Capitulo 31

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Pv's Damian Wayne

La mejor maldita noche de mi vida, hemos hecho el amor como locos, dudo que mañana camine, pero mierda que es increíble esta mujer. No lo digo solo porque tenga sexo con ella, si no porque es inteligente, ágil, hábil, astuta, cálida y serena, es malditamente perfecta.

Acaricio su rostro mientras la veo dormir tranquilamente en mi cama; las sábanas mojadas de sudor hacen que se peguen a su cuerpo así apegándose a sus pechos y todo su cuerpo, los recuerdos de anoche invaden mi cabeza y solo puedo sonreír mientras abrazo su cuerpo.

-Damián...- susurran sus precisos labios

-Buenos días mi amor- le digo besando su frente- ¿Cómo dormiste?

-Bien ¿y tu?- dice ella dando un bostezo y acurrucándose en mi pecho.

-Increíble y mejor a tu lado - Le sonrió mientras ella se levanta de la cama, pero cuando realiza la acción Rae cae al suelo -¡Rachel! ¿Estás bien?

-Por Azarath Damián, mi piernas parecen no responder - Me levanto y la tomo estilo princesa para luego depositarla cuidadosamente en la cama.

-Te llevaré al baño y te haré un masaje en las piernas, espero que a tus músculos le sirvan.

Entre al baño y largue el agua caliente, espere que se calentara para comenzar a llenar la tina, luego apague el agua para ir por ella. Ya en su baño comienzo a mover mis manos lentamente por sus muslos sintiendo lo contracturados que están, luego por su pierna hasta llegar a sus pies, cuando siento que sus músculos están menos tensos la dejo para que se termine de lavar y yo aprovecho de cambiarme, saco de mi armario un jeans azul y una camisa blanca junto con mis zapatos negros de siempre.

Voy a la cocina donde saco el cereal de un estante, una leche del refrigerador y los té de hierva que ella tiene en una caja para luego hervir agua. Cuando esta hirvió le serví un té con pan con mermeladas y un cereal, subí todo a mi habitación y dejé la bandeja en mi escritorio, luego abrí las cortinas y hice mi cama, fui a ver a Rachel quien se está secando su larga cabellera con una de mis toallas enrolladas al cuerpo. Cuando termina le tiendo una de mis sudaderas que le quedan bastante grandes y le doy su preciado té de hierbas.

-Que lindo detalle, quien pensaría que supieras hacer un pan sin quemar la cocina, Gracias... Te amo Damián, gracias por seguir a mi lado.

-Yo igual te amo Rae y no sabes maldiga mente, gracia por ser mi novia- Me da una bella sonrisa y luego mira el calendario en la pared.

-Oye, estamos en diciembre ¡falta poco para navidad! Pongamos un árbol de navidad.

-¿Tenemos?- cuestión yo, no creo que ella posea tales cosas en esta casa.

-No, esa el la mejor parte, vamos a comprar un árbol y decorarlo a nuestro gusto.

Ella termina su desayuno y se va a su habitación, mientras que yo retiro las cosas para lavarlas en la cocina. Es aún de mañana así que llegamos de sobra a la Universidad. Busco entre mis cosas mi computador y mi tableta para meterlas en la mochila y así esperar a Rachel en el sillón.

Luego de unos minutos ella baja con un Jeans a la cadera y una playera sin tirantes o mangas, como que se sujeta por arte de magia. Usa uno de mis viejas sudaderas junto con unos cuantos accesorios como anillos y collares. Toma una mochila negra y mete su celular junto con su billetera, toma mi mano para ir a buscar el auto. Camino a la Universidad me comenta que luego de entrenar y hacer las tareas en la torre iremos al centro comercial por el santo árbol.

Solos tú y yo •••Damirae••• [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora