El fotógrafo |Larry Stylinson|

Cuarta Parte

Sintió que su pulso se aceleraba mientras esperaba a que se desvistiera. Con un torso tan increíble como el suyo, el resto de su cuerpo tenía que ser igual de asombroso, estaba seguro. Cuando finalmente se bajó los vaqueros para revelar sus largas y musculosas piernas, le encantó descubrir que tenía razón. Pero tan fascinado como lo estaba con sus piernas bien tonificadas, fue el considerable bulto en la parte delantera de los boxer lo que captó su atención, y se quedó sin aliento cuando su dura polla por fin apareció.

Estaba mucho mejor dotado que cualquier otro tipo con el que había estado antes, y mientras lo observaba ponerse un condón que tomó del bolsillo de sus pantalones, sólo pudo imaginarse cuan glorioso iba a sentirse dentro de él. Su cu*o latió con anticipación. Iba a descubrirlo muy pronto.

Se le ocurrió entonces a Louis que probablemente debería elogiar su cuerpo como él lo había hecho con el suyo, pero antes de poder abrir su boca, Harry ya se encontraba junto a él en el suelo. Obviamente no quería perder más tiempo. Eso estaba bien por él. Habría tiempo para halagos más tarde.

Apoyando sus brazos a cada lado de su cabeza, él se posicionó entre sus muslos, luego inclinó la cabeza y cubrió su boca con la suya. Él envolvió los brazos alrededor de su cuello, un gemido escapó de sus labios cuando sintió la cabeza de su polla presionándose contra su entrada. Esperaba que le penetrara de inmediato, pero, en cambio, se deslizó provocativamente hacia arriba y abajo. Él gimió contra su boca otra vez, impaciente por tenerlo dentro.

Harry debió interpretar lo que quería, porque reposicionó la cabeza de su eje contra la apertura de su c*lo y lentamente se acomodó en su interior.

Louis se quedó sin aliento mientras le penetraba. Su polla lo llenaba de manera tan perfecta y completa que era como si Harry estuviera hecho para él.

Por encima de él, Harry gimió con voz ronca.

—Dios, estás tan apretado.

Louis lo envolvió con sus piernas, llevándolo aún más profundo.

—Eso es algo bueno, ¿verdad?

Él hizo un sonido que fue entre risa y gemido.

—Eso es algo muy bueno.

—Entonces fóllame— le ordenó suavemente.

Él se sonrojó ante su propio descaro. Normalmente no hablaba sucio en la cama, pero el posar desnudo para las fotos, había sacado a relucir su chico malo interior. Aunque a Harry no pareció importarle. De hecho, por la sonrisa que tiraba de la esquina de su boca cuando comenzó a mover las caderas, él sospechó que a él probablemente le gustó.

Él le embistió lentamente, deslizándose fuera hasta que sólo la cabeza de su polla estaba en su entrada, luego se enterró profundo en su interior otra vez hasta que tocó su centro. Él apretó sus piernas más fuerte a su alrededor, jalándolo hacia dentro tanto como pudo, jadeó cuando su eje estiro su entrada aún más. Harry bajó la cabeza y enterró el rostro en su cuello, besando la piel sensible de ese lugar mientras bombeaba dentro y fuera.

Louis estaba tan cerca de correrse, que no le habría importado si él aceleraba el ritmo en ese momento. Trató de instarlo a ir más rápido acercándolo con sus talones descalzos, pero se rehusó a obedecer. En cambio, continuó con su ritmo lento y constante, manteniéndolo al borde del orgasmo. 

Él se preguntó si él sabía lo que le estaba haciendo, pero por la mirada en sus ojos, pudo darse cuenta que disfrutaba volviéndolo loco. Entonces, justo cuando creyó que enloquecería de placer, él se retiró y se sentó sobre sus talones. 

—Quiero que me montes— dijo con voz ronca, tomando su mano e instándolo a levantarse.

Mientras Harry rodó sobre su espalda, Louis se colocó obedientemente a horcajadas entre sus caderas y con cuidado se sentó sobre su polla. Contuvo el aliento cuando llenó su cu*o por completo una vez más, saboreando la sensación de tenerlo en su interior. Él seguramente quiso cambiar de posición porque se encontraba tan cerca de correrse como él.