Las Arendelle Vs Los Frost

Capítulo 8

Narra Flynn

Estaba en mi habitación recostado en mi cama mirando las fotos que Hiro nos había mandado a nuestros teléfonos. 

Jamás me atrevería a decirlo en voz alta pero la verdad siempre he creído que Rapunzel es muy bella, aun sí suena muy hipócrita de mi parte, pues siempre he sido yo el principal en molestarla.

Pasé de foto en foto viendo como salían mayormente fotos de dicha rubia sonriendo, haciendo caras locas, de sus pinturas y de sus hermanas, seguí viendo cada una de las fotos con una leve sonrisa. O por lo menos eso hacía hasta que escuche unos leves golpes en mi puerta provocando que bloqueara rápidamente mi celular, me levanté y fui a abrirla, al principio pensé que podían ser alguno de mis hermanos pero recordé que ellos no saben lo que es la privacidad y mucho menos a tocar una puerta. Al abrirla me sorprendí al encontrarme frente a frente con la misma rubia a la que recientemente había estado stalkeando.

-¡Hola Eugene!- exclamó con una gran sonrisa achinando sus grandes ojos verdes.

-Rapunzel... ¿Qué quieres?- pregunté preparándome para alguno de sus ataques sorpresa o para saltar tras la puerta en caso de que alguna de sus hermanas saltara y me atacara.

-Es lindo verte de nuevo Eugene- me dijo de forma sarcástica torciendo un poco sus ojos -Para responder a tu pregunta me quedé pensando en lo que dijiste en la cocina y tal vez tengas razón, quizás ya es tiempo de madurar así qué ¡les traje unas galletas!-

Al decir la ultima frase levantó sus manos donde traía un topper con varias galletas en su interior. La miré y levanté una ceja escéptico.

-¿Están envenenadas?- pregunté ya por puro instinto haciendo que ella frunciera levemente el ceño.

-¡Claro que no!- exclamó pegando el topper hacia ella. -Es solo que prepare demasiadas y no queremos que Agnes sufra de otro ataque de exceso de azúcar, estas son para ustedes- dijo mientras me ofrecía el topper.

Lo tomé y miré su contenido con ambas cejas juntas aun sin poder creer del todo su historia, voltee a mirarla con mi ceja nuevamente levantada. Ella torció los ojos y tomó una de las galletas para después empezar a comérsela mientras me miraba con cara de obviedad.

-¿Ves? Sin veneno- dijo de forma obvia para luego sonreírme.

-Esta bien, confiaré en ti y las probare pero si llego a morir quiero que sepas que mi espíritu volverá a cobrar venganza- dije en broma haciéndola reír.

-Claro que lo harás- dicho esto dio media vuelta y se marchó por el pasillo.

Justo al tiempo que iba a cerrar la puerta una mano me interrumpió empujándola y dándose paso a MI habitación. Confirmando lo que había dicho antes.

-Oye Flynn ¿has visto mi sudadera negra? No la encuentro por ningún lado- preguntó Adrien asomándose bajo la cama.

-En primera, ¿quién te dijo que podías pasar a mi habitación? En segunda, no. Y en tercera ¿quién mierda crees que soy? ¿Mamá?- pregunté irritado mientras caminaba hacia mi cama mientras dejaba el topper en ésta.

-Responderé en orden: Yo solo fui ¿acaso no me viste empujar la puerta y entrar?, que mal- dijo levantadose del suelo y poniéndose de pie. -Y en cuanto a la tercera pregunta es obvio que no, mamá es mucho mas linda que tú... ¿esas son galletas?-

-¿Sí?- respondí con otra pregunta viendo las galletas para luego volver a mirarlo.

Ambos nos quedamos mirando fijamente por un momento y de un momento a otro ambos estábamos peleando por el topper.

-Vamos Flynn no seas egoísta dame una galleta- me dijo mientras forcejeaba jalando el topper hacia él.

-¿Creés qué voy a caer por eso?- pregunté jalando el topper hacia mí. -Jack y tú no conocen el significado de sólo una-

De un momento a otro Adrien nos dio vuelta quedando él con la espalda en la cama mientras que con sus piernas me levantaba y me lanzaba fuera de la cama. Caí al suelo por completo sofocandome al instante.

-¿Qué mierda Adrien?- pregunté levantando me del suelo y sobando mi espalda.

Mi rubio hermanito solo me miró de forma arrogante mal mismo tiempo que metía una galleta a sí su estúpida boca.

-Eso te enseñará a aprender a compartir estas deliciosas galletas hermano- dijo antes de empezar a comer otra galleta.

-Más bien tu deberías aprender a no comer todo lo que ves, esas galletas me las trajo Rapunzel hace un momento- dije cruzandome de brazos y sonriendo al ver como abría los ojos de forma exagerada escupiendo la galleta de una.

-¡¿Y aún así permitiste que me la comiera?! ¡¿Qué tal si muero por envenenamiento?!- gritó antes de empezar a pasar sus manos por su lengua en un caso desesperado por sacar lo que quedara de la galleta.

Para ser honestos esto es tan entretenido que no sé si es necesario decirle que Rapunzel ya las probó frente a mi.

-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Kris entrando a la habitación con ambas mangas remangadas, Jack e Hiccup detrás de él, procuré no preocuparme al ver a Jack con su bolsa de bromas en el hombro. Uno nunca sabe que es lo que ese idiota pueda traer ahí.

-¡Lo que pasa es que ese bastardo permitió que me comiera un par de galletas que trajeron las Arendelle!- gritó Adrien con exasperación apuntandome con el dedo índice.

-¡Intente detenerte imbécil!- grité con irritación levantando ambos brazos -¡Me lanzaste de la maldita cama!-

-¿Las Arendelle trajeron galletas?- preguntó Hiccup extrañado mirando a Jack.

-Sí, hace rato vino Rapunzel y me las dejó- contesté levantando el topper.

-¿Estarán envenenadas?- preguntó Kristoff tomando una de las galletas y oliendo la -Se ven bastante bien y ni hablar del olor-

-Pues acá el risitos de oro, no se ha muerto y además de que Rapunzel también las probó- dije levantándome de hombros.

-¡¿Y por qué no me lo dijiste antes?!- me preguntó Adrien con enojo.

-Tal vez así aprendas a dejar de ser tan avorazado- respondí indiferente mientras miraba mis uñas.

-Eres un...- empezó Adrein para ser interrumpido por Jack.

-Esto yo no me lo creo, esas brujas deben estar planeando algo- dijo el peliblanco sosteniendo con fuerza la correa de su bolsa -Y por mi cuenta corre que este verano va a ser uno que ellas nunca olvidarán-

En cuanto Jack dijo eso todos sonreímos con cinismo mientras que cada uno tomó una galleta y dispuestos a comerlas.

-Prepárense señoritas, el verano recién comienza- mencionó mi hermano peliblanco palmeando su bolsa sin quitar su sonrisa.

Narra Anna
Punzie no tardó tanto en completar su pequeña misión, le tomó unos cuantos minutos ir a entregar las galletas.

-¿Cómo te fue?- preguntó Marinette con emoción sentada en la cama.

-Ya está listo- sonrió Punzie ampliamente cerrando la puerta tras ella.

-No puedo creer que esos idiotas en verdad caigan tan fácilmente- rió Merida chocando los cinco con Elsa.

-O chicas, será mejor que los Frost se preparen después de todo el verano acaba de comenzar- dijo Elsa con una sonrisa traviesa.