¿Corea? Coño e' su madre. [BTS]

Día en familia.

— Serendipity es el solo de JiMin-ah, el Mixtape de HoSeok-ah viene después, pero de todas formas debemos tener listo la ropa, ya saben cómo es él.— SanGoo estaba en medio de la mesa de conferencias, explicando el siguiente plan de vestimenta para los integrantes.— Alexandra y Kyulkung-ah estarán con JiMin-ah, no se despeguen de él en ningún momento, aún no hemos conseguido a personas de confianza. Solkyung y Demián, ustedes irán con HoSeok-ah, por favor, eviten que tome mucho café, lo necesitamos sano para las entrevistas.— Revisa algunas cosas en su agenda, pasa unos minutos y dice:— Con respecto a JiMin, traten de que se mantenga lo más cómodo posible en el set, no ha estado muy bien.

La reunión termina exitosamente. Iría con Kyulkung al set junto con JiMin, sería su asistente.

— Ustedes dos, quédense.— Ordena nuestra Sunbaenim, cierra la puerta de la sala de conferencias, dejándonos solamente a nosotras adentro.— JiMin-ah está saliendo con alguien y ustedes ya lo saben.— Sin anestesia ni nada, nos lanzó esa flecha a lo maldita sea.— ¿Sabían algo al respecto?

— No he hablado con él lo suficiente, sunbaenim, más bien creo que está es saliendo con otras personas... Usted ya sabe, solamente una noche.— Explica la de tatuajes con tranquilidad.— No hay porqué preocuparse.— Le resta importancia.

Yo en estos temas me calló, yo de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, no ando pendiente de culo ajeno.

Pero ojo pelao con Namjoon, ese bicho le sonríe mucho al teléfono.

De pronto siento la mirada maldita de SanGoo.

— No he visto nada por mi parte, tampoco hablo mucho con los integrantes para poder decir algo sobre eso.— Apenas era un hola y chao.

Después de unos minutos, nos dejó ir. De allí fuimos a la oficina a recoger todas nuestras pertenencias necesarias, de ahí seguimos hacia el mercadito — Así le digo a la vaina en dónde guardan el poco de maquillaje — Y recogimos todas las muestras que necesitabamos.

— Los tonos rojizos le gustan mucho, debemos llevarlos.

— Vaya, ¿Cómo lo supiste?

— Se lo pregunté.— Metí todas las sombras en la caja.— Toma lo mío, es menos pesado, dame esto.

Mientras llevaba las dos cajas medianamente pesadas, nos dirigiamos al estacionamiento, allí nos esperaba JiMin, sentado en una de las tantas banquetas de la recepción. A decir verdad, la parte trasera de la empresa no era tan bonita, había mucho coroto mal arreglado.

— El carro es el blanco... Ese de ahí.

Dejé las cajas en el suelo para recogerlas después, tocó el capó del carro y...

— ¡Ay marico, qué coño es pues! Este carro está hirviendo, ¿Quién lo utilizó?— Miró a los dos en busca de una explicación pero nada llega.— Pásame las llaves, necesito ver qué le pasa. Qué este así de caliente no es normal.

— Debemos irnos.— Dice la rubia mientras me da la llave.— ¿Sabes de carros?

— Soy yo quién los arreglo por puro fastidio.— Abrí el capó del carro por puro chidme, y menos mal, porque una gota del techo calló y esa vaina se evaporó más rápido que el agua en el Guri. Naguebona.— El motor está sobrecalentado, tenemos que irnos en otro, JiMin-ah. Podemos quedarnos varados.