El fotógrafo |Larry Stylinson|

Primera parte 2/2

—Soy Harry Styles, uno de los fotógrafos de aquí. Maxine mencionó que vendrías para una sesión fotográfica con tu perro, así que simplemente sumé dos más dos.

—Oh— Louis miró sobre él hacia la puerta que daba a la parte posterior del estudio. —. ¿Maxine está aquí?

—En realidad, tuvo que irse más temprano. Su hija esta de parto, así que ella y su esposo se dirigieron al Hospital.

—Oh.

__Louis no sabía si sentirse aliviado sobre posponer la sesión o no. Había pasado la mayor parte del día preparándose psicológicamente y ahora tendría que hacerlo todo de nuevo.

—Maxine me pidió que yo tomara las fotografías en su lugar, si eso está bien para ti,— dijo.

__Louis parpadeó sorprendido. Eso no lo vio venir.

—¿Te lo pidió?

Él metió sus manos en los bolsillos traseros de sus vaqueros.

—Sí. A menos que prefieras regresar otro día. Entenderé si te sientes más cómodo con que ella te tome las fotos.

__Louis se mordió el labio inferior. Mientras que una parte de el quería volver cuando Maxine estuviera allí, otra parte deseaba terminar con todo el asunto de una vez.

¿Pero podría posar frente a un hombre? No estaba tan seguro de eso. Pero aún terminaba de asimilar su homosexualidad. Por otra parte, la corta vestimenta que había traído no era tan reveladora. No es como si tuviera que desnudarse por completo frente a él.

Tampoco podía negar el pequeño cosquilleo excitante que comenzaba a expandirse por su cuerpo ante el pensamiento de que un bombón como él le tomara las fotografías en paños menores. El se detuvo para pensar. ¿De dónde diablos había salido eso? Hace un minuto atrás estaba aterrorizado ante el pensamiento de que Maxine incluso viera sus hombros. ¿Y ahora se estaba poniendo todo caliente y duro por la idea de que Harry viera lo mismo? Está bien, el chico estaba buenísimo.

—No— le respondió. —. Ya estamos los dos aquí, así que bien podríamos seguir adelante y hacerlo.

Caramba, ¿había dicho eso en voz alta? El color subió por su rostro cuando se dio cuenta que debió sonar como si el quisiera saltar sobre sus huesos ahí mismo.

—Me refiero a la sesión fotográfica.

Él sonrió. —Me di cuenta.

Se sonrojó aún más y alzó la mano para meter su cabello detrás de la oreja otra vez. Incluso Godiva le miraba como si fuera un idiota.

—Así que, ¿para qué refugio animal estás haciendo este calendario?— preguntó Harry.

__Louis sonrió, aliviado de que él cambiara el tema. —Personas para Mascotas. Está en la Avenida 12.

—¿En serio? Adopté a mi perro allí.

—¿Tienes un perro? ¿De qué raza?

—Papillon.— Harry gesticuló hacia la fotografía en la pared detrás del mostrador—. Esa es su foto.

La sonrisa de el se amplió cuando vio la foto. El perro de tonos marrones y blanco parecía juguetón, aunque alerta y vigilante al mismo tiempo.

—¿Cómo se llama?— preguntó, desviando su atención de vuelta a Harry.

—Sam.

Frunció el ceño. —¿Sam? Ese no es nombre para un perro.

Harry miró la fotografía por un momento, considerándolo, luego se encogió de hombros.

—No sé. Luce como un Sam para mí.

__Louis se giró para estudiar al adorable perro nuevamente. No, a el no le parecía.

—El baño está al final si quieres cambiarte— sugirió Harry. —. En la segunda puerta a la derecha.

__Louis se volvió hacia él. Había estado tan interesado en hablar sobre su perro, que casi se olvidó del motivo real de su visita.

—Bien, gracias.— Le dio a la correa que tenía en su mano un suave tirón. —. Vamos, Godiva.

—Ella se puede quedar aquí conmigo mientras te cambias, si quieres.— Se ofreció Harry.

Miró a Godiva, luego a él. —Claro. Si no te importa.

Entregándole la correa de la perra, Louis le dijo a Godiva que sólo se tardaría unos minutos, entonces se dirigió hacia la parte de atrás del estudio. A medida que pasaba por entre las luces, sombrillas y diversos equipos fotográficos, se sorprendió por el grado de profesionalismo de todo. Le hizo sentirse como un modelo de verdad. Cierto. Como si los modelos reales estuvieran tan nerviosos antes de su sesión fotográfica.