Nuevo comienzo.

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Estábamos en lo que sería nuestra nuevo hogar, yo quedé fue sorprendida cuando vi el edificio, se veía tan limpio...

O sea, el señor del taxi nos dijo que a la zona donde íbamos era de clase media-alta, un beta así, que la mayoría de las personas que se quedaban en esos edificios eran trabajadores de grandes empresas.

Y yo verga, qué lo que, ¿En donde estoy, en Nueva York? Porque lo parece para hablarles claro.

— Hola, buenas noches.— Saludé al señor que estaba en recepción. Queríamos saber si podíamos retirar nuestras llaves...

— Ustedes son, Alejandro y Alexandrua al Alvarado, ¿Verdad?— Estoy segura que él me tuvo que haber dicho mi nombre con un honorífico, lo voy a dejar pasar porque ajá, que guebo reclamar cuando en verdad me importa un culo. Asentí.— Piso 22, puerta 98.

Naguebona.

— ¿Sirve el ascensor?— Pregunté, porque que ladilla subir 22 pisos, no sean malos.

— El edificio fue construido hace dos años, así que es uno de los más modernos. Y sí, sirve el ascensor.— Me procede a dar unos papeles, junto a un caramelo.— Esas son las instrucciones para colocar la contraseña, ahí está el número del contratista por si tiene algún problema en el apartamento. Bienvenidos a Corea, espero que le guste nuestro país.

No pude sonreír más grande porque no podía.— Muchísimas gracias a usted, que pase una feliz noche. ¡Vámonos!

Alejandro llegó detrás mío con las dos maletas, pasamos el portal y llegamos al ascensor.

Todo en esta vaina es muy limpio, muy extraño... Se siente el primer mundo.

— Yo ni sé cómo le contesté al señor, pensé que mi coreano era el culo, pero no.

— De bolas que no puede ser del culo, el señor Daniel y su mamá no se ponían gafos cuando decíamos una palabra mal.— Suspiró pesadamente, el no poder dormir bien nos estaba pasando factura.— Prefiero mil veces dormir sin luz a que tener que hacerlo en un avión, que ladilla más grande esa mierda. Quiero morir.

— Ve el lado bueno, hiciste un amigo.— Salimos del ascensor y vimos a los lados del pasillo.— ¿Cuál crees tú que sea, ah?

— ¿Será la puerta que dice 98? No lo sé, pajua.

Tas' pasado de mamón.— La puerta era de color negro y la manija era burde extraña, el mango no estaba al lado sino que daba pa' bajo.— Pilla, aquí ponemos la clave. ¿La ponemos ahora? Me vi un video en Yutu de cómo hacerlo.

— ¿Cuántos dígitos son?

— Nueve vieja.

— Pon la cédula tuya.

— Activo pues.— tarde como cinco minutos, pero ya estaba listo porque soy es yo.— Jaja, que lacreo.— abrí la puerta y me hice a un lado para que Ale pasara con las maletas, vi hacía los pasillos por intuición. Cerré la puerta y vi todo.

Y marico, yo me sentía en el cielo.

Está vaina es una caja de fósforos.

¿Corea? Coño e' su madre. [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora