Confusion

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"No harás que me sienta interesado"

Todo no estaba saliendo como lo había planeado pues su estadía en este lugar se estaba haciendo larga. Ya llevaba casi dos semanas en la parte Sur del castillo sin salir de allí "literalmente", y precisamente no lo hacia por las amenazas que le hizo Sesshomaru si no para evitar problemas innecesarios. Aunque no podía negar que cuando Sesshomaru salía del castillo a enfrentar los Youkais que venían de diferentes lugares de todo Japón tal como se lo había dicho sucedería, veía la oportunidad de saber en que preciso lugar él había escondido la perla de Shikon y no le fue difícil hallarla pues el poder que emanaba la perla la llamaba al ser ella su guardiana.

Sin embargo no era nada fácil por los obstáculos que tenia, primero, se había atrevido a traspasar la única zona donde se le era permitido vivir para llegar a una habitación de amplias puertas de madera que parecían imposibles de abrir, y precisamente allí era donde aquel insensible tenia guardada la perla, se preguntaba que había tras esas puertas y su curiosidad fue tanta que se lo pregunto a Rin haciéndola prometer que no comentaría nada al respecto.

La pequeña le había dicho que esa era la habitación de su amo y que solo alguien tan fuerte como él era capaz de abrir tan pesadas puertas pero eso no le importo a Kagome quien lo siguió intentando hasta que se había rendido y no solo por eso si no porque tenia que ser cuidadosa de que nadie la viera rondando en la parte Este del castillo, sobre todo Yaken quien era el mas fiel servidor a su querido amo y se lo podía decir, Rin por lo menos le guardaba el secreto porque comprendía que ella no podía pasarse todo el día en la sección que Sesshomaru solo le había designado como si fuera algún animal con una enfermedad contagiosa.

Se levanto de su futon viendo alrededor de la habitación, por lo menos tenia que reconocer que con la ayuda de Mizuki y Rin la habitación se veía bastante diferente a la primera vez, inclusive con algunos muebles de madera que ellas habían sacado de las otras habitaciones, la mayoría nuevos y sin haber sido usados. Mizuki le explico que la parte Sur del Castillo se le llamaba la "parte olvidada", precisamente porque su amo no se interesaba en arreglar aquellas habitaciones además de que guardaba cosas que no necesitaba o le parecían de menor importancia.

Abrió la puerta para salir a caminar por un pasillo sin salida que solo la conducía a una de las ventanas por donde entraba el calido aire de verano, desde allí tenia una vista panorámica de uno de los jardines principales en los cuales sabia que a Rin le gustaba estar. Cuando se asomo en este paro en seco y se escondió de lado …nuevamente… como lo había estado notando hace unos días él estaba parado allí en aquel jardín, viendo al parecer un punto fijo, su cabellera larga, blanca que junto con los rayos del sol le brindaba también un toque platinado se movían al compás del viento. Su rostro se mostraba diferente, no reflejaba esa expresión fria y asesina que siempre portaba …diferente… cada vez que lo veía allí de pie, había algo en él que le hacia pensar a Kagome por algunos unos segundos que no parecía el mismo ser orgulloso.

-Amo-se oyó a Rin gritar corriendo hasta llegar junto a él-mire lo que le traje-Rin saco una flor amarilla, sus favoritas entregándosela

Sesshomaru la recibió, ya acostumbrado a esa clase de "regalos" por parte de Rin y Kagome no se sorprendió porque ya lo había hecho la primera vez cuando desde esta misma venta había visto casi la misma escena. Para ella fue increíble que él pareciera tan complaciente con Rin recibiéndole siempre cualquiera clase de flor que ella le traía y jamás la botaba cuando Rin se distraía.

-Amo-se quejo Yaken trayendo una corona de flores en su cabeza-Rin no me deja en paz y me obliga a ponerme esto-

-Señor Yaken, se ve muy bien-Rió la pequeña mientras lo alzaba y abrazaba al mismo tiempo.

El pecado de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora