Segunda Parte 2/2

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Por otra parte, no todos los días un tipo ardiente le tomaba fotografías.

—Está bien— dijo. —. Pero sólo si estás seguro que no te molesta.

La boca de él se torció. —¿Si acaso me importa sacarle fotos a un hermoso chico como tú? Es un trabajo difícil, lo admito, pero alguien tiene que hacerlo.

El rió, sus mejillas se colorearon ante el cumplido. Dios, este chico sabía exactamente qué decirle.

Harry se agachó apoyándose en una rodilla frente a él.

—Bien, ahora que Godiva salió de la habitación, muéstrame tu mejor mirada sensual.

__Louis no estaba muy seguro de cómo ser sensual, pero decidió dar lo mejor de sí mismo. Poniendo sus manos en el suelo frente a él, se inclinó hacia delante y lo miró por debajo de sus pestañas.

Él inmediatamente empezó a tomar fotos. —Oh sí, eso es de lo que hablo. Sigue así.

Él se rió ante sus palabras, incapaz de evitarlo. Se asomó por detrás de la cámara para lanzarle una mirada curiosa.

—¿Por qué te detienes? Estaba perfecto.

—No estoy tan seguro si puedo hacer una buena mirada sensual— le contestó.

—No estoy de acuerdo. Y tampoco la cámara. Pero si no me crees, haz lo mismo y esta vez echa un vistazo al monitor.

Esperando no lucir tan ridículo como se sentía, Louis mantuvo la misma pose, luego miró el monitor después de que le tomara una foto. Lo que vio, le hizo mirar dos veces. Con sus carnosos labios entreabiertos, sus ojos azules medio escondidos bajo la espesa franja de pestañas negras, no sólo no lucía ridículo, sino que parecía ser la exacta definición de sensualidad. Ese pensamiento envió otra corriente de excitación a través de su cuerpo.

—Hermoso— dijo Harry. —.


Apoyado con su cadera, se inclinó hacia delante para darle una sexy ven-aquí mirada. Mientras lo hacía, decidió dar una leve mordida a su dedo índice. El gemido de aprobación de Harry fue todo el estímulo que necesitó para seguir adelante. Rodando sobre su espalda, se apoyó con los codos y levantó sus piernas desnudas al aire.

—Mantén esa pose— dijo Harry mientras sacaba más fotos. —. Perfecto.

Por su acelerada respiración, él tuvo el presentimiento que a él le gustaba lo que veía.

Rodando sobre su lado para enfrentarse a él, se apoyó sobre su codo y levantó su pierna superior hacia arriba. Mientras Harry capturaba su pose con la cámara, el observó el monitor y le complació ver lo sensual que se veía. A pesar de que siempre había sido bastante seguro con su cuerpo, verse a sí mismo de este modo le hizo sentirse incluso más sexy.

Le recomendaría hacer esto a cualquier chica o chico que buscara mejorar su imagen personal. Atrapando su labio inferior con los dientes, volvió su atención hacia Harry y le lanzó una mirada provocativa.

—Oh sí, eso es— dijo. —. Hazle el amor a la cámara.

Louis no había pensado que lo que estaba haciendo era hacerle el amor a la cámara, pero esas palabras hicieron que su miembro temblara aún más entre sus piernas. Se preguntó si la idea de posar como modelo de página central era lo que encontraba excitante, o si era en realidad el hacer esto frente a un hombre tan arrebatador como Harry. Mientras él se sentaba, decidió que era un poco de ambas.

Preguntándose qué tan juguetón podía ponerse con la picante sesión fotográfica, Louis lentamente pasó los dedos por su pecho, luego cubrió sus pezones con sus manos. Los pezones se endurecieron bajo su mano con la caricia, y tuvo que sofocar un pequeño gemido. La urgencia era demasiado poderosa para resistirse y se vio a sí mismo apretando sus pezones con leves apretaditas, que le enviaban una especie de corriente eléctrica que viajaba por toda su espalda y terminaba, justo ahí, entre sus piernas, titubeó, no muy seguro si debía continuar. Pero entonces vio un destello de anticipación en los ojos de Harry y su pulso se aceleró agitadamente. Supo en ese momento que no se iba a detener.


Harry se acercó aún más, su dedo haciendo clic en el botón de disparo con furia.

—¿Estás seguro que nunca antes habías hecho esto?

—Estoy seguro. — El ladeó un hombro hacia delante y le dio una linda mueca. —. ¿Por qué lo preguntas?

—Porque sabes exactamente cómo seducir a la cámara.

Louis se dio cuenta que se había olvidado de la cámara. En algún momento, esto se había convertido en seducir al hombre detrás de ésta.

Se preguntaba si estaba funcionando. Decidiendo que había sólo una manera de descubrirlo, mordió su labio inferior, mientras paso su mano por la tela que cubría su miembro, que ya estaba bastante duro bajo la misma.

Harry bajó la cámara para mirarlo. —Maldición — suspiró.

El fotógrafo |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora