Capitulo 6

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Decir que estaba cansada era poco.

Eran las diez de la mañana y yo apenas estaba llegando a la empresa, Sara asustada me marcó a las siete de la mañana notando mi falta de presencia en mi casa.

Como no.

Cinco años sin sexo, tengo una sola cita y desaparezco. He de admitir que fue una muy buena cita.

Como mala madre después de la preocupante llamada de mi mejor amiga me volví a quedar dormida, puesto que casi toda la noche Darrell y yo hicimos todo menos dormir, regresando al punto en el que era una mala madre, Sara se hizo cargo de llevar a mi hijo a su escuela.

Me desperté de nuevo a las ocho y media y tuve que despertar a Darrell para regresar a mi casa, ducharme y dirigirme a la oficina.

La realidad es otra. En cuanto lo desperté y le conté mi plan, él se negó rotundamente dejarme ir. Tomamos una ducha juntos, hubo más sexo, y como se me hizo tarde, tuve que venir a la oficina con el mismo vestido y las mismas botas que use la noche anterior en mi cita.

Mientras caminaba hacia mi oficina sentí las miradas de todos. Estaba claro que no era mi vestido por el que me veían, puesto que no era nada que no haya usado y tampoco era revelador, de hecho era muy cómodo, sexy pero cómodo.

Lo que intuí fue que se dieron cuenta de cuan relajada iba, entonces mi temor creció cuando sentí que fue evidente mi gran noche apasional.

Cerré las puertas de mi oficina ignorando a Fanny, me acomode en mi relajante y acogedor sillón giratorio, después de varios minutos procesando todo lo que sucedió en menos de veinticuatro horas puse manos en marcha.

De nuevo al trabajo.

Tres horas después tuve una reunión con el marketing de Elizz, para decidir cuándo, cómo y dónde.

Tardamos tanto ahí adentro que ya estaba cerca la hora de salir de Kian, afortunadamente Erick me envió un mensaje.

Voy por los niños, supe que estas en una junta, quedate tranquila.

Después de eso pude concentrarme mejor.

Termine la junta alrededor de las cuatro de la tarde, regrese a mi oficina con la esperanza de descansar un poco.

En cuanto entre no me sorprendió ver a mi amiga, ahí sentada en el sofá esperando explicación.

—¿No podías esperar un poquito más?—pregunté irritada.

—Por supuesto que no—palmeó el sofá a su lado, no la obedeci pues preferí el sillón individual— ¿Me vas a explicar o dejaras que eche a volar mi imaginación?

—No se que quieres que te explique.

—Vayamos al grano, ¿la tiene grande o no?

—¡Por dios, Sara!—grite divertida, llevandome las manos a la boca.  

—¿Que? —preguntó inocentemente— Por dios, eres mamá, deberías asustar te de otras cosas.

—No quiero hablar de eso—dije nerviosa.

—Mia...

—¿Como esta mi bebe? De seguro pregunto por mi temprano.

—No, ni siquiera se acordó que tiene mama—dijo ganandose una sonrisa mía—Se despertó asustado y comenzó a llorar, me recordó cuando tenía dos años.

—Es que siempre hemos estado juntos, tal vez en distintas camas pero siempre cerca.

—Lo sé, le tuve que recordar que su mami no estaba aquí, que por cuestiones del trabajo tuvo que quedarse a dormir otro lugar, pero que estabas bien. Le costó desayunar, no quiso ir a la escuela, Kian de verdad quería verte.

El Policía. -EN PAUSA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora