-¡Xar, es la hora!
Miles, Henry y Ágata me esperaban en el cuarto mientras acababa de prepararme mentalmente para lo que estaba por ocurrir. Miles había decidido que ese primer conjunto tenía que ser de los más bellos. Encaje de ramas verdes tapando lo necesario en la parte de arriba y seda hasta los pies. Maquillaje perfecto y un peinado recogido pero con mechones rizados sueltos. Todo especialmente diseñado por Miles con la ayuda de Ágata. Todo tenía que ser perfecto.
-Mi señoría, si lo desea podemos posponerlo- dijo Henry con tono preocupado.
-No, ahora mismo salgo- abrí la puerta y nos dirigimos hacia el salón de mis invitados.
Allí debían estar esperándome mis tres candidatos. Así que los cuatro juntos nos preparamos para entrar.
Henry abrió la puerta. Al principio la luz me cegó un poco, pero poco a poco iba viendo los sofás, los cuadros, las flores... y por supuesto a mis invitados. Al principio me quedé extrañada, pero antes de que nadie salvo Henry lo notara cambie mi semblante.
-Mi señoría Xar Arlene de Lancaster-dijo Henry
Rápidamente mis pretendientes se levantaron y uno a uno fueron presentándose.
-Muy buenos días mi alteza, mi nombre es Adel conde de Northampton. Un placer- me besó la mano, le dije que estaba igual de encantada y le dediqué una sonrisa.
-Encantado de poder conocerla por fin, me llamo Finn príncipe de Noruega- El chiste me hizo gracia y aun que me contuve, se me escapó una débil risa.
-Hajimemashite, mi nombre es Eiji Oshiro príncipe de la dinastía Yamato- dijo haciendo una reverencia. Imité esa reverencia y le dedique una sonrisa.
Mis candidatos no podían ser más distintos. Un Británico, un Noruego y un Japonés, pero no solo era esa la diferencia...
Adel, quien para ser británico tenía el pelo y la piel muy oscuras y sorprendentemente ojos verde esmeralda. Aparentaba unos 19 o 20. Después estaba Finn, que era rubio y con los ojos azules más bonitos que haya visto jamás y unos 15 o 16 años. Ya empezaba a entender el comentario de Henry sobre la edad de uno de los candidatos... Y por último Eiji, con unos 25 años, tenía ojos rasgados, pero intensos y pelo negro y sedoso. Estaba bastante apuesto con ese traje típico japonés.
-Encantada de conoceros, como ya sabéis tendremos que vernos una vez en privado y tres para la hora de desayunar, comer y cenar todos juntos. En esos momentos en los que no estéis conmigo, estaréis con Miles, Henry o Ágata quienes os instruirán para poder ser unos buenos reyes. Claramente quien no este de acuerdo, está invitado a que abandone su estancia en este palacio. ¿Ágata? - Ágata se acercó y les dio unos papeles a cada uno.
-Me presentaré formalmente, mi nombre es Ágata Bisen y seré vuestra instructora respecto a la historia de este País y todo lo relacionado con la cultura y su gente. Ya que si queréis ser reyes al lado de mi señoría debéis conocer antes al pueblo que tanto ama. Esos papeles son los horarios de vuestro día a día. Los fines de semana serán libres para vosotros y mi señoría. Lo que quiere decir que no tenéis ninguna cita con ella.
-Ahora que Ágata ha acabado, deciros que soy Miles D'Angelo y que estoy encargado de la etiqueta y de todo lo relacionado con los gestos de Xa... nuestra señoría. Con el fin de que conozcáis el significado de cada movimiento. Como por ejemplo este- Unió las manos y con un dedo hizo dos toques- que significa que desea que la velada acabe. Como este hay muchos otros que deberéis saber para poder atender a nuestra futura reina. Y por último en presentarse...
-Mi nombre es Henry Gardener y mi tarea será refinar y entrenarlos para que seáis los mejores combatientes. En estas clases tendremos, en ocasiones, la presencia de nuestra señoría no solo para ver cual es vuestro rendimiento, sino también para entrenar a vuestro lado- Algunos de mis pretendientes se quedaron confusos con esa última afirmación.
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La opción indicada
RomansElla quería ser reina, pero no podía sin un rey. Xar no elegiría a cualquier rey, debía tener una serie de características y cumplir con unos requisitos. El primer requisito sería que el que decidiese ser rey debería convertirse en rey consorte, nad...