Solos tú y yo •••Damirae••• [EDITANDO]

Capítulo 39

Pv's Damián Wayne

No aguanto, no puedo aguantar más. Cada día se siente como un maldito infierno. No es fácil tener el control en esta misión, se dice que ya nos han puesto el ojo encima, pues se filtró una especie de rumor que estamos encubierto y todo este cuento ocurrió porque a la persona que me prometieron es la secretaria que contraté hace un mes ¿cómo carajos iba a saber yo que estaba metiendo alguien así en mi empresa?

Por otro lado, Bruce me felicitó al notar que tenía una buena relación con la chica, por lo que me pidió que adelantara lo más posible el pedir su mano... si tan sólo fuera tan fácil, siempre pensé que la persona que le pediría matrimonio sería a Rachel... a mi Rachel quién no veo hace casi más de un año.

Me desespera saber que es como si no hubiese existido, no hay rastro de ella, parece sólo una simple ilusión o sueño que tuve cuando era más joven. Parece ser que los demás titanes lo hubiesen olvidado, pues un nombre nunca sale de sus bocas. Para mí no es así, sueño con ella todas las noches, pienso que un día despertaré y ella estará mirándome desde el marco de mi puerta, pero cada día que despierto y no es así, se vuelve todo más difícil... quizás tenga que aceptar que ya no volverá.

Desde que comencé una especie "relación" con mi nueva secretaria, su aspecto cambió bastante. Si se hubiese presentado así el primer día sin duda le hubiese despachado sin siquiera oír una de sus palabras. Su blusa con pronunciado escote mostrando su abultados y plásticos senos, su falda deja nada a la imaginación y como habla ahora, no se parece en nada a lo elegante y sofisticada que era mi Raven.

Estaría mintiendo si digo que se ve mal, pero es muy provocativo para mi gusto, sin embargo a Jonathan parece gustarle bastante. Ella cree que él no me ha contado de las múltiples aventuras que han tenido durante estos últimas semanas, claramente a mí no me interesa... mi relación con ella es por seguir las instrucciones de mi padre.

Cómo así la hubiese invocado, ella entra a mi oficina usando una falda roja y corta, y una blusa blanca semi transparente y muy apretada. Deja unos cuantos papeles en mi mesa para luego sentarse frente a mí y sonreír. Suspiro agotado de su actitud arrogancia.

-Damián, cómo pediste te puse en lista todos los requisitos para unir las empresas con Alemania- Dirijo mi mirada a la montaña de papeles que me ha entregado... si no fuese porque la necesito cerca por esta misión de mierda, yo lo hubiese despedido porque no sabe hacer nada, es una idiota e incompetente- Damián, Cariño te ves pálido, ¿te encuentras bien? - Me dice ella dando la vuelta al escritorio para sentarse sobre mis piernas, sin embargo mi buen amigo Kent siempre entra en los momentos más oportunos. Cuando lo miró le hago una simple seña para que me ayude a salir de esta situación.

-Bien, vete de aquí, tengo que hablar con el jefe y la secretarias trabajan afuera, no dentro de la oficina del y menos sobre sus piernas- Menciona colocando sus manos en sus bolsillos a la vez que se sienta en uno de los sillones que tengo.

-No me puedes hablar así, no trabajo para ti.

-No lo hagas más difícil y por favor vete- Le respondí yo sin siquiera mirarla o tocarla. Ella se levanta de mis piernas para salir derecha e indignada ante la actitud que hemos mostrado los dos. Cuando desaparece por las puertas Kent ríe y saca comida China de una bolsa para colocarla en una mesa de centro.

Cómo ya es costumbre hace varios meses, antes de comer saco mi cajetilla de cigarros para fumarme uno o dos con la compañía de mi subdirector. Hablamos un rato de mi supuesta boda, de la gente que debería invitar y de qué él se encargará de organizar una despedida de soltero sólo para nosotros dos. Aunque no me gusta mucho su idea, pues desde que llegamos aquí he visto más droga y burdeles que nunca. De todas formas iré con él, no sé aún cuál es su límite y me da susto que se pueda intoxicar, quedando solo tirado en las calles de una gran ciudad.