Fox

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‒‒ Fox un joven de 17 años, su cabello es de un rojo potente, sus ojos son de un color ámbar tan bellos como fieros, tiene una hermosa tez blanca que por sus pocos recursos no es capaz de cuidar adecuadamente. Su personalidad es algo difícil, es alguien agresivo y problemático pero eso no quiera decir que lo es todo el tiempo, su forma de actuar se debe a el lugar en el cual se crío cuando solo era un niño, él tenía que sobrevivir para ser capaz de cuidar a sus seres queridos y lamentablemente su inocencia no duro mucho en aquellos alrededores, se fue poco a poco convirtiéndolo en lo que menos deseo y en un cerrar de ojos era tan solo un inusual buen sueño recordar cuando la inocencia y ingenuidad inundaban sus días;tiene una hermana menor llamada Meg con la cual no se lleva tan bien después de un suceso que ocurrió cuando eran más jóvenes, los dos tienen un molesto orgullo lo cual hace que no admitan sus errores y se disculpen por sus acciones en el pasado.

‒‒ Nuevamente como otros días su tiempo la pasaba en la detención por algún roce que tuvo con algún chico del instituto, su tiempo estaba siendo desperdiciado nuevamente por tener otra pelea, sus heridas se trataron como siempre antes de ir a detención y lo único que pensaba hacer era dormir en esa interminable hora en la cual la profesora no le importara los comportamientos de sus estudiantes, para Fox todos los profesores eran una mierda, fingirían preocuparse por sus estudiantes pero al fin y al cabo solo le importa su reputación y dinero, aquel pelirrojo sabía como funcionaba el mundo y por eso mismo le gustaba darle la vista gorda cuando le preguntaban sobre ello, realmente no era algo por lo cual se mataría la cabeza, la humanidad para el ya estaba perdida incluso antes de que naciera y aunque la gente jurara que no es cierto o diciendo otra excusa a todo eso, es por que no sabía como era la situación donde vivía, el miedo era algo normal en el lugar donde creció, ya no sabía cuantas veces había peleado con hombres que intentaban violar a algunas jóvenes o incluso niñas, ya no sabía cuantas veces alguien había muerto sin que algún ser querido llorara por su perdida, no llevaba la cuenta de todas esas cosas horrorosas por las que mucha gente pasaba a diario y sinceramente no querría saberlo, no, no por que el solo sea un completo ignorante o porque tenga miedo de perder la esperanza en la humanidad, esa tontería de tener esperanza en la humanidad se había ido al caño demasiados años atrás aunque uno intentara arreglar aquello siempre habrá maldad en el mundo, ya sea por deseo propio o no, su única manera de intentar solucionar todo era a bases de golpes y el sabía que eso no iba a cambiar absolutamente nada pero aunque sea solo un poco quería impedir algunos eventos que para el futuro sea algo traumático... como lo que le sucedió a él y si eso lo hacía un criminal o un delincuente entonces lo aceptaría sin dudarlo, aún si eso le daba mala fama de ser alguien rudo y agresivo entonces valía toda la pena llegar a casa con moretones, sangre y en ocasiones con alguna herida grave. Miro a su alrededor, veía como la gente lo ignoraba y se mantenía alejado de él, "No te metas con Fox.", "El lastimo a The Golden boy.", "Me dijeron que es un delincuente." "El seguro mato a alguien."; el no hablaba de sus hazañas porque lo veía como algo ridículo ¿Ser alabado solo por se una buena persona? El sabía de lo mala que era la sociedad pero... ¿Tan mal están por aplaudir a alguien solo por hacer un acto bueno? Preferiría tragarse sus acciones para el solo y dejar que el mundo piense lo que quiera de él, después de todo solo el sabe quien es y con eso se conformaba mientras que para los adultos el era otro chico rebelde y inmaduro del montón el no quería cambiar eso por la simple razón que ellos no sabían su historia y no le interesaba sus opiniones, golpes o criticas ya que el se levantaría y mostraría su dedo medio mandándolos a la mierda, si eso lo convertía en alguien inmaduro para la sociedad entonces el con gusto lo aceptaría.

‒‒ Por el momento solo dormiría hasta que se termine toda esta basura;al despertarse, sus ojos se encontraron con un salón desierto, su maestra ya no estaba y los demás ya se habían ido de allí por obvias razones pero algo que le resulto extraño fue aquel trozo de papel que posaba en el pupitre en el que se encontraba, agarro aquel papel que no era tan relevante para el en ese momento y miro el contenido que llevaba aquel papel y si era algo relevante, después de leer lo que estaba escrito en aquel papel simple su mente no podía comprender la razón de aquella extraña pregunta, lo que le resultaba más inquietante era que el dueño de aquella miserable hoja estaba en anonimato por lo cual no podía saber si era una broma, para nadie era un secreto que la mayoría de las chicas estaban envidiosas de lo que tenía Joy, era una chica dulce, millonaria, inteligente y muchas cosas que ellas anhelan ser, el chico de ojos ámbar siempre era demasiado descuidado cuando se trataba de temas que tenía que ver con las mujeres y mucho peor que la envidia en aquellos seres tan hermosos, aunque debía admitir que también como muchos detestaba a Joy no por su belleza sino por su comodidad económica, a tan temprana edad podía administrar una empresa como si fuera algo sencillo, no tenía que preocuparse por lo que valla a comer, tampoco sobre si ese día se ganaría el suficiente dinero para pagar la renta. Su vida nunca podría a ser similar a aquella rubia de encantadora personalidad, eran de clases sociales diferentes, tenían diferentes amigos, su personalidades eran incompatibles y sobre todo su reputación no era una mierda. Agarró un lapicero/bolígrafo que se encontraba en el piso junto con más basura.

"¿Te agrada Joy?"

"No comprendo la razón de esto pero no tengo nada en contra de ella pero realmente se cree que por ser millonaria y tener un negocio por ella misma es intocable, intenta ser humilde y es irritante verla allí intentado hablar con aquellos que no tiene su misma situación económica diciendo cosas hipócritas, eso me hiele la sangre, todos sabemos que es una niña rica y que no tiene problemas por serlo.

‒‒ Fox"

‒‒ Guardo aquel lapicero/bolígrafo y con su respuesta ya lista camino por los pasillos en dirección al casillero abandonado, a Fox no le importaba ser descubierto por alguien, al fin y al cabo nunca se involucraba en los asuntos de la chica de ojos azules, no tiene una amistad con la muchacha aunque por todo el contrario sabía que ocurriría exactamente si su hermana lo descubriera pero él pelirrojo era indiferente en ese tema, ella hacía lo que quería y al chico de ojos ámbar no haría ya nada;la que alguna vez trato como su querida hermana menor ya no volvería, aunque suplicara para que vuelva a sus sentidos nunca volvera a ser lo que alguna vez fue, lamentablemente se volvió exactamente como una muñeca de porcelana sin vida. ‒‒ Te convertiste en lo que odiabas tanto. ‒‒ Balbuceo mientras depositaba la respuesta, a lo lejos una voz llamaba al oji ámbar quien continuo su camino sin necesidad de preocuparse por algún sentimiento incomodo aunque sabía que alguien observaba sus movimientos esa persona no haría nada para meterse con el "chico malo" de la escuela.

‒‒ Siempre eres una persona impredecible, ¿No es así? ‒‒ Un bufido y unos pasos alejándose de aquel pasillo fue lo único que se escuchaba. Esta vez su siguiente victima sería alguien famoso. ‒‒

¿Satisfechos? (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora