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Ya había pasado un buen tiempo desde su ruptura, en realidad había pasado una semana en la cual Jungkook se había ido de la casa porque no soportaba el trato frío hacia el por parte de JiMin, a pesar de estar arrepentido el no lo quería cerca siempre lo alejaba y no le dirigía la palabra, JiMin pasaba gran parte del tiempo fuera de casa, siempre iba a la academia de danza en donde le concedieron la beca por ser uno de los mejores alumnos de su clase, ese lugar se volvió como una especie de refugio para el, la danza era lo único que lo mantenía lo suficientemente ocupado y distraído como para perder su mente sumiendoce en recuerdos que si eran muy hermosos pero que ahora solo le traían sentimientos como el dolor y la tristeza.

JiMin sabía que esto iba a pasar de algún modo pero no quería enfrascarse en esos pensamientos y tratar de llevar una linda relación con su pareja que en ese tiempo fue Jungkook, pero fue algo inevitable, el ya no estaba, y él siempre se culpaba a sí mismo por no ser lo suficientemente bueno para Jungkook, por no haber dado lo mejor de sí y no haberle proporcionado la felicidad y satisfacción que él necesitaba y merecía. Pero el problema nunca fue JiMin, el problema fue Jungkook quien nunca supo valorar cada detalle y minúsculas cosas que el menor de estos se empeño en hacer perfectos para el, el momento en el que Jungkook le pidió a JiMin ser suyo el nunca sé sintió listo para aquella clase de unión, el no se quería enfrascar en una relación teniendo tanto por conocer y explorar, el lo quería si claro que lo hacía pero de de la manera en la que JiMin lo quería a el, el amor que JiMin le tenía a Jungkook - porque haci se llamó lo que el sentía y se siguen siendo sintiendo por Jungkook - era puro y lleno de buenas intenciones, mucho cariño y afecto, pero todo eso se extinguió poco a poco con tan solo tener esa idea en la cabeza y sin querer ya lo estaba creyendo, todas y cada una de las palabras que se harían realidad en algún momento ya formaban parte de una verdad muy dolorosa pero verdadera que no tardaría en ser cumplidas.

Jungkook se estableció en la casa de sus padres de la cual se había ido para vivir con sus amigos, el no se encontraba nada bien, de hecho se pasaba gran parte de las noches llorando y sollozando en silencio, con el tiempo se fueron formando bultos inchacos y de tonos morados y grises, su piel - que fue palideciendo con el tiempo - perdió el color, su vida ya no tenía sentido, no sin su más preciada cosita, no sin ese enano ruidoso de cabello rubio de labios abultados y tiernas facciones, no sin su JiMin, no sin el amor que perdió por su estupidez.

Ese día se cumplía una semana desde su ruptura y la noticia que terminó por destruirlo todo lo poco que tenía con el pequeño rubio, nada estaba saliendo como se había planeado, se había puesto la meta de volver a introducirse en el corazón de JiMin pase lo que pase, pero no pudo, el dolor y la culpa fueron más fuertes que su voluntad y le impidieron tratar de si quiera luchar por recuperar su amor, el debía estar en esa casa tratando de hablar con él y arreglar todo, tratando de recuperarlo, pero no, el se encontraba en la que tiempo atrás fue su habitación, habitación en la cual el rubio se entregó a el por primera vez, había sido la primera vez de el y se la dio a Jungkook, le regaló la oportunidad de sobrepasar los límites que ni su mejor amigo había llegado a cruzar, de tocar lugares tan íntimos y algunas veces vergonzosos que nadie más había tocado antes, lo dejó ver su bello cuerpo desnudo, tocarlo y besarlo a su antojo, el lo tenía a su disposición pero solo porque JiMin lo dejó y Jungkook se volvió adicto a el.

Ellos llevaban meces saliendo y siendo novio ya casi para cumplir el año y celebraban el aniversario de mes solo por insistencia de JiMin ya que Jungkook no creía en esas cosas, habían pasado una hermosa velada a la lus de la luna en la parte alta de un restaurante cenando al aire libre con, la suave música de un violín y una gran y romántico ambiente, ese día JiMin lo planeo todo con mucho espero y esfuerzo puesto a que sería su primera vez y quería que fuera tan romántica como en las películas que acostumbraba ver, después de la cena ellos se dirigieron a la casa de los padres de Jungkook puesto a que ellos estaban de viaje y no volvería hasta dentro de dos días, siguieron bebiendo y riendo inmersos en un ambiente lleno de confianza y muy calido.

𝙽𝙾 𝙻𝙻𝙾𝚁𝙴𝚂 𝙿𝙾𝚁 𝙼𝙸 𖣔 𝑲𝒐𝒐𝒌𝑴𝒊𝒏 𖣔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora