James
Salí del edificio con paso apresurado, llegué hacia la avenida en la que transcurrían un montón de automóviles y personas.
El hecho de ver en sus rostros lo bien que se sentían me hizo sentir peor.
Joder esto era horrible.
Jamás pensé volver a verla, las posibilidades de un reencuentro se habían reducido a menos tres cuando me mude hacia Europa.
Y sin embargo aquí estoy, tratando de tomar distancia de la mujer por la que me avergüenzo de mis acciones cuando más me necesitaba, de la que dejé sin ningún adiós, la responsable por la que mi corazón no pueda responderle en su totalidad a la persona que me espera en Inglaterra.
Mis manos tocaron mis rodillas, tratando de recuperar el aliento después de aquel hecho.
De sólo recordar cómo sus ojos dolidos me miraban, hacía temblar mi cuerpo. Ella tampoco esperaba verme.
Y detesto sentir e imaginar que ella si rehizo su vida tal y como esperaba. Por eso aquella mirada tan intensa llena de sorpresa.
Mierda , no entiendo que me pasa, pero creo que muy en el fondo de mi corazón, anhelaba que si había alguna posibilidad de que existiera algun reencuentro entre ella y yo, sería diferente. Lo que más me impacto fue el dolor y el odio en sus ojos cuando me vio.
Cuando las puertas del elevador se cerraron, mi corazón anhelaba ir tras ella, explicarle por qué me había ido y poder admirar su belleza un rato más. Pero mi mente me advirtió que no era seguro, no era seguro para mi.
Tenía la sensación de que en vez de arreglar las cosas la terminaría lastimando más, y eso era una gran tortura.
Me obligue a creer que ella si siguió adelante, conoció a alguien y se enamoro, viven juntos o algo por el estilo, me esforcé en creer que me olvidó, eso era lo mejor para todos.
Durante todo este tiempo eso imagine, Mia es bellísima, tiene un cuerpo de infarto que nadie podría resistirse, yo mismo caí ante tal tentación. Pero ahora después de haberla visto, esa parte de mi que quería creer que estaba con alguien me dolía, jodidamente dolía.
El Policía Grey me alcanzó, comenzó a gritarme algunas cosas, y sinceramente no me importo, ni siquiera le preste atención. Hasta que toco mi hombro.
-¿Qué sucede, James?-preguntó serio-¿Qué acaba de ocurrir?
Lo mire de reojo, me aleje un poco de él para respirar mejor.
-Nada yo...-me quede callado-nada.
-¿Nada? James, en cuanto viste a la señorita Evans salió corriendo como si le doliera verte, y tu fuiste detrás de ella como si el alejarse te doliera-se quedó callado- Algo pasó entre ustedes, ¿cierto?
No dije nada.
-Si, algo pasó entre ustedes-confirmó.
-Creo que mi vida privada no tiene nada que ver con el trabajo-dije sin pensar, creo que ni sentido tiene.
-Y eso qué-se burló Grey-De todas formas, ¡por supuesto que me interesa! Estoy en el caso de Elizz.
-¿Y?-pregunté interesado, Grey pareció querer darme una bofetada.
-Elizz es la marca de los Evans, todo el mundo sabe eso, ¿en que lugar vives?
Wow, si había escuchado aquella marca, muy famosa en cuanto a joyas, pero jamás me imagine que era de Mia.
Nunca.
-Inglaterra, lo olvidaste.
-Según yo tienen sucursales en todas partes del mundo, a lo mejor me confundí-se encogió de hombros.
