HELL ━━ joey birlem

34; Envueltos.

34; Envueltos.

capítulo largo.

OMNISCIENTE.

—Kat... —tocó el hombro de la chica, esperando a que ésta reaccione. —Katherine, hey... —repitió.

La nombrada dió un pequeño brinco en el lugar, despegando su vista del suelo, y girándose en dirección al chico. —Hmm, sí... ¿Qué sucede? —inquirió tratando de disimular su distracción.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado, mientras sus ojos recorrían las facciones del rostro de Katherine. —Desde la llamada con tu madre te noto... no lo sé, rara. —habló no muy seguro, hundiéndose de hombros mínimamente.

Ella suspiró juntando sus labios en una linea recta. —Uh, sí, sí, tranquilo. —sacudió la cabeza negando. —Estoy bien, es sólo que mamá estaba un poco enferma y... me preocupé. —mintió.

Katherine se asustaba por la facilidad con la que su boca dejaba escapar mentiras. Una voz en su interior le repetía que lo que estaba haciendo era malo, sin embargo, actuaba de forma contraria.

—Ven aquí. —susurró él extendiendo los brazos hacia la chica.

Ella acortó la distancia de sus cuerpos y se hundió en los brazos de Joey. Se sintió segura, por fin. Y una parte de ella se alivió al pensar que pase lo que pase, él siempre estaría a su lado.

El sofá se veía como una superficie bastante cómoda como para que los dos adolescentes se encuentren acostados en él.

Ninguno de ellos decía una palabra, el silencio parecía ser la mejor opción. Más no era un silencio incómodo, era de aquellos que te relajan y te hacen sentir bien.

Katherine cerró sus ojos. El cansancio comenzaba a pesarle, y el sueño le iba adormeciendo el cuerpo de a poco.
Lo mismo sucedió con él, sus párpados se cerraron lentamente, y minutos después ya se encontraba dormido.

Era una escena tierna y llena de dulzura. Cualquiera que los viera de afuera, ni se llegaría a imaginar en el asunto que estaban metidos, el pasado que uno de ellos cargaba, y el infierno que vivían diariamente.

[●●●]

—No lo entiendo, Blake. —Kat negó. —¿Por qué has ido sólo?

—Porque no podía exponerte a tal peligro. —respondió él, un poco agobiado por la situación. —El maldito había intentado asesinarte hace un mes, ¿Crees que te dejaría estár allí?

Escuchó con atención la respuesta del rubio. Supo que no lo hizo con mala intención, al contrario, la había protegido.

Suspiró. —Bien. —murmuró bajando la vista. —Entiendo Blake, sólo dime lo que averiguaste.

—Ten. —murmuró extendiendo hacia ella lo que parecía ser una memoria.

—¿Qué es esto? —preguntó la castaña tomando el pequeño objeto.

—Mi encuentro con Carson, está todo grabado. —alegó él. —Puedes sacar tus propias conclusiones si quieres.

Y sin necesidad a más palabras, él caminó hacia el escritorio, tomando su computadora y dándosela a la chica.
Ella encendió el aparato e insertó la memoria, esperando a que el sistema la lea, y pueda acceder a sus datos.

Una carpeta con el nombre "Video1" apareció en la pantalla principal, y sin dudar le dió un click.

—Necesito que cooperes. —habló Blake con tono firme. —De todas maneras, no tienes nada que perder. —murmuró sentándose frente a Carson.