-.
—Claro que te mira, y tu a él también, ambos se miran con ojitos de amor.
—Mamá no te entiendo, el Thomas no te agrada, siempre me dices que no pololee, que aún estoy chica, y ahora me dices que el Alonso me merece, ¿No que los hombres son un cacho? -me reí de sus cambios de opinion repentinos-.
—¡Y es cierto, son un cacho todos! Pero si vas a decidir compartir tu vida, y hacerte de un pololo que será un cacho, necesito asegurarme de que al menos si te haga feliz. Y no me digas que el otro te hace feliz, te veo bajoneada, callada con el, escuchas que yo hablo del Alonso con tu mamá y te ríes solita, te brillan los ojitos al pensar en el, eso es amor de verdad mi amor, abre los ojos.
Desbloquee mi teléfono y entre a Instagram, y ahí lo vi. Mi amor de infancia, mi crush, mi primer amor, mi ap, mi primer corazón roto.
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slvalonso Quiero verte y mis ganas lo saben🙍🏻♂️
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Mi mamá ya se había ido donde su amiga, mientras buscaba algo en netflix para entretenerme un rato, seguía pensando en su foto, en el, en su carita y en nuestra última conversación.
No se porque, talvez subconscientemente mi cerebro admitió que estaba mal todo lo que yo estaba haciéndome, debía aprovechar ese momento de lucidez y decírselo a él, que me ayudara a pelear con todo esto.
Estaba decidida, admitiría la verdad con el Alonso, ¿que iba a perder? nada po, el tenía razón, es por mi bien.
Me coloqué las zapatillas lo más rápido que pude, fui al perchero a sacar las llaves del poleron, me amarré el pelo buscando el resto de valentía que necesitaría.
Y justo ahí, sonó mi teléfono.
Thomas🐻💓 Tenemos que hablar. Estoy afuera. Ábreme.
