Jack: Tranquila, no llores -susurró mientras acariciaba mi espalda. Seguramente esta es la primera vez que consuela a una chica y no lo culpo.- Realmente no sé cómo se hace esto -me imaginé- Pero sé que las princesas no lloran, y no por toda esa cursilería de la corona -reí bajito- ¡Conseguí hacerte reír! -dijo victorioso y yo me separé de él-
Tú: Gracias, rubio
Jack: Sé que no me incumbe, pero... ¿qué te pasó?
Tú: -suspiré- Todos están en el hospital por algo ¿no? Pues, mi amiga sufrió un accidente y digamos que no se encuentra en sus máximas condiciones -susurré
Jack: Lo siento
Tú: ¿no te acuerdas mi nombre, verdad? -dije divertida mientras me sentaba en donde antes estaba, sólo que ahora Jack estaba conmigo
Jack: En realidad..no -rió junto a mí
Tú: Genial, chico olvidadizo, huh?
Jack: No sabes cuánto -reímos
Tú: Gracias por quedarte, realmente necesito pensar en otra cosa.
Jack: No es problema -sonrió- No me mal interpretes, pero más que nada hago esto porque sé que ya te conocía, no sé de dónde, pero voy a descubrirlo chica misterio
Tú: ¿Chica misterio? -reí- Lindo apodo, rubio -lo golpeé levemente en el hombro
Jack: ¿Eres mujer o algo así? -se sobó el hombro dramáticamente-
Tú: Digamos que convivo con hombres el 90% de mi vida -reímos
Y ahí nos quedamos los dos, sentados, conversando de cualquier cosa random que se nos venga a la mente. Realmente necesitaba dejar mis problemas de lado un rato, ya que Maia no es la única que ocupa mis pensamientos. También estoy procupada por los chicos, dentro de dos semanas tendremos la final del campeonato estatal de skaters y yo no podré estar con ellos. Sé que son buenos en eso, pero por algo soy la capitana. No esperaba quedarme más de una semana, pero ahora que Maia está en coma...Mierda, sencibilidad de nuevo.
Jack: Y entonces me quedé pensando: ¿Por qué no? y pues, lo hice -rió, pero al ver que yo no lo hice se dio vuelta para verme- Oh no,¿hice algo mal? -me abrazó preocupado
Tú: No -limpié algunas lágrimas- Es que estoy un poco sensible, perdoname, Jack, no suelo llorar nunca, ni siquiera cuando mis padres se separaron, pero es que ella es muy importante para mí, no-no quiero que algo malo pase -escondí mi cabeza en su hombro-
Jack: Todo estará bien, ya verás
Tú: Jack, Maia está en coma, nada está bien. Necesito a mi mejor amiga.
Jack: No traigas las malas vibras, señorita negativa -reí- Si es que realmente ella está ahí todavía es porque es fuerte, está luchando lo más que puede para abrir esos ojos y volver a lo normal.
Tú: ¿Enserio?
Jack: Claro -sonrió
Me levanté del suelo aún limpiándome las lágrimas. Ya era tarde y de seguro los señores Collins deben estar preocupados.
Tú: Gracias, Jack, eres un buen amigo -sonreí- Pero tengo que irme ahora, los padres de Maia deben estar buscándome
Jack: ¿Te llevo?
Tú: No hace falta -sonreí de lado
Jack: No creo que te acuerdes el camino -se levantó mirándome con una sonrisa burlona-
Tú: -bufé- Tienes razón, rubio
Caminamos en silencio, ninguno hablaba, sólo miraba el suelo. Antes de poder decir algo ya estabamos en la puerta del hospital. No me había dado cuenta de lo grande y blanco que era por fuera hasta ahora.
Jack: ¿Nos vemos luego? -sonrió
Tú: Claro
Jack: Tal vez podamos vernos mañana en el mismo lugar en el parque
Tú: ¿A las 3 está bien, rubio? -reí
Jack: Sí -sonrió y empezó a caminar hacia la calle, pero antes de llegar se dio vuelta y me saludó con una enorme sonrisa- ¡Adiós!
Tú: Adiós -reí
Entré al hospital y fui caminando lentamente hasta la sala de espera, pero no había nadie. ¿Se habrán olvidado de mí? No, no lo creo
Fui trotando hasta uno de los escritorios grandes de ayuda al cliente y apoyé mis codos para poder ver mejor a la chica que estaba detrás. Teía unos veite años como mínimo, era rubia platino -obviamente teñida- y con el uniforme muy ajustado.
xxx: ¿Qué se lo ofrece? -me miró mientras se limaba las uñas.
Tú: ¿Se encuentran los señores Collins aquí? Los padres de Maia Collins una paciente
xxx: ¿La chica que está en coma?
Tú: Sí -cerré mis puños tratando de controlar mi furia-
xxx: No lo sé
Tú: ¿No se supone que tendrías que saber? -pregunté entre dientes
xxx: Si estas aquí para ver a tu amiguita casi muerta deberías irte, no permiten visitas que no sean de la familia
Tú: ¿cómo le dijiste?
xxx: ¿Eres sorda?
No le di tiempo de decir una palabra más, pues ya estaba encima de ella tironeándole sus estúpidas extenciones de puta, sí eso dije, p u t a. Unos brazos fuertes me agarraron por la cintura tratando de alejarme.
Tú: No vuelvas a faltarle el respeto a mi amiga -grité mientras le pegaba una piña, claro, ella no llegaba ni a tocarme.
Desconocido: Déjala, no vale la pena -susurró mientras trataba de separarme, pero no lo lograba- Si sigues con esto algún doctor vendrá y te inyectará anestecia para que te calmes -gritó. Ahora si obedecí, odiaba las agujas. Dejé a la puta esa en paz y el chico el cual me sostenía me sacó rápidamente de ahí, antes de que cualquier otro me vea.- ¿Estas loca? -susurró casi gritándome.
Tú: Esa perra le faltó el respeto a mí amiga que está a punto de morir, se lo merecía -bufé calmando mi ira, pero a la vez subía mi tristeza.
Desconocido: Lo siento, no quería gritarte, pero a una amiga le pasó lo mismo y la mantuvieron en el hospital por días
Tú: No importa -bufé nuevamente mientras acomodaba mi ropa toda arrugada.
Desconocido: ¿estás bien? Nunca vi a una chica tan fuerte en mi vida -dijo ahora algo ¿asustado?
Tú: Sí, ahora si me disculpas, tengo que buscar a alguien
Desconocido: Te vi llegar junto a Jack, él nunca habla con chicas ¿eres su novia?
Tú: ¿Qué? ¡No! -intenté irme pero me agarró del brazo
Desconocido: ¿Cómo te llamas?
Tú: Púdrete -me solté de su agarre enfadada. ¿Quién se cree? Piensa que por ser guapo me va a tener a sus pies, já. Estaba caminando, ya estaba lo bastante lejos, pero no pude evitar escuchar lo que dijo
Desconocido: Me llamo Cameron, un gusto conocerte, novia de Jack
