Creo que se me ha ido un poco la olla. Alana y yo nos hemos besado y, aunque me encanta la idea de tenerla como mi fiel compañera, no paro de pensar en Ángela. Siempre he estado enamorado de ella desde el momento en que la vi. Me fijé en su esbelto cuerpo (a pesar de que tan sólo éramos unos críos de 12 años), su melena rizada y la forma en que lo veía todo, desde una perspectiva diferente a los demás. Me estremecí al sentir que algo dentro de mí había muerto;y creo que fue el fuerte sentimiento de "amor" por Alana. Tal vez, si hubiese sido amor verdadero, no le destrozaría el corazón decirle que sería mejor que no siguiéramos adelante.
Lo más probable es que se piense que he estado jugando con ella, con sus sentimientos. Pero no, no ha sido para nada de esa manera. Con ella he pasado los mejores momentos de mi corta existencia, pero no es la INDICADA. Sé que le partirá el corazón pero, antes de seguir haciéndonos daño, prefiero acabar de una vez. Es muy probable que siempre haya sido un enamoramiento de esos que duran poco, porque sólo han pasado un par de meses desde que me empezó a gustar y ahora, sin embargo, no paro de pensar en Ángela, la chica de la que creo estar enamorado esta vez.
Ahora mismo me encuentro en el parque en el que le hablé por primera vez, años atrás, cuando aún éramos unos niños. Llevo ya un rato esperando a que aparezca por las puertas del pequeño parque, ansioso por decirle de una vez lo que siento de verdad, aunque sin una pizca de intención de hacerle daño.
-Holi, perdón por llegar tan tarde, he tenido un problema en casa y...
-Hola, tengo que decirte algo.
-De hecho, yo también necesito decirte algo, y es bastante urgente.
-Bien, pues tú primero, entonces-a pesar de lo ansioso que estaba, prefería que me lo dijera ella antes.
-Ángel, perdóname, pero es que lo he estado pensando durante mucho rato y he llegado a la conclusión de que no "pegamos ni con cola" y, además, no me gustas tanto como yo pensaba. De verdad que no quiero hacerte daño ni nada parecido pero creo que no debemos seguir adelante. Ya no somos unos niños y espero que lo entiendas....
-Alana....no te preocupes, no me haces daño, ni mucho menos, porque yo también he llegado a esa conclusión. Me pareces una grandísima persona, con un corazón enorme y súper buena gente. ¿Amigos?
-Amigos.
Y nos fundimos en un abrazo de "amigos", nos despedimos y cada uno se fue por su lado, como "amigos", claro.
ESTÁS LEYENDO
Intangible
RomanceUna pequeña historia sobre cómo llegar a enamorarse como un tonto de una chica a la que ni siquiera conoces. Sólo sabes cómo se llama, que vive en tu calle y que ahora sois compañeros de clase.