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Tengo bastante curiosidad por saber una cosa: ¿es cierto que le gusto a Ángel? O ¿simplemente es una de esas apuestas que hace con sus amigos? La verdad, no lo sé. Lo único que sé es que estoy enamorada hasta las trancas de él, el nuevo, el repetidor, el rubio: el perfecto chico futuro padre de mis hijos. Lo amo con todas mis fuerzas y, ahora que ya estamos juntos, haré todo lo posible para que nada ni nadie nos separe.
Mi cuerpo no es perfecto, como el de las otras chicas y sé de sobra que eso será un impedimento para la sociedad, porque si estoy gorda parece que ya no tengo sentimientos, que sólo estoy gorda y punto. El maldito físico siempre siendo protagonista.
Cada vez que recuerdo la primera vez que vi a Ángel, siento algo raro dentro de mí, porque no hace mucho que me él gusta. Era un día soleado, supongo, éramos pequeños y siempre lo veía en el colegio ya que era un año mayor que yo, así que no recuerdo con exactitud el primer momento en que lo vi.
Sí recuerdo cuando yo tenía 8 años, por lo tanto, él tenía 8 también, porque era octubre y su cumple es en noviembre. Estábamos en el parque que hay cerca de mi casa y él vino a jugar con sus primas (así es, tiene 5 primas y el único chico de su familia es él). Yo tenía en mis manos un pequeño reproductor de música que meses atrás me había regalado mi tía. Él se acercó a mí y me preguntó que si yo era la chica que días antes me había llevado ese "cacharro" al cole. Asentí con mi cabeza muy rápido y me llevé el dedo índice a la comisura de mis labios, para decirle que se callara, que mi madre no sabía nada y me iba a regañar. Se calló y me tomó del brazo para llevarme más alejada de mi madre, donde me dijo que si se lo prestaba, que le gustaba mucho. Le dije que no, porque, tengo que reconocer que era, soy y seré egoísta por el resto de mi vida. 
Pero siempre me preguntaré por qué yo: la chica gorda. Llevo mucho tiempo enamorada y no quiero que me hagan daño, aún así, mañana mismo le diré que no podemos seguir junta, aunque sólo llevemos un par de días.

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