One-Shot (Thorki)

Perdida

Au, Thorki, muerte de un personaje, Thor policía. (Lo que este con esta caligrafía “esta” son recuerdos.)

Thor compro un ramo de rosas rojas, eran las favoritas de Loki, hacia frío su arma se sentía helada contra su piel, iba en camino  a ver al amor de su vida.

Estaba una pareja tomada de las manos, era navidad habían salido con sus amigos.

—Hey tórtolos rápido.—Su amigo los llamaba, estaba junto con su novio un ex militar.

—Vamos T'Challa, estamos disfrutando.—El rubio abrazo a su novio por la espalda.—Dejame disfrutar esté día libre.

—Deberías de hacer lo mismo con Buck.—Lo señalo Loki, viendo como el susodicho estaba viendo cosas de bebés.

—Mira Loki.—Señala una tienda en particular.—Esté conjunto debes de comprarlo, le quedará genial a el bebé.

—Seguro tú lo comprarías.—Todas las veces que Buck había dicho eso, había terminado por comprar las cosas.

Thor había apagado su celular, era navidad, quería estar solo con su prometido. Iba caminando viendo a las parejas, parejas con hijos, estaba por llegar con su amado cuando vio un parque.

—No creo que se moleste sí tardo un poco.—Susurro antes de encaminarse a una banca.

Se sentó en una banca algo apartada, dejo el ramo de rosas junto a él. Él sabía que ese parque le hubiera encantado a su hijo, y Loki hubiera estado de acuerdo en qué llevaran al niño ahí.

—Tenemos que llegar con Tony y Pepper.—Habían quedado de verse a unas cuadras de el centro.

—Sí llegamos tarde Peps se enojara.—Todos ya conocían el carácter de la pelirroja, pero más Loki ya que ambos trabajaban en el hospital.

—Tienen razón, pero es hermoso el como decoraron.—Tenían razón el árbol de navidad estaba tan hermoso, sus luces, las esferas, su hermosa estrella en la punta.

Perderse ese espectáculo era una verdadera lastima, no querían irse tan pronto. Tal vez eso hubiera sido lo mejor, se hubiera evitado tanta desgracia.

—No tienes el teléfono prendido.—Había sido realmente difícil localizar a su amigo, aunque más o menos sabrían donde estaría.

—Quería estar solo James.—Ya no podía llamarlo “Buck” ni soportaba que alguien más lo llamara así.