Capítulo 5: Segunda cita

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-¿Soldado?, avisa a la señorita Petrov de que no podré asistir a nuestra clase de ruso y dígale que me disculpe nuevamente- Un soldado que estaba haciendo guardia en mi palacio asintió y se fue.

-Vamos un momento a mis aposentos Henry-Una vez dentro me senté en mi cama-¿Sabes lo que quiere decir esto no, Henry?

-Quiere comenzar a darte poder.

-Mi padre será un mal rey, pero sabe que no puede dármelo de golpe. Está preparándome.

-Bueno, piénselo de esta manera. Sin que él lo supiese le está ofreciendo un escudo.

-Cierto es. Cambiando de tema. ¿Como te ves Henry? No me digas que vas a estar un poco oxidado para el juego de esta tarde, porque sabemos que no es así-Por un momento dejó sacar su ira, cosa que me hizo mucha gracia y me reí.

-Claro que sí, ríase mi alteza. ¿Le parece bonito? Por mucho que quiera evaluar a su nuevo ejercito, podría evitar meterme en el campo de batalla siempre que lo desea por simple diversión. Mi trabajo es protegerla, pero pareciera que quiere estar en el centro de toda guerra.

-Ciertamente me estoy divirtiendo con esto- dije riéndome- Pero ¿no era que ibas a protegerme de cualquier cosa?- Me miró con desesperación, se acercó y se arrodilló delante mío.

-Su señoría, siempre la pienso proteger. Eso lo sabe muy bien, pero la situación ya es suficientemente delicada. ¿Y si sale herida y esta misma noche intentan matarla nuevamente? ¿Podrá defenderse o saldrá aun más herida?-Me agache y le cogí la cara con las dos manos.

-Entonces ¿no tienes que encargarte de todo como siempre, mi querido Henry?-Parecía muy preocupado.

-Pero ¿y si un día no estoy ahí? ¿Y si no puedo alcanzarla a tiempo? ¿Y si...-le tapé la boca.

-Entonces, me defenderé con todo lo que tengo para estar a tu lado de nuevo y que puedas volver a protegerme. ¿Piensas a caso que esta mujer que tienes delante va a dejarse derrotar?-le dije con una sonrisa. Este suspiró y dejó caer la cabeza en mi mano. Me puse a su altura y lo abracé. Entonces tocaron y entró Ágata.

-Su señoría, el señor Oshiro está... esperándola- Parecía un poco triste, pero se volvió a componer y volvió la profesional Ágata.

-Gracias Ágata. Mírame bien. Esta futura reina vivirá mucho tiempo y tendrás que aguantarla hasta entonces. ¿Te parece bien?- Este solo asintió con una sonrisa- Me olvidaba. ¿Podrías avisar a los otros pretendientes de lo que está por ocurrir hoy?


-Dime Eiji, ¿Echas de menos tu país?- Este parecía bastante asombrado. Al fin y al cabo estaba hablando su idioma, el japonés.

-No sabía que su señoría hablase mi idioma- desde ese momento comenzamos a hablar en su idioma.

-Una reina tiene que aprender el idioma del mundo. Aunque este esté fragmentado en muchos otros.

-Normalmente un occidental no aprendería nuestro idioma. Normalmente aprenderían el Mandarín o el coreano.

-Cierto es, pero son muy aburridos en comparación. ¿Me puede decir como una nación puede crear un idioma tan complicado?- Este se rió.

-Los occidentales no se quedan muy atrás tampoco. Aunque tengo que admitir que no tenemos un idioma muy sencillo. ¿Tiene algo planeado para hoy su señoría?

-Xar en la intimidad a ser posible. Y sí, nos dirigimos a un espacio muy preciado para mí.

Nos metimos en mi galería de tiro en arco. Era privada y estaba rodeada de guardias. Cerca, pero lejos para no entorpecer nuestra cita.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2020 ⏰

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