Día 3: Shock

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Aviso: AU Escolar sin quirk 

Donde Jirou se da cuenta de que le gusta Kaminari... 

 

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Al principio no quería aceptarlo. Se negaba a admitirlo rotundamente, eliminaba de su cabeza cualquier pensamiento que tuviera al respecto y se obligaba a distraerse en otra cosa.

Fingía que no sabía, que en su pecho no ocurría nada en lo absoluto cuando lo veía, que era solo una reacción de su cuerpo al ver a un amigo. Así como cuando sonreía al ver a Yaomomo o se le llenaba el corazón de alegría al compartir el rato con sus amigas. Algo casual, completamente normal, común.

Por supuesto, sus palmas sudadas no tenían nada que ver con aquel chico idiota que lograba decir más tonterías en un minuto que cualquier otro. Eso se debía al calor dentro del aula, de igual forma se encontraban en verano.

Su pequeño tic de estar moviendo los audífonos entre sus dedos tampoco estaban relacionados con el rubio. Al fin y al cabo, siempre fue una chica un poco ansiosa y necesitaba tener algo en las manos para relajarse. No era porque le pusiera nerviosa verlo.

Denki Kaminari no podía gustarle, no había manera.

¿Por qué tenía que ser él? Un chico inquieto y una chica tímida no podían encajar. Él era siempre risas y bromas, ella en cambio prefería la tranquilidad. Y los chistes de hoy en día no le producían gracia alguna. Así que era obvio que él no podía gustarle.

Así que lo declaró mentalmente, dándole punto final a aquel asunto.

No le gustaba Kaminari. Fin del tema.

Jirou suspiró, recostándose en su asiento un poco más relajada.

—¿Qué sucede, Kyouka? —le preguntó su amiga Momo, quien estaba de pie al lado de ella y escuchando la conversación que estaban teniendo las chicas justo detrás de su asiento.

Antes de que pudiera contestar, unas risotadas sumamente conocidas se hicieron escuchar en el aula. Aizawa-sensei todavía no llegaba, por lo que todos aprovechaban el momento para charlar sobre el fin de semana y bromear con cosas absurdas.

Jirou quiso eliminar de inmediato aquel latido que presionó contra su pecho en cuanto alzó la vista y lo observó. Sus ojos lo encontraron de inmediato, a pesar de que estaba casi oculto por Kirishima y Sero.

Al parecer el chico pelirrojo había dicho algo y provocó unas carcajadas estruendosas en Kaminari.

Jirou casi tuvo el impulso de restregarse los ojos y fijarse si no estaba viendo mal. Si aquel resplandor, ese fastidioso brillo que parecía rodear al chico rubio cada vez que sonreía era solo un engaño visual o era real.

No, ya lo sabía. Sabía la razón por la que todo lo que comprendía al rubio poseía un fulgor que podía dejarla ciega si no apartaba la vista.

Era tan brillante que lo odiaba.

Apretó su chaleco en un puño justo en la zona donde quedaba su corazón, gruñó con molestia y golpeó su frente contra la mesa de su asiento.

—¿Kyouka-san? —preguntó Momo, escuchándose preocupada—. ¿Te encuentras bien?

—No pasa nada, Yaomomo. Solo necesito procesar algo con lentitud o perderé la cabeza.

Momo dudó unos segundos, quizás pensando en si era adecuado preguntar a qué se refería, para luego decir:

—B-bueno, espero encuentres la respuesta a eso que te preocupa.

Estuvo a punto de soltar una risa seca y golpearse con más fuerza en la superficie de madera.

Solo estoy demasiado impactada porque acabo de aclarar que me gusta Kaminari y realmente no sé qué hacer al respecto.

—Gracias, Yaomomo —murmuró.

Se esforzó en intentar calmar sus latidos hasta que el maestro entró al aula y empezó a dictar la clase del día. Y mientras escribía lo que Aizawa-sensei tenía en la pizarra, su corazón se agitó con más fuerza que antes.

Al fin y al cabo, él estaba justo a su lado. Tan solo unos centímetros lo separaban, podía alargar la mano y lo alcanzaría con facilidad.

Soltó un suspiro y frunció el ceño, borrando una palabra que había escrito mal. Demasiadas distracciones juntas y eso que apenas estaban en su primer año.

A Jirou le quedaba un largo camino por delante. 



Nuestro cielo estrellado |KamiJirou Week 2018|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora