"Iré contra mi voluntad si es necesario"
El podía sentir su aroma, sabia que ella vendría a verlo, lo cual también le indicaba que si Kagome estaba dispuesta a romper la regla de pasar los limites de la parte Sur del castillo sabiendo que él estaba presente, era porque sabia la verdad... error... uno tras otro, algo que él jamás había cometido durante su vida, siempre siendo totalmente cuidadoso en todo lo que hacia, excepto cuando subestimo a su hermano con el poder de Tesaiga y aquella humana quien con lo sucedido la noche anterior le había quitado el sueño por completo preguntándose que le estaba sucediendo. Tal vez eran los efectos que producía el que pronto fuera luna llena, pero porque mentirse mas, toda una vida había podido controlar eso sentimiento llamado "deseo" pero ahora precisamente con esa humana insignificante parecía que habían estallo como un volcán fuera de control destruyendo todo a su paso. Y así ere como él sentía que pronto terminaría destruyendo aquel mundo regido por reglas y normas que había creado y eso no lo podría permitir; antes de eso tendría que buscar una solución, la misma que ella había gritado hace tres años mientras él se entraba en el bosque dejándola sola junto al cuerpo inerte de su medio hermano.
Kagome llego al gran salón, no tenia miedo, extrañamente nunca lo sentía con Sesshomaru aunque cualquier humano en su posición si lo estuviera. Tenia dentro de si muchas dudas e incertidumbres, estaba segura que lo que había sucedido anoche no era algo de su imaginación, y el solo recordarlo la ponía molesta, sin embargo en su reacción había algo mas que no podía descifrar; aun así lo odiaba, lo podría repetir miles de veces pero desde el momento que salio esta mañana de su habitación sentía que algo no estaba bien, que lo que estaba temiendo algún día llegaría, se estaba haciendo grande en su interior y eso no tenia sentido...no lo tenia... por eso antes de que fuera demasiado tarde tendría que hacer lo que había planeado costara lo que le costara.
Por fin Kagome entro al lugar donde se encontraban Sesshomaru, Rin y Yaken desayunando en una mesa larga, de madera gruesa y fina. Sus ojos se fijaron directamente en él quien se encontraba tan tranquilo como siempre aparentando que nada había sucedido, pero cuando él alzo su mirada ámbar para verla sintió que algo había cambiado en ella. Sabia que por las facciones que estaba expresando Kagome en su rostro estaba molesta y hasta creyo verla decidida a gritarle como siempre lo hacia pero ella no lo hizo.
Esta vez sintió que habia algo "diferente", porque a pesar del odio que veía reflejado en sus ojos color miel había algo mas y ese "algo" produjo que aquel órgano suyo llamado corazón latiera inesperadamente a prisa. ¿Por qué?
-Kagome-sonrió Rin al verla
-¿Que haces aquí?- pregunto molesto Yaken levantándose-esta prohibido que pises mas allá de la parte Sur-alzo mas su chillona voz.
A pesar de que Yaken seguía discutiendo y dando miles de razones por la que Kagome no debería estar allí, ella no le prestaba atención a su molesto discurso.
-Yaken-la voz de Sesshomaru detuvo el alegato que tenia el pequeño Youkai- ¿Que quieres humana?-
La verdad ella ahora ya no lo sabia, y menos al ver esa tranquilidad inquebrantable de Sesshomaru después de lo que había sucedido anoche, así que ¿Que podía hacer?
-Lo sabes, hacer realidad mi venganza-pudo ver que Rin soltó un suspiro como si estuviera cansada de escuchar lo mismo de siempre, pero Kagome pensó que no podía venirle a reclamarle algo delante de la pequeña. Seguramente al fin y al cabo no le creerían sobre todo Yaken que lo primero que haría seria reírse y además le estaría demostrando a Sesshomaru que lo que había hecho la afecto y eso era algo que no quería aceptar..