❝ Estoy aquí para verte sonreír, estoy aquí para amarte ❞
Mejores amigos desde los 13 años, cuando sus hermanos estuvieron en el mismo tour....¿Enamorados mutuamente?
¿Podrán creer? que luego de que Hayes y yo comenzáramos a salir desde hace 2 meses, nuestra única cita seria, sería mañana.
Loco ¿no? Bueno... en realidad, habíamos tenido otras "citas" en mucho lugares a los que vamos pero nunca había sido tan formal como está lo sería, estábamos a un día de que suceda la dichosa cita y en realidad no tengo ni la mejor idea de que ponerme así que visitaría a Kylie y a Stassie para que me ayuden a escoger mi atuendo, incluso iríamos a comprar ropa y Kylie tenía muchos productos de su colección de navidad que me regalaría.
Cuando me desperté por la mañana (por mañana me refiero a las 11:00 am) me dirigí inmediatamente al baño para darme una ducha, luego de que salí me dirigí a mi armario para ver que me pondría que consistía de un short de mezclilla, un crop top de tirantes color rojo y unas all star de botín.
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Cuando ya me había cambiado y maquillado un poco, baje, encontrándome a Zan tirado en el último escalón, al sentirme detrás de él se levantó enseguida saltando sobre mi haciendo que me desequilibrara por el peso de este, caí de trasero en el escalón causándome demasiada risa mientras que Zan lamía mi cara como lo hacía siempre que me veía en las mañanas, mi risa al parecer captó la atención de Kado ya que se pudo escuchar sus patitas chocando con el suelo, cuando llego a donde yo me encontraba acariciando a Zan, se posó a su lado para recibir un poco de amor igual, amaba con mi vida entera a ese par, eran lo mejor que tenía en mi vida, además de los chicos.
- ¿Te divierte pequeña? - preguntaron llamando mi atención, era Nash que me miraba desde el sofá.
- Sabes que si - dije sonriéndole mientras agarraba a Kado para poder abrazarlo haciendo que me lamiera la cara.
- Ay cariño - dijo mirándome con ternura -. Tú desayuno está en el microondas, Hayes está en la cocina dile que te prepare tu café - se volteo para poder ver la televisión otra vez.
Camine hacia la cocina mientras me escoltaban Kado y Zan, Justo al entrar como Nash había menciona hace un momento se encontraba Hayes comiendo Cereal mientras miraba su móvil.
- Buenos días - dije sentándome enfrente de él.
- Buenos días chiquilla - levanto su vista del cereal, se alejó de este y se dirigió a la cafetera para prepararme el café, amaba a este chico, Dios... soy tan afortunada.
- ¿Acabas de despertar? - pregunté mientras me bajaba de la silla para poder calentar mi comida, al abrir el microondas me encontré con un plato de huevos, tocino y frijoles, lo calenté.
- Hace un rato, si - volteó a verme para luego comenzar a acercarse-. ¿Saldrás? - preguntó agarrándome de la cintura cuando había llegado a donde yo me encontraba.
- Iré a casa de Kylie para ver sus nuevos productos de maquillaje - dije sonriéndole.
- Bueno... pero no irás vestida así preciosa -dijo inclinándome la cabeza me modo de desaprobación, claramente esto lo hacía bromeando, a Hayes le daba igual como me vistiera.
- Hayes... no comiences - dije alargando mi voz.
- Está bien, está bien - dijo rodando los ojos mientras se inclinaba un poco para colocar su cabeza en mi hombro -. Pero... tendré que hacer algo para que se den cuenta de que ya tienes un chico - levanto su cabeza para depositar un beso en mi mejilla.
- Claro que no Grier, si me ven así me molestarán - reí mientras alejaba su cabeza de mi cara ya que el poco bigote que tenia me hacía cosquillas un poco.
- Kylie tiene novio, puedes molestarla también - dijo encogiéndose de hombros mientras se incorporaba a su estatura normal.
- Deja de buscar excusas Hayes, no pasará - dije alejándome para sacar la comida del microondas.
- Ya veremos - dijo burlón mientras se dirigía a la cafetera para terminar se servir mi café.
Me senté en la silla otra vez, Kado y Zan se habían ido al patio a jugar así que no me haría cosquillas en las piernas mientras comía, Hayes puso mi café frente a mi y se sentó en el mismo lugar en donde estaba para terminar de comer su cereal.
- Bueno... ¿a que hora volverás? Puedo pasar a traerte en casa de Kylie, saldré con Johnson - dijo luego haberse metido la cuchara en la boca con un poco de cereal.
- Claro, pasa a las 6:00 si quieres - dije para luego dar un bocado.
- Bueno... pasaré por ti en todo caso - sonrió.
Terminamos de comer luego de haber hablado de muchas tonterías que había hecho el ayer que estuvo con Tez.
- Tez lavará los platos cuando vuelva - dijo al ver que comenzaba a lavarlos yo.
- ¿Seguro? - pregunté mirándolo con una ceja levantada.
- Claro, mira... - señaló un papel que estaba pegado en la puerta del refrigerador que decía:
"Lavaré los platos cuando vuelva por la tarde, será mi tarea para finalizar el año, no se vayan a pasar tarados.
Att: su negro sobrante"
- Bien, entonces... ¿que hacemos por el momento? - dije volteando a verlo.
- Podemos jugar soccer afuera - sugirió.
- Bien, pero antes... ve a ponerte tenis, no quiero que te lastimes los pies - Dije mirándolo seria.
-No me pasara nada - se quejó.
- ¿Ya te vistes los dedos de la mano?, ayer dijiste: "iré con Tez al motocross, prometo que no me pasará nada" - lo ultimo lo hice imitando su voz ronca -. Y mira... regresaste con un dedo partido - le sonreí de mala gana
- Está bien, pero deja de regañarme - levantó al manos en forma de rendimiento.
- Bien... apresúrate - dije para luego salir de la cocina para ir en busca del balón.
- Pareces su madre - dijo Nash al verme.
- Tú cállate y ponte tus tenis, también jugaras - dije levantando el balón.
- Si claro - rio -. a mi no me puedes dominar como a Hayes, niñita - dijo burlón, ¿niñita? ¿Enserio era tan tarado?
- Hamilton, ve a ponerte tus malditos zapatos, ya - dije poniéndome frente a él.
- No - dijo alejándome de su vista.
- Sabemos como terminará esto Hamilton... ve ya mismo.
- Está bien - rodó los ojos para luego apagar la televisión y dirigirse a su habitación.
